CAPITULO 19: ALGO NO ANDA BIEN

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Yuuri, estaba dubitativo, ver a Víctor detrás de un escritorio todo serio y concentrado, era algo que no se acostumbraba en ver, nunca esperó que su ídolo dejara de lado toda su carrera por él, un niño huérfano, sin familia de sangre, ni tutores ni amigos, era algo impensable; tenía presente que ya había pasado casi 1 año desde que lo conoció en aquel frio parque, por sus mascotas, quienes ahora dormitaban en el apartamento del albino.


-Víctor, sería bueno si descansaras un poco, mis clases en línea han finalizado y tengo hambre-tímidamente el pequeño empujaba su silla de ruedas para acercarse al mayor- no has parado en toda la mañana, cuida más tu salud- tomó de la mano al alfa, quien se sorprendió ante el toque del adolescente.


-disculpa, no estaba prestándote atención- dejó su portátil y documentos a lado- no imaginé que manejar varias empresas fueran tan difíciles, los que antes eran discípulos de Minako, me han estado ayudando, pero aun así es demasiada tarea- tocó las manos del menor, con cansancio, aquel alfa, estuvo sin parar toda la mañana y ya eran casi 4 pm- todo esto es demasiado, reuniones, conferencias, papeleo, toma de decisiones, siento que me va a explotar la cabeza- en su rostro, reflejaba los ojos cansados.


-perdón Víctor, si no fuera por mí, no estarías en esta situación- quería llorar el omega, quien solo bajó su cabeza por sentirse avergonzado y no tener tanta fortaleza – prometo en aprender rápido todo para ser tu soporte y ayudarte- susurró lo último el más joven.


Sorprendiendo al alfa, Yuuri, con una mirada decidida sacó una sonrisa del mayor, quien atinó a desordenarle los cabellos, ambos salieron de la oficina de presidencia- hoy toca tu terapia, para tus músculos – rumbo al ascensor estaban, mientras saludan a varios empleados en su recorrido- primero concéntrate en terminar el colegio y cuidar mucho tu salud, además soy tu tutor hasta seas mayor de edad y puedas hacerte cargo de lo que te dejó Minako en su testamento- empujando, la silla de Yuuri iba hablando tranquilamente- primero de eso preocúpate, aquí estoy yo para ayudarte.- se inclinó para besar la frente del menor, quien se sonrojó y le devolvió un beso en la mejilla al mayor quien también se avergonzó.


Ambos salieron del gran edificio, que estaban dejando atrás para irse al hospital- no podría vivir una larga vida sin ti, Víctor- el menor tocó la mano de su destinado, mientras que el otro sonreía, concentrando su vista en la carretera.

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-Ha nacido con buenos pulmones ¿no escuchas como llora? – con una mirada cansada el omega miraba, tétricamente al alfa, quien estaba asustado del aura del omega- no estoy viendo que la estés cargando para calmarla ¿qué esperas? - empezó a alzar la voz el más joven-¡apúrate!-


-a...ahora lo hago- con miedo el alfa, cargaba a su pequeña hija y floreció un sentimiento de querer proteger a esa pequeña vida- Eleine, vamos ya no llores, tu papi necesita descansar –


Tratando de arrullarla y no sostenerla con fuerza, el alfa con temor mecía a su hija- ya bebe, no llores- trató de relajarse, de seguro la niña sentía su miedo- vamos Elaine, hazlo por papá- casi suelta a su hija, quien había agarrado con su pequeña mano, su dedo índice, mientras él trataba de acomodarle su graciosa gorrita rosa, eso le había derretido el corazón y se sorprendió al ver a su hija, abrió los ojos; sabía que un bebé recién nacido aun no veía, pero ver los ojos negros de su pequeña, le derritió el corazón, era demasiado bonita que la abrazó con la menor fuerza posible.

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2022 ⏰

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