𝐂𝐇𝐄𝐋𝐒𝐄𝐀 | 𝐷𝑖𝑐𝑘 𝐺𝑟𝑎𝑦𝑠𝑜𝑛

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ASÍ que Conner juega a ser Lex y se une a Sebastian -resume Rachel al ver el las noticias-
Es demasiado listo para eso -niega Dick de brazos cruzados frente a la pantalla- este trama algo
Hay que reconocerlo -añade Bernard- el rollo de psicópata calvo y encantador se le da genial
¿Y si está trabajando con Sebastian? -pregunta Tim- ¿Nos enfrentamos a él también?
¿Qué le habrá ofrecido Conner mejor que lo que le ofrecía su madre? -pregunto curiosa-
Ahora me preguntó qué es peor que el fin del mundo -dice Kory-
Pues vamos a LexCorp -pide Rachel- Conner tendrá que decidir de qué lado está y luego, sea como sea, se acabó. ¿Qué?

¿ME dejáis aquí? -se queja Rachel tras nuestra explicación-
Te protegemos -responde Dick- te cortó y sangró igual que tú. Lo que le pase a él podría pasarte a ti
Sí, en aquel pueblo -replica ella- ya no estamos en aquel pueblo
Somos tu familia. Hemos decidido no correr el riesgo -trata de convencerla Kory-
Sebastian también es mi familia -le recuerda la de pelo blanco- tenemos el mismo padre, la misma sangre. Todo esto ha pasado por mi culpa. Por lo que soy. Si debo morir para pararlo, mejor yo que Kory
Nadie va a morir -niego con la cabeza-
Sí. Tal vez haya un modo de cortar la conexión que compartís -le da la razón Bernard-
Liberamos a un pueblo de una maldición. Tiene que haber un modo -añade Tim-
Exacto. Mira, la magia solo es ciencia que aún no entendemos -explica el científico-
Menos cuando no lo es. La conexión es genética -contesta Rachel- no se puede recodificar el ADN con un hechizo. No me obligues a esperar en el banquillo. Déjame ayudar
Tengo que hacer una llamada de larga distancia -responde Dick colocando a Cora en uno de sus brazos para luego irse-
¿Qué coño dice de larga distancia? -pregunta Rachel-
No te enfades, por favor, queremos lo mejor para ti -le pido apoyando mi mano sobre la de ella-

EL juego de Sebastian se había hecho muy famoso en un par de horas pero también había quitado vidas.
O en el caso de Bernard, lo había dejado en un coma.
Tim y yo estábamos pegados a él esperando a que los demás llegasen al laboratorio para explicarles lo ocurrido.
En una de estas estaba caminando por los pasillos junto a Tim hasta que veo un pelo verde familiar.
¿GAR? -le llamo mientras una sonrisa crece en mis labios. Corro hacia él por el pasillo y le abrazo con fuerza. Él me levanta unos centímetros del suelo y me una pequeña vuelta para luego dejar varios besos en mi mejilla- ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? Te hemos echado de menos
He vuelto, Chel -responde él volviéndome a abrazar-
¿Qué pasa? -nos pregunta Kory-
Ya sabemos que están haciendo Sebastian y Conner -responde Tim-

TRAS una breve explicación sobre cómo intentar cancelar el juego, o más bien ritual, tratábamos de buscar una forma de eliminarlo.
Star Labs puede hackear LexCorp con fuerza bruta y corromper sus servidores -explica Tim tecleando-
Y borrar el juego de todo dispositivo conectado a la red -continua Gar aún abrazado a mí-
Eso sí superamos la seguridad del ordenador central -sigue Tim para luego mirarnos-
¿Qué pasa? -pregunto confundida tras compartir una mirada con Kory-
Creo que está esperando a que le des permiso -responde Gar-
¿Por todo ese rollo ilegal y técnicamente un delito? -respondo con diversión- eso es lo menos importante ahora. Hazlo. Tienes nuestro permiso, mini Robin
¿Mini Robin? -pregunta este con emoción tras pulsar el botón. Apoyo mi cabeza en su hombro con una sonrisa divertida pero vuelvo hacia el de pelo verde al acordarme de un trato-
Me debes cinco dólares -le recuerdo sin soltarme de su abrazo-
No estaba aquí para verlo -trata de arreglarlo Gar. Yo estiro la mano por lo que me deja el billete y volvemos a mirar a los demás-
¿Cuál es el trato? -pregunta Tim curioso. Yo tapo la boca de Gar antes de que pudiera hablar y sonrío con inocencia-