One-Shots +18 | Tokyo Revengers

Draken x lectora

|Título:Cita de alquiler|

[Categoría:+18]

-Una única luz alumbraba la habitación, dejando una tenue vista del fajo de billetes que me encontraba contando. La cita de hoy había sido todo un éxito, haciéndome que me replanteara dedicarme a esto "profesionalmente"; La Universidad no se pagaba sola.

Y si, actualmente, mi método para tener un piso y pagar la matrícula, consistía en tener citas con personas de alto calibre monetario, en las cuales iba a sitios lujosos y tenía una fantástica charla generalmente culta, con la cual nunca podria aburrirme.

Literalmente era como un trabajo soñado, por el cual me replanteé dejar la carrera de derecho varias veces.

Como era de esperarse, muchas personas me criticaron, mayormente chicas, con la típica frase de "mantenida".
Por suerte a mi nunca me afectó ese tipo de comentarios, así que probablemente podría decir que esta era la mejor etapa de mi vida.

Guardé finalmente el fajo en mi cajón de ahorros y me acosté en la cama, mientras miraba el móvil, más concretamente la aplicación por la que tenía dichas citas.

Miraba los perfiles de las personas que me habían escrito interesadas, la mayoría eran señores ya de una distintiva edad, cosa que no me interesaba, Prefería a los chicos con mi misma edad.
Seguí bajando entre los perfiles, hasta que me encontré uno bastante interesante.

"Ken ryuguji"

Por lo que veía en su foto de perfil, era un chico de mi edad, a decir verdad muy atractivo. Sin pensarlo abrí el chat, viendo como primer mensaje algo que me dejó atónita.

«Hola señorita ____, es un placer encontrar alguien de tu calibre en esta aplicación. Quería proponerle algo que quizás me tachará de enfermo, pero me es inevitable al verla. Me gustaría ofrecerle cinco millones de yenes, a cambio, a parte de tener una maravillosa cita, al final de esta, usted me complacerá a mi hablando sexualmente. Dígame lo que le parece y pienselo el tiempo que quiera, esto no es ninguna broma. »

Me quedé divagando unos momentos al leerlo, obviamente fue algo inevitable.
Esta oferta era ya pasar al siguiente nivel, y quieras que no me estaría prostituyendo si aceptará. Era claro que muchos hombres ya me lo habían propuesto y siempre habían sido rechazados, pero, joder, este chico me ofrecía una cantidad absurda de dinero por hacerlo conmigo, y además, era agraciadamente atractivo.

Con ese dinero, probablemente podría pagar la matrícula entera, e incluso mudarme a un sitio mejor, o, nose, comprarme una moto, siempre había querido una.

Me quedé pensando un buen rato en los pros y en los contras, realmente, lo único que veía negativo de aceptar la oferta, sería más bien por un motivo ético, lo demás, era todo bueno.

Suspiré pesadamente tras reflexionarlo, y después de escribir al sujeto, me dormí, sin ni siquiera querer saber que me respondería.

«Hola! Un placer ryuguji, la verdad no suelo aceptar ofertas como estas, pero me fue inevitable aceptar la tuya jeje, te explico, me depositaras la mitad de dinero antes de la cita, y la otra mitad será cuando estemos juntos, solo queda que decidas el lugar, la hora y que llevaré puesto! Hasta Entoces, nos vemos ♡»

[...]

La luz entrando por las ventanas me indicó que ya era de día, y, aunque a mi alarma le faltaba una hora más para sonar, no tenía nada de sueño. La razón: hoy era el día.
Había pasado una semana desde que envíe ese mensaje, el me pidió que quedaramos hoy, a las ocho de la tarde, con un vestido rojo y... Sin ropa interior.