Capítulo 5

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Jules

Nos despertaron unas fuertes campanadas, quería decir que era hora de salir de la casa e ir hacia el bosque donde nos darían instrucciones de que haríamos en estos próximos días con nuestro compañero de campamento, las reglas decían que podías hacer intercambio de unos dos días pero después de que pasaran estos 3 días.

Lo primero que teníamos en la lista de cosas para hacer en este día era ir a remar, con tu compañero de casa, no podías ir con alguien más aún que podías hacer las cosas de esa lista en desorden hace que me dirigí a Alex

—Y si nos saltamos la parte de ir al lago a remar—Le cuestioné haciendo una mueca.

—Que miedosa eres jul, pero estarás conmigo no te morirás—me aseguro

—Claro y que pasó la vez que caímos los dos —le recordé

— ¿te salve no? —pregunto confundido

— No lo sé, me estaba ahogando y te demoraste en sacarme de ahí —dije mirándolo seriamente

— Con que a pesar de que no fue mi culpa te quejas de que me demore. ¿Que más quería la señorita? —dijo divertido 

— Ahora dices que no es tu culpa y que dijiste ese día —le recordé

— Que era mi culpa....—dijo encogiéndose de hombros

— Exacto, trágate tus palabras idiota —le recordé

— Cuidado jul —me advirtió

— Sí ,mucho miedo idiota que tiemblo —dije retándole

— Para empezar no sabía si serías unas de esas que no requieren ayuda —dijo frunciendo el ceño

— Pues fíjate que no la requería—le confirme

— Entonces por qué te quejas que me tarde, mira que sin mi ayuda no estarías aquí—me reto

— Si claro seguro y alguien me sacaría —dije levantando ambas  cejas

— Si claro por suerte era el único ahí de no haber sido por mí no lo se...

— Eres un completo idiota —replique

— No lo soy jul y bájale unas rayitas a tu temperamento —me advirtió

— Mira que no eres nadie para decirme eso —dije indignada

— Si claro que lo soy,te recuerdo que soy  el chico extraño—dijo burlándose de mi 

— Okey chico extraño no necesito más tu ayuda

— ¿Ah sí? Pues ya lo veremos

— Claro, pero entonces si nos saltamos esa parte—le cuestione por ultimo

— No, si caes no me demorare en sacarte lo más rápido posible pero acepta que fue tu culpa y te ayudare —dijo con una sonrisa traviesa en su rostro

— Eres un... está bien sí —dije indignada

— ¿Sí qué jul.? —me miró divertido

— Si fue mi culpa ¡idiota! —dije seriamente

— No, no cuenta—dijo burlándose

— ¿Por qué no menso? —le cuestione seria

— Por qué lo dijiste con una palabrota —me advirtió

— Está bien si tuve la culpa —dije sin quitarle la mirada de encima

— Así está mejor jul

Miedo a perdermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora