^14

253 23 6
                                    

NARRA ROSEANNE:

Al dejar a Jennie en la cafetería fui directo a mi casa aquí en Seúl, con gran velocidad y sin importarme si tenia algún problema de tránsito, llego a tiempo récord a mi hogar y bajo rápidamente, viendo todos los carros estacionados en la entrada principal. Entre al lugar y veo a todos en silencio, me voltearon a ver sin decir nada.

- ¡Oh! ¡pero miren a quien tenemos aquí! - dice uno de los que trabajan para mí.- ¡Nuestra jefa! ¡nuestra maravillosa y grandiosa jefa, de la cual se está tirando a una niñita y es más importante que todo lo que le puede pasar a su gente! - se puso frente a mi.- ¿Ahora por fin estás aquí? ¿por fin te interesamos? ¿después de saber de la muerte de Kang? - me tenso en mi lugar y supongo que mi expresión de sorpresa fue visible pues el tipo frente a mi soltó un bufido.- ¿No sabias? - no contestó.- ¿Qué tan importante es esa niña para dejar de lado estos temas, Park? - se acerca más a mi.- Solo te acostarás con ella y cuando la tengas justo donde querías la dejaras.

- No te metas donde no te llaman, Han. - me aparto de él y voy hacia una pequeña barra donde hay alcohol y me sirvo, lo tomo todo de un solo trago haciendo una mueca y quemando mi garganta.- ¡A nadie de aquí le importa mi vida fuera de todo esto! ¡fuera de la mafia! ¡¿entienden?! - miro a todos, viendo como la mayoría bajaban la cabeza.- Ahora... necesito tomar algo para el dolor de garganta. - miro a un lado, encontrándome a una chica.- ¿Como te llamas?

- Mi yeon, un gusto señora. - hace una reverencia de noventa grados.-

- Igual. - aclaro mi garganta.- Hazme el favor de encontrar alguna medicina para el dolor de garganta por favor. - al decirle eso me siento en el único sofá disponible que hay, viendo de reojo como llega Irene, acercándose a Jackson y los demás.- Se que no he estado presente las últimas semanas y me disculpo con todos por eso, me disculpo por no poder evitar la pérdida de Kang y como la de Jungkook, pero a partir de ahora, intentare estar siempre presente, para cualquier emboscada. - suspiro, acariciando mi sien.- Por favor, quiero que la ceremonia de despedida sea única, como la de Jungkook pero... un poco más especial. Como saben. - me levanto del sillón.- Kang trabajo junto con mi padre y mi madre, protegiéndolos en cualquier ataque y se ofreció a cuidar mi espalda cuando ellos murieron, así que sabrán que él fue un miembro importante dentro de todo esto. - miro a la ventana donde veo que llegan camionetas blancas desconocidas.- ¡Todos vayan por las armas! - grito, haciendo que algunos vean sobre las ventanas y otros corran donde están las armas en un cuarto escondido.-

Al ver como se bajan varios tipos con mala ropa y armas corro detrás de un mueble para cubrirme pues a los segundos escucho como las balas quebraron las ventanas y como compacta contra el cemento de la pared de afuera. Volteo a los lados y veo como algunos de mis hombres están refugiados sobre las paredes para subir y otras divisiones y de cómo algunos fueron compactados por las balas.

- Mierda. - susurro.-

- ¡Park! - veo a Irene gritar a unos cuantos pasos a mi.- ¡Tenemos que irnos ahora, te buscan a ti!

Como puedo voy hacia ella y quedo acostada boca abajo cubriéndome la cabeza al escuchar como los disparos incrementaban.

- Necesito un arma. - digo para mí misma.- ¡Hey! ¡Felix! - voltea a verme el rubio.- ¡Un arma!

Al instante me lanza dos pistolas de alto calibre. Le doy una a Irene y compruebo el cartucho al ver que está lleno.

- Tenemos que salir de aquí con la mayoría de todo de nuestra gente y al menos haber matado a la mayoría de esos tipos. - le digo a la pelinegra.- Pero para eso necesitamos mejores armas, no simples pistolas. - me asomó y disparo cerca de uno que se agacha.-

- Roseanne, espero que no le hayas dicho algo a la niña.

- ¿Eh? - arrugó el entrecejo.- ¿Jennie? ¿porqué?

ROJO. [ Chaennie ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora