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Muchos años después...

Un hombre maduro, fuerte, varonil y atractivo se encontraba descansando bajo la sombra de un gran roble, a mitad del verano más fresco que recordaba. Mientras él se balanceaba en una hamaca, la risa de sus hijos resonaba por todo el lugar, entonces una brisa rozó su mejilla. Era momento de regresar a casa, porque pronto llovería.

Entonces una pequeña pelirroja de 5 años saltó a sus brazos, mirándolo con adoración a los ojos. Besó su mejilla y ese hombre tan frío soltó una carcajada ruidosa. Llevó a la pequeña en brazos a la cabaña y comenzó a hacer la cena para sus hijos.

Por la noche, con la ruidosa tormenta, los pequeños se acomodaron como pudieron en la cama de su padre para sentirse más seguros y él solo pensaba en cómo armar un lugar más grande para que todos cupieran.

Entonces su pequeña y pelirroja niña favorita se recostó sobre su pecho.

- Papá, qué es la marca que tienes en el pecho. Es muy bonita, es como una flor de cristal azul y tiene copos de nieve. Es hermosa.

- ¿Esto? – Se apuntó el pecho – Es la marca del compañero – La carita de su pequeña lucía confundida – Cuando conoces a la persona correcta, una marca aparece en tu cuerpo y en el de la persona que más quieres. Si es así, significa que sus almas son una y podrán ser felices para siempre.

- ¿En serio?, ¿Entonces dónde está la persona de papá?

- No lo sé, mi marca apareció, pero mi alma gemela... nunca pude encontrarla.

- ¿Te duele?

- No

- ¿Te sientes solo?

- ¿Con ustedes 6 aquí? Jamás

- ¿En serio?

- Te lo prometo – Besó su mejilla y la puso a dormir.

Muy temprano por la mañana, aquel hombre se dirigió a la pequeña colina que se encontraba tras su cabaña.

- Lo lamento, mi amor. Se que te esforzaste mucho para hacerme olvidar, pero te amo demasiado y mi corazón duele como el infierno cuando algún pequeño detalle sobre ti se me olvida – Tocó su pecho suspirando de anhelo – Ya no me queda mucho, lo sé porque la marca que me dejaste se ha ido desvaneciendo con el tiempo. Prometo encontrarte, no importa cuánto tiempo pase.

Así fue. Un mes después, Calisto, un hombre de 70 años, robusto y saludable partió de este mundo, dejando atrás a 6 hijos, niños que adoptó y cuidó con sumo esmero durante toda su vida, pequeños que se robaron su corazón y que formaron la familia que había soñado con el amor de su vida que hace tanto se había ido.

A partir de ese año, las marcas de las almas gemelas comenzaron a aparecer cada vez más. Cuando la marca aparecía te volvía uno con tu alma gemela. Se unían dos destinos que habían sido separados por una u otra circunstancia.

Con el paso de los años, la historia sobre la llama azul, sobre el primer hombre con la marca y la cabaña que jamás envejecía, fueron desvaneciéndose. Y entonces el último de los descendientes de Calisto fue enterrado.

Frente a su familia se encontraban 5 tumbas en un glorioso mausoleo lleno de flores de cristal que solo crecían ahí y alrededor se encontraban sus hijos. Los pequeños 6 que convirtieron el mundo en algo mejor.

En honor a la vida que soñamos, pero que nos arrebataron.

Nos volveremos a encontrar.

Te amo.

FIN.

**Sabían que el cempasúchil significa el sendero del afecto.

**Por cierto, quería mencionarles que la historia acaba aquí, pero~~~ si les interesa un poco, sólo díganme y tal vez suba un capítulo extra del que no estoy muy segura.

Gracias~~ c:

La villana de la espada azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora