Capítulo 19: Sofoca Tus Dudas

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Amas la lluvia más que cualquier otro tipo de clima. Algunos relámpagos y truenos de vez en cuando agregan sabor, pero en general, tomarías el golpeteo de las gotas de lluvia en tu ventana cuando te despiertas por la mañana sobre cualquier otra cosa. Si te atrapa la lluvia, los charcos son encantadores y la luz tenue donde las nubes oscuras ocultan el sol es relajante. Paraguas, impermeables y botas son algo con lo que sonríes al pensar en ponértelos y seguro, has idealizado la lluvia como la mayoría, pero también hay algo tan relajante en ella.

Esa fue la razón por la que empujaste tu cama contra la única ventana de tu antiguo apartamento, aunque no fue el movimiento más 'pequeño espacio consciente' que hiciste.

Pero en este momento, al despertar con las extremidades de Kate envolviéndote como el pulpo más lindo – que debió haberse acurrucado en tu frente en algún momento durante la noche mientras dormía, te estás tomando el tiempo para apreciar las ventanas mucho más grandes que tiene su departamento. Lo habías notado antes, claro, pero esta es sólo tu segunda noche viviendo en este lugar y sólo has estado aquí un par de veces antes de eso, por lo que no fue sorprenderte que todavía estuvieras observando el lugar y todas sus características. Especialmente porque esta era la primera vez en su habitación específicamente.

Tu corazón rezó para que no fuera la última.

No sabías lo que te pasó en estos momentos con ella, pero sabías que querías protegerla y estar en su vida mientras te lo permitiera – ya fuera incluyendo todo lo que querías con la arquera o solo amigas y compañeras de cuarto. Te dijiste a ti misma que no te importaba.

Pasaste una mano suavemente por su cabello suelto y luego su espalda repetidamente mientras mirabas por encima de su cabeza hacia la ventana que estaba cubierta con agua desde el exterior, los suaves golpeteos de la lluvia en la superficie calman tu mente.

Todo se te escapó en estos momentos.

Llevabas en tu corazón a alguien que te importaba tanto, algo que te abrumaba desde que hace un tiempo te prometiste que la despreciarías por todo lo que representaba. Podías escuchar su corazón latir contra el tuyo y parecían sincronizarse perfectamente, incluso si el tuyo era un poco más rápido debido a la proximidad de alguien por quien sentías algo. Pero eso no importaba ahora.

Todo lo que has pasado, con tu mamá, con Tony, incluso con Pepper, y demás, te llevó a donde sea que estés ahora. Y mucho de eso dolía. Pero ese dolor siempre te seguiría y no podrías dejar que dicte y controle tus elecciones en la vida. Necesitabas ser influenciada por todo lo bueno que hay en ello.

Peter era tu mejor amigo y sí, ocultó el hecho de que sabía quién eras desde antes del problema, pero aún confiabas en él. No te lo dijo porque tenía miedo de perderte y cuanto más tiempo pasaba, más difícil se volvía. Al final lo entendiste.

Estaba Fred y Alex en el refugio. Fred se convirtió en una especie de figura paterna para ti y, aunque no hablaba mucho, aprendiste algo de la lengua de señas para tratar de comunicarte con él al principio, pensando que tal vez tenía problemas de audición, pero el lo encontró divertido y creció su amor por ti – siempre estuvo ahí para ti. Te demostró que le importabas de otras maneras y siempre tomaba la oportunidad para poder demostrarlo.

Alex era alguien que había estado en una situación similar al crecer como tú, encontrando a Fred de la misma manera, pero ahora tiene más de veinte años y se ha vuelto a conectar con sus padres después de más de una década de silencio. Al igual que Peter, se pelean constantemente, pero todo es muy divertido.

Y luego está-

"Ups". La escuchaste murmurar, su cara enterrada en tu cuello, y sonreíste, todavía pasando tu mano por su espalda con cuidado, esperando que no te pidiera que te detuvieras porque sería incómodo.

Todo es eléctricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora