Alice permanecía flotando en el agua, con la cabeza recostada en el hombro de Jake. Ambos respiraban con calma, disfrutando del silencio que los envolvía después de la intensidad del momento. El frío del agua ya no parecía afectarles; estaban demasiado envueltos en la calidez de su cercanía.
Jake fue el primero en romper el silencio. Su voz sonaba suave, pero llena de un peso que ella no podía ignorar.
—¿En qué estás pensando? —preguntó mientras acariciaba su espalda con delicadeza.
Alice se mordió el labio, intentando encontrar las palabras adecuadas. Había tantas cosas que quería decirle, pero al mismo tiempo temía que al decirlas en voz alta, todo lo que habían compartido podría desmoronarse.
—En nosotros, supongo —respondió finalmente, su voz apenas un susurro—. En lo complicado que siempre ha sido todo. Pero también... en lo simple que parece ahora.
Jake asintió, su mano deslizándose por su brazo, creando un camino de caricias suaves que la reconfortaban.
—Nunca pensé que sería fácil contigo —dijo él, una sonrisa pequeña asomando en sus labios—. Siempre fuiste alguien que me hizo sentir de todo... en los extremos. Pero lo prefiero así. No quiero una vida tranquila sin emociones. No quiero una vida sin ti.
Alice giró su rostro para mirarlo. Sus ojos verdes, ahora más suaves que antes, la observaban con una mezcla de cariño y determinación. Ella suspiró, sabiendo que tenía que ser honesta.
—Jake, te deseo más de lo que puedo admitir. Pero también te temo. A nosotros... porque cuando estamos juntos, todo parece ser una montaña rusa. Y aunque me gusta esa intensidad, me asusta la caída.
Jake la escuchó con atención, su mirada fija en la de ella. Hubo un silencio breve antes de que hablara, como si estuviera eligiendo cuidadosamente cada palabra.
—Lo sé, Alice. Y te juro que lo entiendo. Pero... tal vez ya no se trata de evitar la caída, sino de aprender a levantarnos cuando suceda. Siempre vamos a tener momentos difíciles, pero quiero estar a tu lado en esos momentos. No quiero que huyas de mí cuando las cosas se pongan complicadas. Quiero que peleemos, que discutamos, pero que al final... siempre nos encontremos el uno al otro.
Alice sintió que sus palabras calaban profundo. Durante tanto tiempo, había evitado esa idea. Siempre había pensado que alejarse era la mejor opción cuando las cosas se complicaban. Pero ahora, viéndolo a los ojos, se dio cuenta de que quizá el problema no era la caída, sino cómo enfrentaban el caos juntos.
—Es solo que... tengo miedo de volver a sufrir, de volver a lastimarnos —admitió ella, su voz quebrándose un poco.
Jake se acercó más, apoyando su frente contra la de ella, sus ojos verdes brillando con sinceridad.
—Nunca podría prometerte que no volveremos a lastimarnos, Alice. Eso sería una mentira. Pero te prometo que no dejaré que el miedo nos controle. Que no voy a huir, y no te dejaré huir a ti. Y si caemos... nos levantaremos juntos. Porque, al final del día, prefiero caernos y levantarnos contigo que vivir una vida sin ti.
Alice cerró los ojos, sintiendo el calor de su aliento contra su piel, el peso de sus palabras llenándola de una mezcla de alivio y vulnerabilidad. Todo parecía tan simple cuando él lo ponía de esa manera, y tal vez... solo tal vez, merecía creer en esa simplicidad.
—Siempre fui buena huyendo —susurró ella—. Tal vez es hora de intentar algo diferente.
Jake sonrió, esa sonrisa que siempre la desarmaba. Deslizó sus dedos entre el cabello mojado de Alice, retirando algunos mechones de su rostro.
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Hasta No Sentir Nada Por Ti (Saga de Los Hermanos White)✔
أدب المراهقينDespués de la presunta huida de Jake; Alice, tras meses de estar completamente separada de él, decide ponerle un ultimátum a los sentimientos que guardaba hacía él y empezar de nuevo, dándose la oportunidad de vivir nuevas experiencias y conocer nue...