Louis sintió como si estuviera flotando todo el dia siguiente. No se sentía real. Algo faltaba dentro de él. Lloró cinco horas. Durmió una hora y tuvo una pesadilla horrible, pero en cuanto despertó, cayó en cuenta de que no era una pesadilla. Volvió a llorar desconsoladamente cuando se dió cuenta.
Los padres de Harry llegaron esa tarde. Anne se acercó corriendo a Louis en cuanto lo vió. Lloraron juntos un rato. Después Louis les contó que el accidente de Harry había sido producto de un alcohólico que manejaba borracho a ciento cincuenta kilómetros por hora, en la avenida principal de la ciudad. había querido pasar a Harry y cuando él intentó moverse a un lado, el hombre alcoholizado también lo hizo, chocando un poco el auto, haciendo que pierda el control. Harry chocó contra una de las barreras de concreto que apartaban la avenida de la calle en donde podían caminar las personas. El auto se volcó y dió en total cinco vueltas.
Harry no tenía su cinturón de seguridad.
Volvieron a llorar juntos. El padre de Harry, Desmond, lloraba en silencio en una esquina. Siempre se había mostrado muy fuerte. Él sabía cuanto en realidad amaba a su único hijo.
Los tres estaban por perder a la persona más importante de sus vidas. Si Harry se iba, todo iba a ser oscuridad para ellos. Todos cayeron en cuenta de que ese simple muchacho de rizos, ojos verdes, y sonrisa soñadora, era la vida de los tres. Harry era la luz en medio de cualquier oscuridad posible.
Cuando les dieron permiso de pasar a la habitación en donde estaba Harry, el doctor les avisó que podría ser muy fuerte para ellos ver a su ser amado así. Todos decidieron entrar de todas formas.
El doctor no sabía una mierda de advertir cosas. Tendría que haber dicho que su corazón iba a undirse tan al fondo de su pecho que sentiría que ya no lo tiene. Que sus piernas no funcionarían en cuanto lo vea. O que sus ojos no lo dejarían ver demasiado, porque trataban de derramar todo agua que había en los océanos de una sola vez. Lloró, Lloró tanto por verlo así. Ese no era su Harry.
Estaba conectado a un millón de tubos, salían de todos lados, su garganta, de abajo de la sabana que lo tapaba y hasta de su cabeza. Estaba gris. Tenía una venda enorme que cubría toda su cabeza. Sus rizos desaparecieron. Sus labios estaban azules. Tenia vendajes en los brazos y suponía que en todo el cuerpo era igual.
Louis solo quería morir en ese momento, ¿por qué?, Harry era una persona tan buena. Él se preocupaba tanto por los demás que se olvidaba hasta de sí mismo. Él estaba tan enamorado de la vida, ¿por qué tenía que estar luchando con todas sus fuerzas para quedarse?
Pasaron dos minutos en los que Louis solo oía el llanto de los padres de su esposo. Él estaba ahí. Sus ojos derramaban incontables lágrimas, pero no podía acercarse, ni siquiera cuando lo que más quería era hablarle y que se despierte para ir a casa juntos.
Abrió su boca para hablarle. No salió más que un sollozo ahogado, tapó su boca para no hacer demasiado ruido pero no fue de mucha ayuda. su corazón dolía como nunca dolió antes. No quería dejar de ver a Harry, pero sus lágrimas le impidieron ver algo. Lloró demasiados minutos para contarlos ahí parado. Un tiempo después vino Anne y entre lagrimas lo ayudó a llegar a la cama, Lo sentó en un pequeño siñon al lado de la cama de Harry y él ahí se quedó. No quitó sus ojos de su chico. no hubieron más lágrimas. Pero había una sensación demasiado pasada en su pecho, como si algo estuviese aplastando su corazón fuertemente.
Su único deseo era despertar y darse cuenta de que todo fue un sueño. Estar durmiendo arriba de Harry, sentirlo respirar suavemente en su oído y cuando por fin despierte escuchar su voz. Él amaba tanto su voz, amaba todo de él.
El doctor encargado de su esposo entró a la habitación después de media hora. Él seguía sentado al lado de Harry.
Harry seguía luchando en su interior.
El doctor miró para abajo y su estómago cayó al piso. Sus ojos se volvieron a llenarse de lágrimas pero no se permitió dejar escapar ninguna. Él tenía que ser fuerte por Harry.
—discúlpen la molestia, tengo que informarles algo importante. —Todos lo miraron con algo así como esperanza floreciendo en el pecho
—Es muy probable que el paciente no sobreviva a la noche. Si lo hace, probablemente entrará en un estado de coma por un tiempo indefinido, tal vez, para siempre.Y el mundo de Louis volvió a derrumbarse como cuando recibió esa llamada de la chica desconocida. No reprimió el llanto que salió del fondo de su pecho. Anne y Desmond se abrazaron para llorar juntos. El solo veía a su mundo desmoronarse frente a sus ojos.
El doctor se despidió dando sus disculpas y diciendo que estaría en su consultorio por cualquier cosa que necesitaran. Louis solo asintió en su dirección y volvió a ver a Harry.
Su gran amor. El primero que tenía y con quien pensaba pasaría el resto de sus días. Daría todo por poder ser él quien esté en su lugar. Él no amaba tanto la vida como Harry lo hacía.
Tocó su cara con las llemas de sus dedos, seguía siendo tan suave como el terciopelo. Sus labios azules estaban secos. Louis quiso besarlo. Sus ojos estaban amoretados y su piel palida. Ya no tenía rizos, ojos verdes brillantes y sonrisa dulce, y aún así, Louis creía que era el ser más hermoso que podría existir. Lloró de impotencia y dolor, dolor real, ese que sale del fondo de tu corazón y no te deja respirar.
Louis tenía tanto miedo de que llegue la noche. Tenía tanto miedo de no poder cumplir sus metas. tanto pero tanto miedo de no envejecer junto a Harry. Tenía tantas cosas que decirle todavía. Tantos abrazos que darle. Tenía demasiados besos guardados que pensaba darle. Todos los te amo que había guardado para el resto de sus días querían salir todos en ese momento. Todo estaba a un paso de terminar y el tenía tantas cosas por cumplir.
Mientras todo eso pasaba por su cabeza, él seguía llorando a un lado de Harry. Un sollozo tas otro, tropezaban entre ellos, haciendole perder el aire. Escuchaba el desconsolador llanto de los padres de su rizado. El aire era tan pesado, era como si se fuera a acabar en un segundo.
Él solo siguió llorando por infinitos minutos a un lado de su amado, pensando en todo lo que les faltaba cumplir todavía, queriendo volver el tiempo atrás y obligarlo a que se quedara en casa.
O si eso era mucho pedir, solo haberse despedido mejor esa tarde.
La noche cayó sobre ellos finalmente. Era medianoche y Louis no había aceptado comer nada en todo el día, no iba a separarse ni un segundo de Harry, Memorizando cada facción suya por si el destino era tan cruel como para separarlos.
A las dos y treinta y uno de la mañana el corazón de Harry dejó de latir.
En el momento en el que Louis escuchó ese pitido sin cortes en la máquina de al lado de su Harry, cayó en cuenta de que no estaba nada preparado para vivir sin él. Como iba a vivir sin el sonido de su risa. Sin sentir su presencia por toda la casa. Sin su olor a gucci. Sin su dulce sonrisa de rana. Sin su ropa colorida. Sin sus rizos. Sin sus libros. Sin su música. Sin verlo lleno de pintura encima. No podía despertarse y no tenerlo ahí con él. No podía vivir sin eso que lo mantenía despierto.
¿Como iba a vivir sin Harry? ¿Era eso siquiera posible?.
A las dos y treinta y tres su corazón volvió a latir. El de Louis también.
La noticia era que inminentemente iba a quedar en un coma del que no sabían si algún día despertaría.
Holaa, volví :)))
Este capítulo me hizo llorar asique espero que a quien lo lea también. Todavía no soy muy buena expresando lo que sienten los personajes. Juro que lo estoy trabajando.
Mientras tanto, muchas gracias a quienes o a quien lee. Los/te quierooo💕
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Je T'aime
RomanceEl destino... tan cruel algunas veces, tan despiadado. Aunque otros le llaman una mala pasada de la vida. Otros mala suerte. Otros hasta optaron por llamarla "voluntad divina". No sabían bien que era lo que decidió cambiar todos los planes que tenia...