5- Zar

126 15 1
                                    


Horas más tarde, las tres chicas iban en un taxi de camino a encontrarse con Winn en la puerta del estudio de tatuajes.

—No entiendo porque nos tuvimos que tomar un taxi. No te bastó con hacerme mudar a ese nido de ratas donde no puedo pegar un ojo porque si me duermo, esto la rarita es capaz de secuestrarme para sacarme la piel y hacerse un tapado —protestó Sam nuevamente. Desde que Lena le había arrebatado de un manotazo su auto, la cara de Samantha no había cambiado. Se subió al taxi, se cruzó de brazos y se encargó de actualizar sus protestas a cada rato —¿Qué tienes contra mi Lena? ¿ Por qué no dejas que use mi hermoso coche? —presionó.

Lema no quería volver a contestar la misma pregunta, no quería que Samantha la sacara por tercera vez de sus pensamientos. Su mente estaba en el lugar que quería y no quería interrumpirla, así que decidió ignorar a su amiga una vez más.

La empresaria no entendía su cuerpo, no entendía su mente, no entendía cómo se comportaba cuando Kara estaba frente a ella. Cuando la chica dormía, qué más hubiera querido Lena que acostarse a su lado y mirarla sin cansancio. Cuando despertó asustada por el exabrupto de Alexandra, Lena no pudo evitar querer tomarla entre sus brazos y tenerla segura entre ellos hasta que la rubia se tranquilizara. ¿Pero cómo podía hacer eso si la otra chica apenas permitía que estuvieran a unos cuantos pasos de distancia? Se preguntó a sí misma. Pregunta que la hizo mirar a la otra amiga que tenía a su lado, Alexandra. Alexandra había visto lo mismo que ella, la bailarina también había presenciado la forma en que Kara llegó a temblar por el solo hecho de tener las manos de Lena en cada uno de sus brazos. Evidentemente a la rubia le ponía incómoda la presencia de otras personas a su alrededor, y ni hablar de que otra

persona se acercara a ella o intentara tocarla. La misma Lena alcanzó a ver como apenas ellas salían por la puerta departamento, todo el cuerpo de la otra chica se relajó, y si no hubiese sido porque en ese momento Samantha había empezado con sus chillidos, la pelinegra hubiera jurado que escuchó a Kara suspirar.

—Si yo hubiera manejado ya hubiéramos llegado ¿Sabes? —al parecer Samantha no se callaba —si yo hubiera manejado MI COCHE, no tendríamos que ir todas apretadas en este mugriento carcacho y...

—Hazme el favor de callarte Samantha —Su amiga lo había logrado, había logrado que Lena saliera de sus pensamientos —¿Cuántas veces tengo que explicarte que por unos meses hay que tratar de pasar desapercibidas? ¡Contéstame Samantha! ¿Cuántas veces tengo que explicarte? —insistió irritada.

La chica cruzó aún más sus brazos de ser posible —Si no me dejaste usar mi Porsche, al menos hubiéramos salido en tu Mercedes —alcanzó a murmurar.

Gracias a Dios que el taxista frenó antes de que Lena pudiera contestar. La pelinegra pudo divisar a un impaciente Winn en la vereda.

—Dijeron en una hora —les reclamó el chico apenas las tuvo de frente.

—Calma tus calzones princesita, y no me mires así —lo frenó Samantha —SI hubiéramos usado MI...

—YA SABEMOS QUE SI HUBIÉRAMOS USADO TU COCHE HUBIÉRAMOS LLEGADO ANTES, PERO NO LO HICIMOS SAMANTHA. YA NOS TIENES CANSADAS CON TUS QUEJAS —para sorpresa de los otros tres, Alexandra había perdido la paciencia que la caracteriza. Las idas y vueltas con su amiga no la tenían bien. Después de la fiesta de despedida, se había prometido firmemente que no iba a dejar que Samantha hiciera y deshiciera cuando ella quisiera, se iba a poner firme en exigir de la chica mucho más de las migajas que recibía. Pero después la estúpida de Samantha la tuvo que seguir a su cuarto y bastó con que le susurrara dos o tres cosas lindas para que Alexandra dejará que Samantha la pusiera contra la pared y la hiciera gritar rápidamente su nombre. Las convicciones de la bailarina se habían ido a la miércoles junto con la ropa interior de la misma.

No Soy Para Ti (Adaptación Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora