No huyas más de mí amor

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Podía sentir el susurro del viento sobre su cabeza, la helada ventisca le erizaba la piel del cuello, lo que provocaba que se frotara las manos cubiertas por unos guantes y los brazos que estaban abrigados con una gabardina, en busca de aminorar la sensación de congelarse que estaba sintiendo, estar a la intemperie en la fría bretaña del mundo muggle, siendo pleno invierno había sido una total locura, ya que no tenía la necesidad de estar ahí en medio de una calle a la espera de comprar unos simples panecillos de arándano, pero Ella había comentado en su reciente carta que los había probado y que le habían parecido una excelente combinación acompañados de un chocolate caliente.

Ella, era capaz de provocarle querer ir al fin del mundo, para simplemente probar unas barritas de cereal comercial, pero la espera de su siguiente carta era más tortuosa que estar en ese momento pasando mucho frío. Habría traído la bufanda que le había regalado el mes pasado, pero temía ensuciarla pues en ella había quedado impregnado su perfume y solía olerla cuando más ansioso estaba por tener noticias de ella.

Lo que inicio como correspondencia para prepararla, para los juicios contra los mortífagos, no se detuvo una vez que estos terminaron ni cuando fue ejecutado Lucius o Draco fue enviado a realizar trabajos comunitarios, para librarse de ir preso a Azkaban. Aunque tan solo fueran saludos o sugerencias como la de probar los panecillos de arándanos, habían estado enviándose correspondencia por casi más de un año y en todo ese tiempo se habían dejado de ver hacía diez meses, por lo que su única forma de saber de ella eran las cartas.

Intentaba no pensar en ella y solía concentrarse de lleno en el trabajo siendo auror, lo que lo hacía propenso en estar solicitando continuamente ser asignado a misiones que requirieran de toda su concentración, pero al haber terminado con el señor tenebrosos cada vez este tipo de misiones eran más escazas.

Había preferido pedir para llevar sus panecillos junto con su chocolate caliente, sentarse a degustarlos en medio de parejas felices estando él sólo era deprimente, por lo que decidió ir algún callejón cercano y aparecerse en Grimmauld Place. Se había mudado apenas había podido, la idea de regresar con la familia de su madre le daba nauseas, y no valía la pena comprar una casa o un lugar más grande, pues aquello le haría sentirse más solo.

Apenas apareció le ordeno a Kreacher encendiera la chimenea y le trajera la correspondencia, sabía de antemano que era imposible que hubiera otra carta de ella, pues había recibido apenas esa mañana la carta de los panecillos.

Se quito los guantes y la gabardina y poniéndose cómodo en su sofá cercano al fuego de la chimenea, se dispuso a disfrutar de su botín. Al primer bocado cerro sus ojos y se imaginó estar degustando aquel pastelillo en compañía de ella, se la imagino con porte elegante, seguramente se habría visto distinguida en medio de la gente, pero de ante mano sabía que al final del primer mordisco sus ojos tendrían ese brillo especial de emoción, y no la culparía pues estaban deliciosos aquellos panecillos.

Se pregunto cómo se vería después del primer sorbo de chocolate caliente, si tendría espuma sobre los labios y si habría reprimido una sonrisa de satisfacción, para no parecer infantil. Y entonces se dio cuenta que habría amado mirarla actuando como una niña pequeña en una dulcería. Sabía de su sonrisa porque le había visto hacer una la última vez que había tomado el té, en aquella ocasión le había informado que se dedicaría a viajar y disfrutar, esperando así poder dejar atrás todo lo malo. La había hecho sonreír diciendo como comentario que le estaría echando un ojo a Draco y que podía irse con tranquilidad.

En verdad la extrañaba y recordar aquello solo le afligió el corazón. No había notado que Kreacher le había dejado el correo a un lado, había aprendido que su amo una vez que estaba metido en sus pensamientos era inútil tratar de llamar su atención.

Historias y One- Shot de  Narcissa Malfoy BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora