•Capítulo V•

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Un mes.

Había pasado un mes desde que le había dicho aquellas palabras"Me gustas"Al parecer no le había gustado mucho.

No le hablo durante la cena de ese día y tampoco le había dirigido la palabra.

A menos que fuese necesario.

Era triste.

Muy triste.

Quería estar cerca de el.

Su olor le gustaba, lo tranquilizaba.

Y el solo se alejaba.

Frunció sus labios.

Y dejo la escoba en su sitió, había terminado de limpiar, el almuerzo estaba listo, todo como debería de ser.

Él había salido hace más de dos horas.

Y aún no regresaba.

Estaba preocupado.

A veces sentía que le molestaba su presencia, que lo incomodaba.

Se sentó en el sofá, no había sudado, de hecho no solía hacerlo, la casa tenía una buena calefacción.

Se recostó en el sofá, mirando al techo de madera, mordiendo su labio inferior, sintiendo sus mejillas arder.

Avergonzado de si mismo,¿Cómo podía extrañarlo tanto? A penas y se conocían.

No sabía nada de él.

O de su trabajo.

Nada.

Y a el tampoco le importaba mucho hablarle de el o intentar conocerle.

No le importaba en lo absoluto.

Y el intentaba preguntarle cosas sobre el, y sus secas respuestas eran como:"No debes saber más de mí, de lo que ya sabes, no es necesario" "No te importa" "¿Pará que quieres saber?"

Sin duda le importaba.

Claro que sí.

¿Cómo de forma tan rápida todo su mundo se centró en él? todo era el.

Sintió sus ojos pesados y su cuerpo liviano.

Y callo dormido.

Acarició sus cabellos, su mejilla, su pecho.

Bostezó.

Y arqueó la espalda estirando sus brazos.

Abrió los ojos.

Quería dormir más.

Pero ¿Y si Itachi ya había llegado?

Se levantó rápidamente.

Pasando por un espejo del pasillo mirándose en el, de hecho no se veía tan mal.

Ya no tenía ojeras, su cabello era más suave y no estaba al punto de desaparecer por la escasa comida que consumía.

Itachi se aseguraba de que se alimentara bien.

Aún así no engordo mucho, los huesos de sus clavículas y caderas se marcaban de igual manera.

Y si lo veía bien, no se veía tan mal.

Miro hacia un lado, sintiendo un olor calarse en su nariz, un olor que reconocería siempre"Itachi".

Había llegado.

Corrió hacia la cocina emocionado.

Y efectivamente estaba allí, sentado almorzado, justo al lado de las cosas que había traído del supermercado.

I Wanna Be Yours (Itasasu-Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora