Mantente a salvo.

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¡¿Por qué demonios esta chica nunca contestaba su celular?! Ni siquiera en una situación como esta parecía registrarla. Le frustraba tanto, le habían dejado tantas llamadas y mensajes incluso antes del desastre y ninguno había sido contestado.

"Niña ¿dónde rayos estás metida?"

Estaba preocupada, por supuesto, todas lo estaban. Pero era tan estresante no tener ninguna respuesta aún, pero no pensaría lo peor ¡Eso jamás! Su prima estaba bien, seguro que si.

Se decía Tiffany una y otra vez queriendo calmar sus nervios, Emily, teniendo su propio método para eso, no había dejado de comerse las uñas todo el rato.

Hace casi un día que había empezado el caos, en los noticieros decían que no salgan de sus domicilios por nada del mundo. Habían cerrado su puerta poniendo obstáculos detrás, movieron muebles dejando un desorden que las hacia sentir más seguras, más sin embargo, por la ventana habían podido ver el caos que se formaba.

Se sentían egoístas, pero de verdad agradecieron al cielo que en el momento en que todo sucedió ellas hayan estado encerradas en su apartamento, pero tranquilidad es lo menos que habían tenido. Ni siquiera habían podido pegar un ojo en toda la noche, habían llorado cada muerte ajena que visualizaron.

Estaban perdidas, no sabían qué hacer.

Tiffany intentó marcar de nuevo al celular de su prima.

—¿Crees que se extendió hasta allá? —preguntó Emily, ya que no sabía si ya el virus había llegado completamente hasta la ciudad de su prima.

—Ni lo quiera Dios —murmuró en respuesta.

—Quizás ella...

La mayor interrumpió el comentario negativo que sabía iba a decir su hermana.

—Quizás nada, para ya. ¡Qué me vas a volver más loca joder! —soltó exasperada y empezó a caminar de un lado a otro en la sala.

En ese momento sonó el noticiero haciendo que ambas chicas volvieran su completa atención al televisor y se sentarán frente a este.

"Queridos televidentes, buenas tardes. Les saluda su reportera Anastasia Beltrán, el virus que ha atacado a gran parte de nuestra ciudad se ha extendido a Warrensburg y alrededores...

Se levantaron de golpe, mirándose horrorizadas. Su prima residía allí.

"Algunas ciudades ya empezaron a ser evacuadas, por lo pronto, no se ha podido detectar el origen de dicho virus, científicos se encuentran investigando por todos los métodos si existe alguna manera de prevenirlo o curarlo. Más sin embargo, aún no se ha tenido una respuesta en concreto. Los infectados son atraídos por el ruido, y durante la noche parecieran perder estabilidad. Convierte a las personas en seres irracionales y violentos que se atacan unos a otros. Mientras no se encuentre una solución, le pedimos a la población que se mantenga resguardada en la seguridad de sus casas. Llamen a la policía dando su ubicación, utilicen el #seguimosvivos en redes sociales para facilitar su rescate. Sin más que decir, me despido. Seguiremos informando"

—Llama a la policía, yo me encargo de la red social —dijo Emily yendo a su habitación por el celular mientras Tiffany llamaba desde el suyo.

Las redes sociales eran un completo caos, videos de gente corriendo despavoridas, otras siendo devoradas, por más sorprendente que suene habían personas que transmitían en vivo lo que veían, sus huidas, sus escondites, y tristemente muchos de esos terminaban en muerte.

Emily subió una foto en la habitación de su apartamento cubriendo su rostro, poniendo la ubicación y el hastag. Entre la tendencia, buscó desesperadamente a su mejor amiga, quién al igual que su prima no daba señales. Abría una y otra vez su chat con la esperanza de encontrar algo diferente pero nada. La cosa no cambiaba, y la simple idea de que alguna de a esas dos chicas les pasara algo, la hacía tambalear.

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