Capítulo 8: No Es Su Culpa

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Unas noches más tarde, estabas desahogándote. Lo que más te ayuda a salir de tu cabeza es, bueno, saltar de un edifico a otro. - ¡No pongas esa cara! Oprah no recomienda exactamente correr por una escalera de incendios solo para retroceder en un techo para comenzar a correr – rezando para que saltes entre callejones y tal vez aterrices como un superhéroe cursi, pero es tu mejor forma de desestresarte. Entre el boxeo, el campo de tiro y esto, en realidad estás en muy buena forma en cuanto a peleas, pero esas escaleras en tu edifico siguen siendo impresionantes.

No eres un vengador que lucha contra el crimen o un justiciero o alguien como Kate Bishop que... dios, esa chica sigue apareciendo en todas partes, ¿no es así?

"Podría decir lo mismo de ti", la escuchaste reír sin aliento detrás de ti y te maldijiste por murmurar tus pensamientos en voz alta sin darte cuenta, "Te he estado persiguiendo durante los últimos cinco edificios – eres como un ¡Un ninja haciendo esos saltos y volteretas y esa mierda! No quería asustarte, pero parecías estar tomando un respiro en este momento, así que... ¿pensé que era el momento adecuado?"

Terminó con una mueca cuando te volviste hacía ella, sonriendo con las manos en alto mientras se encogía de hombros, y entrecerraste los ojos, sin perder de vista el traje morado que llevaba debajo del abrigo esta vez – su arco colgaba sobre su hombro de forma segura a lado de las flechas atadas a su espalda.

"¿Por qué me sigues en primer lugar?" Le preguntaste de vuelta y ella parecía estar esperando otra respuesta, pero la descartó, ajustándose a tu actitud defensiva.

"Buena pregunta", ella asintió, dejando escapar un profundo suspiro, "me dirigí a tu casa y yo- "

"No te estás ayudando, Robin, en serio... ¿ese estilo?" Le hiciste un gesto, pero mientras ella pensaba a que te referías a su atuendo, continuaste, "No caeré como lo hizo Love, ¿mmk? Escuché que las cosas no terminaron bien para ella y yo paso con eso. Es raro que tengas mi dirección".

"¿Estás hablando de ti otra vez?" Ella arrugó la cara con confusión y un ligero disgusto.

"No, estoy hablando de ti", respondiste inexpresivamente, jugando con ella, y por su mirada de total confusión, estaba funcionando, así que, "De todos modos, me alegro mucho verte de nuevo", arrastraste las palabras, mostrándote que estabas siendo sarcástica, y luego miraste detrás de ti hacía la siguiente azotea, "Pero si no te importa, seguiré mi camino y tu puedes seguir el tuyo, acosadora".

"¡Vi quién eres!" Gritó desesperada para que siguieras hablando cuando te diste la vuelta para irte.

"...¿Qué?". Lentamente la encaraste de nuevo, frunciendo el ceño profundamente y deseando no haberla retado nunca la última vez que la viste.

"Me dijiste que lo hiciera", recordó ella como si fuera obvio, y le frunciste el ceño, retrocediendo un paso cuando ella dio uno hacía ti, pero se congeló cuando se dio cuenta, levantando las manos como si fueras un perro callejero, tratando de convencerlo de que se encariñe con ella, "Y encontré algunas cosas".

"¿Sí?" Arqueaste una ceja, ignorando cómo tu mente fue a lo peor.

"Sí", te dio una pequeña sonrisa, "Tu apellido no es Hunter, por ejemplo"; sonrió y tú levantaste las cejas brevemente con una sonrisa de labios apretados antes de continuar, "No pude encontrar a tu papá, pero tu mamá se llamaba Susan Roel y te crió en California, donde tomaste el SAT con solo doce años, obtuviste algunos de los puntajes más altos del país ese año y te graduaste de Caltech en un tiempo récord, sin mencionar que eras una de los más jóvenes graduadas en la historia, con especialización en ingeniería", habló con un tono impresionado, pero ocultó su confusión mientras continuabas mirándola, no afectada en absoluto por la información que encontró, "y fuiste blipeada poco después de graduarte", su voz era más suave cuando dijo eso, "Te mudaste aquí cuando volviste del blip, no hace mucho tiempo".

Todo es eléctricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora