Capítulo 6

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"Buenos días"

Una palabra de cortesía usualmente utilizada en las primeras horas del día antes de que el sol llegue a su punto medio en el cielo. Nada fuera de lo conocido. Una palabra tan simple no podría causar nerviosismo en alguien ¿O si?

Aquí es donde entra el factor sorpresa. Un hombre de tez bronceada, mandíbula de hierro y ojos semejantes a una esmeralda era quien me dedicaba aquellas palabras de cortesía. Su cuerpo fue el centro de mi atención, desviando mi mirada a sus brazos, los cuales sobresalían de una camiseta que cubría la mayor parte de su pecho. Pero, que a pesar de esto, era bastante fina, hasta el punto en que los efectos de una buena actividad física se dejaban ver perfectamente a través de dicho trozo de tela.

Jake White.

Experto en informática, un delirio entre las mujeres debido a sus divertidos encantos y, sobre todo esto el único hombre que había tocado mi cuerpo hasta hacerlo rebosar de placer. Puesto que le quitaron hace menos de seis horas. De no ser por ese bartender, las únicas experiencias sexuales que habría vivido serian con Jake. Basta con decir que suelo recordar su cuerpo desnudo sobre el mío en cada momento en el cual desee que la lujuria se manifieste en mi. Es una tortura bastante placentera.

A ese mismo que me imaginé en incontables ocasiones entrando por la puerta de mi habitación en plena madrugada, mencionando mi nombre con esa voz que hace que mi espalda se estremezca, solo para que luego este me sujete con sus manos y me haga suya en cuantas posiciones el pudiera imaginar.

Ya había olvidado lo penetrantes que podían llegar a ser sus ojos. Once meses no son poca cosa.

Aunque, debo mencionar que sus ojos es lo único reconocible que puedo notar. Su piel está mucho más bronceada de lo que recordaba, parece que se tomó unas buenas vacaciones en algún lugar donde el sol se volvió su mejor amigo. Sobre su nuevo color canela ahora se podían ver distintos tatuajes que resaltaban aún más su cambio; a simple vista podía ver una serpiente bajando de su cuello, acompañado de flores y navajas, aparte de algunos tatuajes bajando por su brazo. Sus nudillos también estaban tatuados, aparentemente con algunas letras.

Por otro lado, su cabello ya no tenía el mismo corte de antes. Ahora estaba peinado hacia abajo, luciendo la parte inferior de su cabello decolorada con un rubio bastante pálido. Algunos piercings adornaban sus orejas, mientras que sus uñas lucían un color negro que llamaba mucho mi atención.

Si quería dar un cambio radical, definitivamente lo logró. No podría reconocerlo con facilidad.

Jake continúa mirándome, esperando a que diga algo. Eso es una petición un poco complicada para mi, ya que, la situación en la que me encuentro ahora no me permite formular palabras que no alimenten su orgullo.

"Mierda, está buenísimo."

"No. Alice, ¿Recuerdas lo que es dignidad? Por Dios."

Tal y como en las caricaturas, el angelito y el demonio en mi mente se estaban debatiendo que debía hacer en esta situación. Por otro lado, su servidora solo se esmeraba en mirar algo más que no fuera el cuerpo esculpido de Jake, que aparentemente había aumentado su volumen.

— ¿Te deje sin palabras? Lo sé, lo sé... Así han reaccionado todos.

Veo una sonrisa llena de arrogancia por parte de Jake. Odio que tenga la capacidad de hipnotizarme con su mirada. Pero, por encima de todo esto, su nueva actitud al regresar es distinta. Para ser más específica, espere aunque fuera una disculpa por su actitud infantil al ignorar mi existencia durante estos meses.

— Déjame ver si entendí... — Me digno a hablar, dejando que el alcohol se apodere de mi uso de razón: — ¿Pretendes que finja que nada pasó y simpatice con el maldito hijo de puta que prefirió ignorarme totalmente antes que decirme la verdad? ¿Ese es tu plan?

Hasta No Sentir Nada Por Ti (Saga de Los Hermanos White)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora