La lluvia no tenía ninguna probabilidad de terminar. Cada vez era más fuerte, a veces se detenía, pero estruendosamente seguía.- ¡vamos a morir!
- no vamos a morir Bokuto-San...
- ¡p-pero mi amor mira las noticias! - señaló la televisión puesta en una esquina, que era para la entretencion de los clientes. Sin embargo no era buena idea dejarle el control remoto a Bokuto para elegir algún canal y distraer a la gente de la lluvia, menos si ponía un canal donde reportaban un tornado. Seguía siendo un torpe -
- Bokuto... Pusiste un canal de noticias internacional.
- oh...
Por otro lado, un castaño que tomaba su café caliente con tranquilidad y riendo a lo lejos por tal par, se giró a mirar al tosco chico frente suyo. Habían hablado de muchas cosas desde que el café de Iwaizumi había llegado. Se le hizo guapo que sus ojos brillarán un poco cuando tomó el primer sorbo del café y dijera que estaba bueno.
Habían charlado sobre sus vidas de adolescentes, escolar y como la vida adulta es un desastre donde tienes que vivir día a día preocupandote si lo estás haciendo bien, donde solo... Deseas ser un niño otra vez, jugar con alguna pelota y escapar por si le pegaba a alguien en la cabeza. Cosas asi.
- mi vida no es tan interesante la verdad... - habló Iwaizumi después de dejar la taza sobre el plato - sólo soy un hombre común con un trabajo común y que diariamente duerme dos horas.
Triste realidad.
- wow, y yo que me quejo que duermo sólo unas ocho. Por mi dormiría siempre - soltó una pequeña risa que fue seguida por el otro. Era hermosa. Y cuando se miraron, un cómodo silencio se hizo entre ellos - entonces... Un oficinista ¿eh?
- hay buenos amigos en una oficina, pero tambien problemas. Soportar a jefes donde solo te regañan que te bajarán el sueldo y que les traigas un té a diario...
- ¡uh yo conozco uno de esos! - interrumpió un pelinaranja, que inmediatamente agarró una silla de donde no sabían dónde y se sentó entre medio de ellos -
- ¿tu eres...? - preguntó Iwaizumi, frunciendo un poco el ceño al ver a tal energético chico que apareció de repente -
- ¡Hinata!... Ejem, estaba muy entrometido en su conversación y me dije "¿por qué no charlar con ellos? Se ven agradables" además estoy aburrido, mi novio está allá atendiendo a los clientes... - un puchero se dibujó en sus labios, mirando a tal pelinegro desde lejos -
Chismoso.
Ahora entendía de quien hablaba el mesero que lo atendió anteriormente. Era igual de intenso que el otro enano de antes. Pero mala suerte, al parecer no se habían salvado del otro ni ahora de este.
- entonces... ¿Solo viniste aquí a sentarte por aburrimiento? - está vez habló alzando una ceja. La verdad esto era algo cómico -
- ¡si! Y acostumbranse si vienen aquí seguido - rió por lo bajo y los miró a ambos con cierta inquietud - lo siento por preguntar pero... ¿Son novios?
- ¿¡q-que!? - lo que faltaba, el café que estaba tomando se le fue por las narices de la sorpresa y luego una tos le siguió. ¡Aghh se había atorado! ¡ Y en frente de Iwaizumi! Y mientras tanto se golpeaba el pecho y subía ambas manos al cielo. Iwaizumi solo se reía. ¡Maldito! - ¡o-oye! Cof... No te rías...
Pero al menos estaba riendo.
- perdón, es sólo que vi como tus ojos saltaron de la sorpresa. Y no, Hinata, recién nos conocimos hoy. Entramos a refugiarnos casi al mismo tiempo de la lluvia. - explicó ahora más tranquilo, acercando su mano a la espalda de Oikawa para darle palmaditas y que respirara después de atorarse -
- ¡oh! - sus ojos brillaron tal como dos estrellas - pues quizás es el destino. Esta cafetería es algo reconocida por encuentros algo raros y románticos.
¿Románticas?
- ¿a qué te refieres? - preguntó ya con la garganta mejor, pero sus mejillas ardían y estaban rojas como tomate. ¿Novio de Iwaizumi?... ¡Ojalá serlo! Pero recién se conocían... Y si seguían en contacto y salían a citas... ¡Enfócate Oikawa!
- bueno la mayoría de los que trabajan aquí tiene pareja. La mayoría o bueno, todos, por alguna casualidad de venir a esta cafetería. Se piensa que es magia, otros que una maldición, para mí, ¡el destino de encontrar el amor de mi vida! Todos aquí han encontrado a su media naranja al poner un pie aquí, somos conocidos por eso y por eso la cafetería cada vez se agranda más. El de allá está con el poste ese, no le hagan mucho caso. Ese guapo de allí, mi novio, conmigo... Yo entré a la cafetería solo por él~ - se distrajo un momento, pero luego volvió a retomar el tema - ese de allá es Bokuto, es el más nuevo aquí y conoció a Akaashi de forma un tanto peculiar. Bueno, todos, otra vez. Sugawara nuestro jefe conoció el amor de su vida cuando solicitaba un nuevo empleado y creo que así ha sido muchas veces... Y bueno, los que están en la cocina preparando los ricos pasteles que sirve "Dulce de Limón", también tienen otras parejas que también formaron aquí. Por ejemplo Nishinoya con el chef pastelero y su ayudante con ese calvo de allá. Lo siento si los he mareado... - si, hablaba demasiado tal y como dijo el mesero anterior -
Pero la verdad lo tranquilizó un poco saber algo tan bonito la verdad. Pero a la vez le sorprendía que eran parejas conformadas del mismo sexo. Pero la verdad no juzgaba, para el amor no hay reglas y uno no decide de quién enamorarse, sólo pasa y ya. Quizás... Sabiendo esa información, ojalá la cafetería hiciera magia para él y que el destino lo juntara con Iwaizumi o algo. ¿Era muy rápido pedirlo?
- en fin, no interrumpire más. Es la hora de descanso de mi Kageyama.
Finalmente, el pelinaranja se alejó de ellos dejándolos un poco intrigados con todo esto.
¿Así que la cafetería era algo mágica?
Eso le daba un poco de esperanzas.
También un poco de risa. Pero la verdad es que su corazón tenía un poco de calidez al entrar a una cafetería así. Se sentía algo aceptado la verdad y que no estaba tan loco también.
Quizás fue bueno una pequeña charla con ese pequeño Chibi naranja.
Quizás después de haber escuchado todo eso... ¿Será que Con Iwaizumi podrá?

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Café Caliente
FanfictionUna fuerte lluvia comienza a caer del nubloso cielo, por lo que Oikawa que justo caminaba solitariamente por las calles tiene que refugiarse en una... ¿Cafetería? ¿Por qué todos son gays? ¿Y por qué entra un refugiado más... tan caliente como el c...