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Diecisiete años tenía el día en que dejé de respirar. El día en que la oscuridad me cegó para siempre. Parece extraño el recuerdo de esos últimos días, como si fuese lo único que pudiese recordar. Cuando intento abrir los ojos y todo sigue oscuro allí, no hay tal cosa como el cielo, al menos no estaría sabiendo cómo llegar ahí.

Pero debería comenzar desde el principio, donde todavía había un cielo sobre mi cabeza, y no oscuridad, donde al respirar no me sentía ahogado por mis propias lágrimas.

Las clases iban con normalidad, no faltaba nada para iniciar las tan esperadas vacaciones y poder descansar de cada examen que había colmado con mi paciencia. Todos estábamos cansados, el frío de los días no ayudaba a soportarlo y casi que obligaban a uno a quedarse en la cama. Aunque tenía un motivo mejor para no hacerlo. Aquel motivo se llamaba Kim Jongin.

Jongin compartía la misma clase que yo, traía su cabello dorado; teñido, claro, un poco largo y llevaba esa gran sonrisa siempre que estaba conmigo. Por lo demás, era un chico tímido en realidad, con el mismo temor que yo a que los demás descubriesen el gusto pecaminoso de querer a alguien del mismo sexo en plena era del dos mil. Nunca llegamos a ser algo, ni siquiera éramos amigos antes de que me diese cuenta de que me gustaba y yo le gustaba a él. Nos habíamos dado cuenta de ello luego de tantas miradas y sonrisas nerviosas que cruzábamos la mayor parte del tiempo. Él solía dejarme la tarea los días que faltaba a clases, así que pronto pudimos ser capaces de intercambiar poco más de unas cuantas palabras sin morir de la vergüenza. No podría atreverme a llamar amistad incluso con eso, me gustaba demasiado y él lo sabía. Pero el día en que mi felicidad llegó a su brote, fue el de mi primer beso.

Baekhyun traía esa mala cara en el rostro, señal de que algo no andaba bien. Al ser un libro abierto, uno siempre sabía lo que podía sucederle, aunque en algún momento Baekhyun abría la boca y soltaba todo sin necesidad de preguntarle, y así nos evitaba muchas incomodidades.
Las clases habían finalizado, pero Minseok, Baekhyun y yo teníamos un club activo de lectura en la biblioteca los jueves al terminar las clases. Había algunas chicas más que también pertenecían al grupo, pero nuestra actividad del último mes era separar el grupo en dos, y ambos dar una opinión al finalizar dicho mes sobre la apreciación de la lectura desde el punto de vista de ambos géneros, cómo incorporaba uno el libro leído en la vida. Era una actividad interesante, aunque la mayor parte del tiempo la usábamos como excusa para perder tiempo, ya que las chicas no nos estaban vigilando y ellas preferían tener el club en una de las aulas porque les dejaban ambientar el lugar con música, cosa que claramente en la biblioteca no se podía.

Miré a Minseok para pedirle un poco de apoyo antes de acercarme a preguntar qué le sucedía. Min asintió y se acercó hasta mi lado, acompañándome a la mesa de la biblioteca que ocupaba el castaño. Teníamos la suerte de que no estaba la bibliotecaria para hacernos callar por hablar.

—Hey, Baek, ¿qué sucede? —Me atreví a dar el primer paso para iniciar la conversación, haciendo que el castaño levantase su cabeza al notar nuestra presencia.

—Chicos... —hizo una mueca con su boca y luego chistó. Parecía estar molesto, como cuando mencionaba que sus padres peleaban y aquello lo ponía tenso— es que... Mis papás volvieron a pelearse feo anoche, nunca les oí gritar tanto, solo quería irme y dejar de escuchar todo.

Le miré con cierta pena, ciertamente Baekhyun era muy sensible y este tipo de cosas le dolían en lo profundo.
Minseok le tomó su mano como muestra de apoyo y Baekhyun le sonrió agradecido por el gesto.

—Mi mamá lo echó de la casa, o él decidió irse, no estoy seguro —esta vez revolvió su cabello y tiró levemente de este—. El punto es que esta vez de verdad se han separado y me pone mal, ambos han arruinado lo poco estable que estaba la familia por peleas patéticas que me he cansado de intentar frenar. Estoy cansado de todo eso, todo es una mierda.

Portrait Of You / KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora