XII

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Si bien, les costo adaptarse al ritmo académico que llevaban los demás, todo acabo correctamente, y agradable.

Conversaron y se amistaron enseguida con varios del salón de clases, quienes no se mostraron ni sorprendidos ni en desacuerdo con su relación, la cuál aún no estaba definida.

-Mi rey, oiga.- llamó el flaco, tomándose el café. El menor alzó las cejas, mirándolo por sobre el libro de filosofía. - ¿Cómo vei este?- preguntó, refiriéndose al piercing en la lengua. Jungkook se sonrojó al pensar en las posibilidades.

-Me gusta. Me agrada. Apruebo.- dijo.

Jin sonrió y siguió mirando fotos de piercings y tatuajes.

-¿Me acompañai después de la escuelita?

-Obvio.- dijo el menor, imitando el tono del viejito de "el hoyo", estirando sus labios, esperando una respuesta afectiva del más alto, quién sonrió y le besó. -Dame muchos besos porque después cuando te hagas el piercing no me vas a poder dar besitos hasta harto rato.- dijo, cerrando el libro. Jin sujetó su cintura y junto sus narices, dándole un beso de esquimal.

-Oye... Yo.. Te quería preguntarte una pregun

-¡Jungkook, necesito tu ayuda urgente!

Jin chasqueó la lengua y agarró su teléfono.

Pa la otra.

[…..]

Enésima vez que le arrebataban a Jungkook y no podía hacerle la pregunta intensa.

Ya estaba con los nervios de punta y chatisimo de todo.

¿¿¿¿Por qué se empeñaban en alejar a su hombre???

Bufó. Y PORFIN TOCARON EL TIMBRE DE SALIDA.

Salieron de la sala full felices, caminando hacía la salida, tomaditos de la mano. Jin sudaba como nunca.

-Amorcito bello. -dijo nervioso. Jungkook alzó su mirada, con sus ojitos brillantes, los cachetitos colorados por el flujo de sangre, los hoyuelos marcándose ante la sonrisa, y tan precioso... -Te kero kaleta.- dijo y besó cortamente sus labios, sin atreverse.

Eri entero aweonao Jin, la pulenta. Pensó insultandose a si mismo.

Llegaron al local dónde el más alto se haría la perforación y entraron, uno más emocionado que el otro, claramente.

-Ya, yo te espero aquí.- dijo Jungkook y sonrió. Jin entró, super redi pal corte y el chiquitin se quedó en la salita de espera, sentado, observando el alrededor del local.

Miró su teléfono un rato, y no pasaron ni 5 minutos y Jin ya estaba saliendo con una sonrisa.

-Vamod.- dijo, con la lengua medio hinchada. Jungkook rió y se levantó, yendo junto a él. -Amod quiedo que tomi once en mi casa.-dijo. El menor rió nuevamente y tomó su teléfono para pedir permiso.

El cuál le dieron con gusto, hace mucho tiempo que Jungkook no iba a casa de algún amigo...

Jin lo observó con detalle, viendo sus facciones, captando aquellos pequeños movimientos o acciones que hace al hablar por teléfono, cómo muerde el interior de su mejilla, cómo abulta los labios.

La carita de felicidad al colgar. ¿Cómo alguien podía ser tan hermoso? No había explicación coherente para Jin al ver el rostro del menor, pensando siempre lo mismo. Tratando de encontrar algún defecto en Jeon, el cuál nunca encontraba, y si alguien más o él mismo lo hacían notar, Kim en lo único que podía pensar es en cuán enamorado está, incluso de sus imperfecciones. ¿Se puede sentir algo así de fuerte por alguien?

Claro que sí, y lo confirmaba con sólo mirar al menor y tocar su pecho, sintiendo el latir desbocado de su corazón. ¿Jungkook sentirá lo mismo por mí?

La constante pregunta que le agobiaba, y su única preocupación deprimente. El pensar que Jungkook no le quisiese de la misma manera le deprimía un poco, pero al ver los ojitos del menor mirándole, con tanta dulzura y amor, le hacía sentirse weon de siquiera pensarlo. Tomó su mano, sintiendo una descarga eléctrica recorrerle de pies a cabeza, sus manos calzaban perfecto, a pesar de la diferencia, sus dedos se entrelazaban cómo si hubiesen sido creados para estar así. Y quizá así lo era. Estaban destinado a estar así de juntos. Así de enamorados.

Jungkook le sonrió, haciendo explotar miles de fuegos artificiales en su interior. ¿Cómo podría vivir sin aquella sonrisa iluminando sus días? ¿Era muy acelerado amarle con tal intensidad? ¿Estaba mal quererle así?

En verdad, ¿importaba el tiempo?

Realmente estaba enamorado de Jungkook, y nisiquiera el tiempo sería capaz de evitarlo.

-¿Quedi pododear codmigo?

Deberías habérselo preguntado antes de tener la lengua hincha' aweonao.

-Obvio.- nuevamente, la entonación del viejito de "El hoyo". Aunque Jeon temblaba de pies a cabeza ante la sorpresa de la pregunta. La respuesta había salido estúpidamente automática de su garganta. Jin se quedó ahí, quieto, igual que él.

- Deberíamos besarnos pa romper la tensión

Trencito || JINKOOK✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora