026

43 10 0
                                    

Había pasado cuatro días desde el encuentro de Ashton con mi familia. Y la verdad es que aún me encontraba apenada por lo que mi madre había dicho, desde ese día no he aceptado verlo.

No me había atrevido siquiera a enviarle un mensaje o más bien, responderle sus mensajes. Me sentía patética.

No podía evitar pensar en cómo se debió de haber sentido por el trato y los comentarios hirientes de mi madre. Ella no tenía ni un derecho de hablarle así.

No podía enfrentar las cosas, pero quería verlo. Abrazarlo y no soltarlo nunca, quería quedarme con él, lejos de todos...en un lugar donde sólo él y yo existamos.

Era por esa razón que había tomado valor y había decidido hablarle para ver si podíamos vernos.

Cuando presione "llamar" quise colgar de inmediato, me detuve al escuchar el primer tono y antes de que sonara el segundo, él había tomado la llamada.

—¿Hola? —su voz se escuchaba algo baja.

—Hola Ash —murmuré, hasta en mi voz se notaba lo avergonzada que aún estaba.

—Vrai —susurró—. Me alegro de escuchar tu linda voz, por un momento creí que no volvería a escucharla.

—Lo siento —fue lo único que pude decir—. En verdad siento mucho lo qué pasó ese día con mi familia, estoy bastante apenada por el comportamiento tan grosero de mi madre, perdóname.

Las lágrimas se habían acumulado mis ojos, esperando cualquier momento para derramarse. Cuando lo escuché suspirar no pude detenerlo y antes de darme cuenta ya estaba llorando.

—Hey Vrai no llores —susurró—. No fue tu culpa, no te disculpes por algo que tú no hiciste. Además no me gusta cuando lloras, no me gusta pensar en ti sufriendo y mucho menos si es por mí.

—Es que en verdad lo lamento, no quería que toda esa mierda pasara —musitó aún llorando.

—Lo sé, sé que no lo querías pero pasó, sólo olvídalo por un momento, ¿sí?

—¿Podemos vernos?

—Claro que podemos, ¿quieres que vaya a tu casa?

—No...quieres que —me limpié las lágrimas del rostro—. Quisiera que nos viéramos en playa, la playa en donde nos conocimos. ¿Podríamos encontrarnos en treinta minutos?

—De acuerdo, estaré ahí. Por favor no llores más Vrai.

—Está bien —susurré.

—Te quiero Vrai.

El poco aire que había en mis pulmones desaparecieron después de esas dos palabras, era la primera vez que me lo decía y aunque me hubiera encantado escucharlo en persona me conformaría con ello.

—También te quiero Ash.

—Nos vemos en 30 minutos entonces. Conduce con cuidado y no arrolles a nadie, no quisiera que te enamoraras de alguien más.

Lo último me hizo reír ya que recordé que esa fue la manera en la que nuestras vidas volvieron a coincidir tiempo después de habernos conocido en la playa.

—Lo haré, pero mis ojos sólo están puestos en ti Ashton.

—Me encanta escuchar eso.

—Tú también ve con cuidado, adiós.

—Adiós Vrai.

Él fue quien terminó la llamada, me tomé unos pocos segundos para después ir a cambiarme la pijama y ponerme otra cosa, la noche estaba por caer así que debía de darme un poco más de prisa si quería llegar a la playa para observar el atardecer y ver como el agua también se teñía.

Midnight | A.IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora