𝗻𝗶 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀, 𝗻𝗶 𝗲𝗻𝗲𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀 ❥ hyunin

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Al escuchar eso Jeongin se acercó temeroso hasta los otros dos que parecían tan felices después de ese encuentro, si la chica era linda de lejos, lo era muchísimo más de cerca, además de que olía muy bonito. A pesar de las quejas del pecoso, Yang jaló la sudadera marrón que traía Hyunjin para llamar su atención.

- Chefsito.

Hasta ahí el más alto pudo verlo centrando su atención en él, pero sin ser grosero con la chica.

- Ahora vuelvo Hyun, mi papá seguro me está buscando.

- Sí, con cuidado, aquí te espero.

La bonita niña avisó con su mano a los dos dejándolos solos al igual que Felix que no cabía de la vergüenza por el actuar infantil de su amigo.

- ¿Quién es ella y por qué te abrazó así?

- ¿Celoso? - le preguntó mientras tenía una gran sonrisa en su rostro.

- No, pero tú dijiste que no te gusta que te toquen.

- Buen punto, ven - lo guió hasta una mesa vacía - come esto, le traje a Felix pero creo que se fue, cuando venga ella se lo daré.

- No, yo tengo demasiada hambre, puedo comerlo todo.

- Está bien - empezó a reír mientras sacaba sus contendores sin ser consciente que Bang no estaba, aunque no era algo que mucho le importara.

- ¿Y bien?

- ¿Quieres saberlo todo?

- Sí - asintió reiteradas veces empezando a almorzar la ensalada que le llevaba el mayor.

- ¿Recuerdas que te dije que mi papá conoció a un hombre que lo metió en eso de las apuestas?

- Sí.

- De igual manera, cuando ya estaba hasta el cuello de las deudas conoció al papá de Yujin que es dueño de una de las televisoras más influyentes del país, quién sabe cómo pero le pidió dinero para pagar. Por obviedad el señor quería algo a cambio hasta que pudiera regresar todo el dinero.

- ¿Y?

- Y una vez papá hizo que lo acompañara a esa empresa, el señor dijo que quería que yo fuera el novio y posterior esposo de su única hija.

- ¿Por qué?

- A ella ya le habían roto el corazón muchísimas veces ya que la buscaban por interés, el idiota de mi papá me ofreció. Prácticamente iba a venderme.

- Woa.

- Me llevaron a su casota y ahí la conocí, siempre fue muy amable conmigo, me escuchaba y me ayudaba en algunas cosas, convivimos algunas semanas, pero por más que lo intenté no llamó mi atención románticamente, posiblemente la veía como una buena candidata para ser mi primer amiga.

- Pero.

- Pero cuando estaban por firmar el contrato ese señor dijo que tenía que olvidarme por completo de la cocina, que iba a enseñarme todo lo del manejo de empresas pero que jamás pondría un pie cerca de un horno o batidora, iban a arruinar mis sueños.

- Chefsito - dejó de comer para tomar su mano sobre la mesa.

- Enfrenté a mi papá y le dije a Yujin llorando que me disculpara pero que simplemente no podía casarme con ella, no podría renunciar a lo que amo. Mi papá me corrió de la casa y por ende el señor An rompió el contrato, así que ya no le daría el dinero.

- ¿Entonces?

- Meses después de que me salí de casa me enteré que Yujin había convencido a su papá para prestarle el dinero a los míos sin pedirle algo a cambio, me envió un mensaje pidiéndome disculpas por no pensar en lo que yo quería y solo seguir órdenes de su papá, me dijo que me deseaba lo mejor. Perdí toda la comunicación con ella hasta ahora que llegó. Su papá iba a demandarnos por no cumplir con ese contrato y ella me protegió, jamás le agradecí lo suficiente.