⁰¹¹

1.5K 89 0
                                        

OS mentí -habló Dick a lo que levanté la cabeza dejando de jugar con las manitas de la pequeña- os mentí porque temía que os fuerais...y me dejarais. Y así se acababan los Titanes. A ti también te mentí. Te dije que Jericho estaba muerto cuando llegué a la iglesia. Pero no. Estaba vivo. Murió al intentar salvarme de su padre. Lo siento. Todos merecéis más
Embustero de mierda -le dijo Hank- tras darle un puñetazo en la nariz-
¿Cuántas medias verdades más nos has contado? -le dijo Donna mientras le pasaba a la pequeña a Gar y agarraba un paño para meterlo bajo el agua del grifo-
Al menos lo vuestro es una media verdad -dijo Rachel-
Mi hermano murió por tu culpa. Me voy -le dijo Rose para luego levantarse e irse-
Y yo con ella -dijo Jason-
Jason... -empezó a hablar Dick-
Tú ya no decides por mí. Ni por nadie -dijo Jason para luego darme una corta mirada e irse-
Yo también me voy -dijo Donna-
Me voy con Donna -dijo Rachel levantándose con ella- ¿Puedo?
Claro -le dijo Donna tras unos segundos-
Rachel -le llamó Gar mientras escurría el paño-
No puedo quedarme aquí -le dijo Rachel para luego asentir con la cabeza al mirarme e irse-
Vámonos -dijo Hank para luego irse junto a Dawn. Sin decir nada, caminé hacia Dick ante la mirada de los que quedaban para luego limpiar con el paño húmedo su nariz sangrienta-
Les has apoyado en todo momento sin importar su pasado o las cosas que hicieron. Espero que algún día ellos sepan hacer lo mismo. Lo lamentarán. Porque no van a encontrar a nadie como tú -murmuré terminando de limpiar su nariz para mirarle a los ojos ligeramente cristalizados- a un líder
Chelsea... -susurró para luego abrazarme a lo que yo correspondí-
La has cagado, Dick -le dijo Gar haciendo que me gire para verle. No se había ido, seguía sentado en la mesa de la cocina con Cora en su regazo-
¿Tú también te vas? -le pregunté a Kory tras verla empezar a caminar-
Tengo que resolver una cosa. Lo siento -dijo ella- al menos ya se sabe la verdad. Como dice ella, seguro que se les pasará enseguida
Nos veremos pronto -le dije a lo que ella asintió y se fue dejándonos a los cuatro solos- Gar...
Voy -asintió bajándose con cuidado para luego abrazarme dejando a la menor en medio de los dos-





LLÁMAME cuando quieras, ¿sí? -le dije a Gar frente a la ascensor mientras que Dick cargaba su bolsa en un brazo y a Cora en otro- volveremos, ¿sí? Sé que podrás con esto. Mantén la fe en que saldrá bien
Esta bien -asintió para luego abrazarme por unos segundos- voy a extrañar ganarte en todos los juegos
Que listillo te crees, eh -me burlé para luego sujetar sus mejillas y besar su frente. Entré a la ascensor y, tras sacarle la lengua y ponerme bizca, cerrar las puertas para irnos-
¿Segura? -me preguntó Dick a lo que yo sujeté su mentón con cuidado y le besé-
Segura -asentí. Dick beso la mejilla de la pequeña y luego mi frente para luego meternos en el coche-





¿LO que dijiste antes era cierto o solo para hacerme sentir mejor? -preguntó Dick aún conduciendo cuando la pequeña, en su asiento detrás, se durmió-
Iba en serio, Dick -le dije quitando mi mirada de la ventana para verle- no es mentira que le has apoyado, ayudado, salvado, y caído con ellos. Qué has cometido errores, has salvado a mucha gente, les diste un hogar donde todos pudisteis ser felices por una temporada. Ayudaste a Rachel cuando te lo pidió, también le diste un lugar para ayudarla con su poder. Ayudaste a Jason, le enseñaste muchas cosas y trabajasteis mucho, él no supo apreciarlo. Todos ellos vendrán, vendrán sabiendo todo lo que has hecho por ellos. Pero tengo que decirte, que tienes que mejorar eso de abrirte más a los demás, ¿sí?
Lo intentaré -asintió- gracias por no marcharte
No tienes que darlas. Ahora somos una familia -me encogí de hombros viendo su sonrisa-





¿TENÉIS reserva? -preguntó la chica del mostrador cuando llegamos-
Aún no -negó Dick-
¿A dónde vais? -preguntó ella-
No sabemos. ¿Nos recomiendas algún lugar...lejano? -le pregunté acariciando la pequeña espalda de Cora- con poca gente...
En Groenlandia hay poca gente -me recomendó ella- tardaré un día, pero es posible
¿Te parece bien? -me preguntó Dick a lo que yo asentí- muy bien. Decidido
¿Los dos? -preguntó ella-
Sí. Sólo ida -le dijo Dick-
¿Equipaje que facturar? -preguntó ella- ¿Alguna cuna o...?
No, gracias -negué yo a lo que ella volvió a teclear-
Pasaportes y tarjeta -pidió ella a lo que ambos lo sacamos-
Dick -me quejé yo-
La próxima vez pagas tú -me dijo a lo que yo asentí y volví a guardar mi tarjeta-





¿DICK? ¿Qué haces? -pregunté al verle dejar su bolsa en el suelo al igual que su billete-
Os quiero a las dos -me dijo para luego besarme y empezar a caminar entre la gente. Abrí mi boca sorprendida cuando empezó a pelear con los policías del aeropuerto haciendo que se lo lleven. Negué con la cabeza rezando que fuera un sueño pero no lo era, todo el mundo miraba y yo empezaba a verlo todo borroso. Tiré mi billete a la basura y empecé a caminar hacia fuera tratando de buscar algo de aire para luego deslizarme por la pared sin poder retener más lágrimas. Cora también empezó a llorar. Era como si sintiese mi dolor. Y no me extrañaría. Sabía que no podía hacer nada. Lo había hecho. Había golpeado a esos dos hombros adrede-






CHELSEA... -dijo preocupado Gar al verme en una esquina del ascensor sentada con Cora en mi regazo. Mi bolsa en el otro lado y mi corazón roto. Eso era lo más fácil de encontrar- ¿Qué ha pasado...? Chelsea...¿qué te han hecho? ¿Y Dick?
Gar... -sollocé. Probablemente me veía patética. A las tantas de la madrugada yendo del lugar donde me había ido, llorando frente a un adolescente porque alguien hizo una estupidez que sigo sin comprender-
Ven, vamos a dentro -me dijo mientras quitaba a Cora de mi regazo y me ayudaba levantarme. Me senté en una de las butacas de la cocina y, después de que dejara a Cora en la cama de mi habitación, me permití llorar en su hombro- Sh...tranquila...todo estará bien...
Se lo han llevado, Gar -murmuré abrazada a él- no sé porque lo ha hecho...
¿Dick? -preguntó a lo que yo asentí sorbiendo mi nariz- ¿Qué ha hecho?
Nos íbamos a ir... Y no se... Empezó a pelear con los policías del aeropuerto sin ningún motivo. Está en la cárcel, Gar...
Ah... -trató de hablar pero no siguió la frase. Pasó sus brazos por mis hombros y pasado un largo rato, pude tranquilizarme-
Siento despertarte -le dije limpiando algunas lágrimas con mi manga- y no contestar tus últimas llamadas. ¿Qué te pasó?
No quiero que vuelvas a llorar -me dijo con una mueca-
Ya no importa, Gar -me encogí de hombros a lo que él me dio la mano para guiarme hacia los ordenadores y pantallas. Tras unas largas horas de conversación para nada fáciles, seguí viendo el vídeo- vale, esto es malo. Pero no tu culpa, ¿sí? Podemos solucionar esto
¿Cómo? -me preguntó mordiendo su pulgar-
Aún no lo sé -suspiré para luego fruncir el ceño al escuchar la alarma de seguridad-
¿Hola? ¿Quién anda ahí? -preguntó Gar- cuando no se vio nada en la cámara. Sonreí aún con confusión al ver un perro- Krypto
¿El perro de Conner? -pregunté a lo que él asintió mientras llamaba al ascensor-






¿TIENES hambre? ¿Quieres comer algo? -escuché hablar a Gar cuando llegó- ohh, huele bien. Chelsea, ¿estás cocinando?
-afirmé saliendo de la cocina y poniendo mi mejor sonrisa-
Conner, ella es Chelsea. Chelsea, él es Conner -presentó Gar-
Encantada de conocerte -le dije mientras colocaba a Cora en su carrito y le pasaba su mantita- os he dejado la cena. Me voy a dar una vuelta. Me gustaría...pensar
¿Quieres que vaya contigo? -me preguntó Gar a lo que yo negué con la cabeza para luego besar su frente e ir hacia la ascensor-
¿Es tu madre? -escuché decir a Conner mientras las puertas se cerraban-
Algo así -dijo Gar justo cuando las puertas se cerraron. Me fui de allí a dar un paseo por la plaza donde habían algunas personas comiendo en restaurantes u otras caminando por la ancha acera. Tenía que buscar una forma de encontrarle-





¿GAR? ¿Conner? -pregunté cuando llegué allí horas más tarde y vi todo roto y destrozado-
¿Chelsea? -escuché una voz familiar a lo que caminé un par de pasos más empujando el carrito para ver a Donna- ¿Qué ha pasado aquí?
No lo sé. He ido a dar una vuelta. Conner y Gar estaban bien cuando me fui -le dije mientras veía sangre- no, porfavor...que no se vaya más gente
¿De qué hablas? -preguntó Donna-
Tenemos que encontarles -le dije-







𝐂𝐇𝐄𝐋𝐒𝐄𝐀  | 𝐷𝑖𝑐𝑘 𝐺𝑟𝑎𝑦𝑠𝑜𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora