Capítulo 4

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Bien, es un hecho. Entré en pánico.

No había mucho que decir además de que estaba en mi habitación con Henry, Lissette y Charlotte mirándome mientras doy vueltas por toda la alfombra.

Y no, no es una crisis existencial por no saber que ponerme esta noche. Más bien, tenía eso más que planeado y listo, incluso dicho atuendo está sobre la cama esperando por mí.

El pánico era provocado por la ansiedad que llegó a mí, gracias a mi mayor temor de esta noche:

¿Qué voy a decir?

Era un hecho que tenía que afrontar mi situación con madurez. Más aún, tomando en cuenta que Carlos es mi compañero de trabajo, y que, si no lo resuelvo ahora, tendré que verle la cara el resto de mis días en el precinto, hasta que uno de los dos decida irse o atreverse a sacar el tema sin que el otro salga corriendo.

— ¿Estaré exagerando?

Digo en voz alta mientras volteó a ver a mis ayudantes.

Lissette está viéndome con mucha atención, pero ella en general no es de hablar por hablar. Esta prefiere analizar bien lo que dirá, y luego decirlo.

No obstante, los otros dos estaban haciendo todo menos prestarme atención.

Henry estaba viendo a la nada. Literalmente a la nada. Yo me detuve a verlo unos instantes. Me niego a pensar que está repasando en su mente lo sucedido con Noah.

No quería parecer egoísta, pero en serio necesitaba su ayuda y ellos sólo se empeñaban en pensar en sí mismos.

Estoy desesperada. Mi error me está costando mi paz mental más de lo que nada me había costado.

Me detengo a ver a Charlotte, quien está viendo su celular con una mirada algo preocupante:

— ¿Tú también, Char? — digo mirándola con frustración.

Al instante, Charlotte se reincorporó y soltó el teléfono. Aunque su mirada ahora estaba posada sobre mí, se veía preocupada. La miro con atención unos instantes...

¿Habrá sucedido algo con Marcus?

Existe la posibilidad. Esos dos, a pesar de ser una relación bastante unida, están muy separados a la misma vez. Marcus se está pasando la mayor parte del día dentro de la empresa, y Charlotte normalmente sale por su lado sin decir a donde.

Ambos viven rutinas laborales muy distintas. Tanto, que a veces ni siquiera sé con certeza si llegan a dormir juntos o separados, debido al choque de horarios gran drástico que han sufrido.

Segundos después, Charlotte me saca de mis pensamientos:

— Perdóname Alice, estoy un poco ida.

La miro con duda, haciéndole entender con mi mirada que quería saber que ocurría. A lo que ella contesta:

— No pasa nada, sólo son cosas del trabajo. —la miro de reojo y noto poca estabilidad en sus palabras. Está mintiendo. Pero, este no es el momento para sacarle esa información. Henry y Lissette estaban allí, y aunque su confianza con ellos era bastante buena, aparentemente no era la suficiente como para decir la verdad de lo que sucedía.

— ¿Podrían tratar de prestarme atención un segundo?

Los tres me miran con detenimiento. Mi estrés me está llevando al límite.

— Alice, debes calmarte. — es lo único que Lissette logra decir.

— Debes entender que... — Henry hace una pausa: — Perdón, ¿De qué estamos hablando?

Hasta No Sentir Nada Por Ti (Saga de Los Hermanos White)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora