Je T'aime

II

Cuando llegaron al lugar, louis ya tenía a alguien esperando en la entrada por la obra principal. Mientras distrajo a harry con alguna idiotez que supuestamente se había olvidado en el interior de auto, el muchacho que lo esperaba se llevó la pintura rápidamente a colocarla en su lugar.

-Hazz, acabo de recordar que ya tengo el pin de la bandera en el bolsillo, no te preocupes. -Dijo louis sonriendo hacia harry, el cual estaba agachado, con medio cuerpo metido dentro del auto, ahora saliendo de el para cruzarse de brazos.

-Por dios, louis, un paso y pierdes algo -Dijo en forma de regaño hacia su esposo, mirándolo con el ceño fruncido -Además ¿por qué siempre tengo que buscarlo yo? Esto es explotación, william.

Louis se acercó sonriendo hacia su hermoso hombre, enredando sus brazos en su cuello. Harry de verdad intentó resistirse, pero no pasaron ni cinco segundos cuando ya tenía apretando al chico sobre su cuerpo, abrazandolo de la cintura para levantarlo y darle un beso en los labios. El cual louis intensificó un poquito, apretandose hacia el, poniendo sus manos en sus mejillas para poder así meter su lengua y prolongarlo un poquito más. harry se relajó ante la sensación y louis envió una mano hacia su cabello para despeinarlo un poco entre el beso.

No fue hasta unos segundos después que un fuerte bocinazo los hizo separarse rápidamente. Recordando que estaban en el estacionamiento del restaurante y cayendo en cuenta de que un auto negro quería esacionar en el espacio en el que se encontraban.

Louis se giró a ver a harry, tenia el saco mal acomodado, los labios inchados y su cabello estaba revuelto. Por la cara de harry, supo que el no estaba muy diferente. Quiso reir, pero reprimiendo una risa y lanzando una disculpa en dirección al conductor, agarró la mano de harry guiandolo en frente de su auto. Ya en la acera, se dispusieron a acomodarse mutuamente.

Louis llevaba un lindo traje azul marino a medida, el cual resaltaba su perfecta figura, el pelo un poco revuelto, pero ese era su estilo. Hasta se veía alto con ese traje y se sentía orgulloso. en su propia opinión, se veia intimidante. Pero en cuanto vió la mirada llena de ternura de harry, supo que no era nada así.

Una vez estuvieron presentables, se agarraron de las manos y se dispusieron a entrar al lujoso restaurante. El lugar era impresionantemente hermoso, con grandes columnas como un castillo de la antigüedad. En cuanto entraban podían ver una enorme lluvia de cristales que colgaba del techo. El lugar no tenia mucha iluminación en el centro. El espectáculo se encontraba en las paredes. repletas del pinturas imposiblemente más elegantes, iluminadas perfectamente. Parecía un verdadero museo de la realeza antigua. Las mesas ubicadas todas en el centro, que no era un espacio reducido ya que ese restaurante abarcaba media manzana en una de las calles principales de su ciudad. Siendo así el lugar más conocido por la gente.

En cuanto entraron, un estallido de aplausos sonó por todos el enorme lugar. Harry y louis se sorprendieron, porque aún concientes de su impresionante talento, no esperaban que cientos y cientos de personas de su ciudad fueran a recibirlos así. Se miraron y no pudiero hacer mas que sonreir, verdaderamente felices.

Cuando los aplausos cesaron, dos meseros muy elegantes, en trajes, se les acercaron, haciendoles una reverencia. Ello saludaron amablemente y aún tomados de la mano, fuero guiados a su mesa especial. La cual se encontraba justo en el centro de todo el lugar, pero mas alejado del resto. Una mesa redonda con una vajilla impresionante y dos sillas enfrentadas.

La noche transcurrió impresionantemente, cuando terminaron de comer y estaban tomando champagne tranquilamente, robandose besos fugazmente entre los saludos de las personas que se acercaba a felicitarlos por sus maravillosas pinturas. Todos los amaban, eran tan lindo juntos. Estaban entre la linea justa entre educados, amables y graciosos. Eran sociables y saludaban a todos con gusto, parándose de su asiento para así estrechar la mano con los caballeros y besar los dorson de las manos de las señoras.