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Comencé a sentir pequeñas cosas atrapar mis manos. Al percatarme, parecían raíces que se sujetaban poco a poco en mis dedos. No entendía por qué sucedía eso. Pero dejé de darle importancia al levantar la vista. Jongin estaba sentado en el suelo de su cuarto, abrazando sus piernas mientras miraba a la nada en silencio.

No supe si irme de allí o qué. Las cosas que había dicho la última vez llegaban como un látigo a mi mente. No quería causarle más daño del que él ya me ha mencionado, pero no sabía qué otra cosa hacer. Deseaba más que él terminar con todo esto, odiaba ver sufrir a todos o que Jongin me odiara. No quería que él me odiara.
Con paso trémulo me fui acercando lentamente hacia Jongin, sentándome a su lado sin llamar su atención. Le miré atento, intentando deducir su próximo movimiento, lo último que quería era que me echara de su lado otra vez.
Pude atreverme a reposar mi cabeza sobre su hombro, él no se movió ni dijo nada.

-No sé qué hacer.

Fue lo único que pude decir y los minutos corrieron en un silencio sepulcral que ninguno de los dos interrumpió. Jongin aún miraba la pared casi sin siquiera parpadear. Me dolía verlo así, pero necesitaba que ayudara, era la única persona que podía verme.

-No eres real -le oí decir por fin-, si te ignoro, desaparecerás pronto.

Me tomé un tiempo antes de contestar aquello. Alcé la cabeza para mirar a Jongin con detenimiento, no parecía haber ninguna expresión en su rostro.

-No quiero que hagas eso. Tengo miedo.

Jongin llevó sus manos a su cabeza, moviéndolas al rededor de esta.

-Todas esas voces me dicen que estás muerto, que te olvide.

-No les hagas caso, estoy aquí contigo, mi amor -acaricié su mejilla suavemente-. No me dejes solo.

-No puedo vivir con eso en mente. Prefiero mentirme y pensar que solo te has ido de viaje y no quisiste regresar nunca más. No quiero vivir sabiendo que es verdad que ya no estás.

-Ni siquiera yo sé dónde estoy, Jongin. No te rindas conmigo, por favor, eres lo único que tengo.

-Cállate.

En este momento no sabía qué rumbo tomar.

No hallaban ninguna pista que dijera dónde estaba, aún ni con los detalles que proporcionó Sehun. Todo parecía quedarse en la nada y cada día que pasaba, me sentía un poco más... No quería decir muerto, pero no encontraba otra palabra para describir lo que sentía.
Extrañaba a mi familia, a mis amigos, y todo lo demás que podía experimentar con vida.

Pero entonces caí en la conclusión de algo. Baekhyun era el único que podía ayudarme, Jongin no quería saber de mí ya, pero mi mejor amigo haría cualquier cosa por dar con la respuesta correcta. Lo único que me impedía hacérselo saber, era Jongin.

-Necesito que me dejes hablar con Baekhyun -dije, obligando a Jongin a voltear.

-Ni lo pienses.

-Él me encontrará.

-Olvídalo, ya no estás vivo.

-¿Por qué eres así? -sentía los ojos llorosos otra vez. No entendía por qué era tan cruel.

-Porque lo meterás en un círculo vicioso del que no podrá salir, así como hiciste conmigo.

-¿Ahora sí te preocupa él? ¿Qué te sucede? ¿No querías tenerme de vuelta? ¿Acaso no me amas?

Jongin se molestó cuando dije esto último.

-No digas eso.

-Pues así parece. Creí que... -sentí un dolor profundo en mi pecho, sin embargo seguí hablándole- creí que eras el único que podía ayudarme.

Portrait Of You / KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora