Capítulo 1

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FREYA

-¡Despierta muchacha!

Despierto de golpe tras el grito de mi padre y gruño al recordar que el significado de mi existencia por ahora, es ir a las clases en el instituto.

Me levanto con pesadez y y tomo mi celular observando que son las 7:40, lo cual significa que como siempre, voy tarde.

-Carajo.

Corro hacia el baño, me deshago de mi pijama y me adentro a la ducha mientras pienso en mil excusas para evitar la regañada de la maestra de Estadística.

Me tomo al menos 10 minutos hasta que me dirijo a mi ropero y escojo un jean negro, una blusa negra escotada y una casaca negra de cuero.

Amo el negro

Me cambio rápido, peino mi largo cabello rubio y me maquillo un poco los ojos azules, colocándome rímel y demás.

Bajo las escaleras de dos en dos, hasta que veo a mi padre sentado en la mesa de la cocina bebiendo café y leyendo un periódico.

-La casa se va a venir abajo con tus pisadas.-me dice mirándome de reojo

Lo miro mal y este suelta una risita y me señala con la cabeza un jugo de frutas y una rebanada de panqueques.

Lo tomo, le agradezco y salgo disparada hacia mi hermoso auto color negro estacionado perfectamente en la calle.

Entro y coloco en el reproductor de música Apologize de OneRepublic, mientras acelero hasta el instituto.

Una de mis cosas favoritas en el mundo son las canciones lentas en inglés. Son mi debilidad y mi refugio en todo momento.

Tarareo la canción y me doy el lujo de mirar de vez en cuando por la ventana y ver a algunas familias o parejas riéndose o tomándose de la mano.

Disfruten mientras dure

Ignoro la tensión en mi estomago y en el pecho y sigo con mi camino hasta llegar al famoso instituto, donde ya me espera Kaia en la entrada vestida con su famoso conjuro de color celeste cielo.

Yo nunca puedo vestirme de ese color, cuando me vestía así en primaria, me llamaban "burbuja" por las chicas superpoderosas.

Adiós dignidad si vestía de ese color.

-Muévete o te atropello, necesito estacionarme.-le digo con el ceño fruncido a Kaia

-Joder tía no sabes lo que ha pas...

-Muévete primero y luego me lo cuentas.-le insisto

-Como te decía...los chicos han hablado y dice que ha...

-¡Muévete dije!-le grito perdiendo mi nivel de tolerancia

-Y dicen que viene de...

-Bien te mato.-le digo haciendo que se corra rápidamente

Ella me mira mal, pero se le pasa al instante en el que me bajo del auto y le doy un chocolate Snickers que le compré en el camino.

Kaia es una jovencita de 18 años como yo, que tiene el cabello negro y los ojos verdes claros, y es la amiga más sincera que he tenido, y digo sincera porque literalmente esta mujer nunca miente.

-Te amo.-me dice sonriéndome enormemente

-¿Y quien no?-le digo acelerando el paso junto con ella

-Tu ego amiga es más grande que la polla de Ángel.-me dice haciendo que me pare de golpe

-¿Qué has dicho?

-Nada...

-¿Qué has dicho Kaia?

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