^8.

330 33 0
                                    

NARRA ROSEANNE:

Han pasado días largos. Entre esos días han habido más de cuatro noticias sobre lo que paso en Portugal y de cómo deje el escudo de la mafia que no son mas que las iniciales de mis apellidos. También entre todo he tenido muchas cosas, contratos con personas dentro y fuera de Asia para la venta de droga, demasiado y de la más conocida droga. Dejé de hacer los negocios de trafica de personas, realmente ese negocio nunca fue parte de mi, fue echo por uno de los exs hombres de mi padre. No puede hacer nada para las chicas ya vendidas, nunca me gustó meterme en ese negocio pues siempre que me informaban algo de el me recorría un fuerte y brutal escalofrío por todo mi cuerpo, dejándome totalmente mal por el resto del día.

Estos días no he hablado con Lalisa, la cuál siempre llama dos veces al día y manda mensajes preguntado donde estoy o por que no contestó.

Y luego está la cafetería de las hermanas Kim. Me hice amiga de Jisoo, tiene un lado de maternidad y hermandad a la vez que me confunde pero a la vez me hace sentir segura cuando hablamos, que lastimosamente no se ha podido más de diez minutos en cada encuentro que tenemos. Luego de ella está Jennie, la mujer la cuál estoy decidida a dejar todo esto, a poder liberarme no por mis padres, si no por ella, no sé si estoy haciendo lo correcto pero lo único que quiero es vivir una vida tranquila. La última vez que vi a Jennie fue cuando curó mis heridas, las cuales ya están mejorando y ya no se ven moradas ni tampoco grandes, fue la segunda vez de algo, algo que me quedo claro.

- ¿Rosé?

- ¿Hm? - Veo a la receptora de la voz.- ¿Qué pasa?

- Tengo que hablar contigo. - Se sienta enfrete de mi.-

- Adelante. - Dejo de lado los papeles que tenia sobre mis manos.- ¿Es importante? - Asciende.- ¿Qué sucede Irene?

- ¿Sabés lo que está pasando? - Arrugó mi entrecejo.- Es que eres tan idiota. Mataste a Jacob, a tú ex, a la persona que más tenia poder en Europa, ¿lo notas o no? - Miro un punto fijo sin entender.-

- ¿Qué ten-

- ¡Tú maldita mafia está siendo conocida en casi todo ese puto continente! - Da un golpe con la mano sobre mi escritorio para levantarse y dirigirse detrás de mí para ver sobre la ventana.- ¿No notas la gravedad de este asunto? dejar una huella la cuál están investigando por qué esas iniciales. Los hombres de ese tipo murieron si, pero no todos imbecil. - Me levanto y la veo.-

- Ya. - Aprieto mi mandíbula.-

- ¿Ya? - Suelta con un bufido.- ¡¿YA?! ES QUÉ ERES UNA IDIOTA. - Se pone frente a mi, casi chocando nuestros alientos los cuales apenas son notables.- ¿De verdad no entiendes? sus aliados van a ir a por ti, vas a ser la personas más muerta, fría, sepultada, entumecida, tiesa y bajó tierra más de mil metros, que pueda conocer.

- Irene. - Tomo aire.- Dejare todo esto al final y al cabo.

- Ja, ¿si? pues dudo que lo puedas hacer si te expones de esa manera. - Re lame sus labios y muerde el inferior.- Mira Chaeyoung, si realmente quieres dejar esto debes de pensar sobre tus acciones, deja de ser idiota una vez por toda tu vida y has algo bien.

- Lo dejaré, claro que lo haré pero aún no se cuando será.

- ¡Hazlo antes de que sepan qué eres tú la que controla esta mafia! - Me agarra del cuello de la camisa.- ¡Te matarán si se enteran que Roseanne Park Chaeyoung es líder de esta mafia! ¿sabes qué está siendo reconocida en casi todo el mundo? - Me suelta.- Mataran a las personas dentro de esto al rededor del mundo las cuales son mínimas pero de ayuda, luego matarán a los que están aquí, en Corea del Sur, los más importantes, luego a nosotros, los que somos tus ayudantes y somos muchísimo más importantes que las anteriores, nos matarán a mí, a Hoseok, A TODOS. - Me suelta una bofetada sin ninguna razón.- ¡Luego a ti! - Grita.- Si te quieres salir de esto hazlo de una vez, antes de que te arrepientas y que al final del día estemos todos muertos. - Veo sus ojos y detonó preocupación.-

- Haré las cosas bien, la mafia se la dejaré a otra persona.

- Chaeyoung, no lo pienses y libérate de esto.

No pude contestar sus palabras pues cuando la busqué con la mirada ya estaba cerrando la puerta de mi oficina.

Claro que se que esto es peligroso, claro que si tardo más me pueden matar, claro que se que si no hago bien las cosas no podré vivir lo que tanto he soñado.

Por un momento cruzó un pensamiento en mi cabeza, la cual siempre pienso cuando quiero ser libre.

¿Porqué no pude hacer las cosas como mi hermana Alice? Ella está en otro país, dejó todo de lado, dejo de lado lo que eran nuestros padres, dejó de lado esos momentos donde nuestra familia era amenazada de muerte. Ahora estaba viviendo su vida de la forma de la cual siempre me contó, la forma de la cual me decía una y otra vez cuando no podía parar de llorar después de escuchar los gritos de nuestros padres pelear por algo que no entendía en su momento.

Obvio que desearía haber hecho algo como ella, sin perjudicarme ni perjudicar a otras personas.

Ahora Alice estaba casada con un hombre, él cual le dedica el tiempo necesario a ella y a sus hijos, mis sobrinos. Casi nunca hablamos, pero cuando lo hacemos termino llorando y preguntándome una y otra vez el por que no pude vivir en paz y seguir con lo que me atormentaba desde pequeña, la muerte de nuestros padres nunca fue fácil pero cuando ella vio una buena oportunidad para salir de país me advirtió de hacer las cosas bien, de buscar mi felicidad y mi camino el cual no me tenga que arrepentir de lo que decidí.

Ese camino es el cual estoy ahora. Llorando con el cuerpo abrazado y balanceándome sobre mi. Ahora tenia que alejar todo tipo de peligro para poder vivir en paz, para poder amar.

Amar.

La palabra la cual le he podido poner un receptor, esa persona pequeña, menor que yo que parece mucho mayor que yo, la cuál me mira con sus ojos felinos enojados cada vez que me ve.

Jennie Kim es la receptora de esa palabra y acción que no puedo concretar ni de mostrar.

El miedo.

Miedo que tuve cuándo podía escuchar a mi padre ebrio por las madrugadas peleando con sus hombres sobre lo que hicieron. Miedo la primera vez que escuche cartuchos de pistolas, ametralladoras y escopetas recargando. Miedo el que la primera vez como una bala atravesaba el cuerpo de alguien y como lo mataba a los segundos. Miedo el que sentí cuando vi a mis padres muertos y deformados.

Miedo de que a alguien que quiero le pase lo mismo a lo que mis padres sin que lo pueda evitar. Miedo de intentar tapar su herida con mis manos ver como el rojo de la sangre corre por su piel. Ese miedo de no saber si a Jennie, Lalisa, Jisoo, Irene, Hoseok, Jungkook, Jackson, Alice y a más personas. Ese miedo es el que tengo desde siempre y el cual suma a otras dos personas.

¿Qué es lo qué tengo que hacer? ¿Salirme ya de la mafia? Pero si me salgo de una vez me podrían matar aún así, la mafia es poderosa de por si y sin importar si me salgo ahora o más tarde me matarán o matarán a otra persona.

El camino que siempre tuve que haber elegido fue el no meterme con esta mierda de mafia y siempre lo repito, pero desde que entre siempre fue tarde desde el principio para salirme, no importa lo que haga, hay algo que no puedo controlar y que llegara tarde o temprano a mi y a mi destino, así como el que lleve a muchas personas a ese.

Muerte.

ROJO. [ Chaennie ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora