🦇🥀 Sin darse cuenta se habían perdido en aquel terrorífico bosque, deseando que la única compañía sea la de el otro, aferrándose a la esperanza de salir ilesos de aquel escenario grotesco 🥀🦇
👹nya ichi ni San Nya arigato👹
🐉Fanfic Gey porque am...
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Solo había dedicado su tiempo en pensar todas las situaciones posibles, necesitaba acercarse a el de nuevo, pero en su mente parecía ser demasiado complicado, porque después de todo no tenía ni la más mínima idea de que Steve tenía la fantasía de verlo otra vez y de besarlo de una vez por todas, pero como podría saber aquello? No tenía manera descubrir como se sentía el contrario con su ausencia, esperaba que al menos este un poquito mal con aquello.
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La pequeña campanilla volvió a sonar, indicando la evidente visita de otro insignificante cliente, o eso esperaba un destronado Harrington, hasta que sus ojos lograron captar aquel deseo que se había apoderado de su conciencia en esas últimas semanas. Seguían siendo igual de hermosos y únicos, incluso con ese cansancio imposible de ignorar que habitaba dentro de estos, había extrañado tanto aquellos deslumbrantes faroles obscuros, que tanta luz le habían otorgado a su pésima vida.
-gracias por esperarme- Dulzura: era lo que derramaban aquellas palabras, Steve sintió como si su corazón volviera a latir, Eddie estaba ahí, con el,otra vez y esa repentina sensación de felicidad no la podría generar ninguna otra persona.
-no fue nada Edds, la espera valió la pena- y con eso se levantó del mostrador, camino hasta llegar a Eddie y en un fuerte abrazo mato todos los malos pensamientos que llenaban su mente, Munson había vuelto a su lado, lastimado y deprimido pero había regresado, porque el era valiente más que cualquier súper héroe de televisión, porque Edward era real, más que cualquier desagradable habitante de aquel pueblo maldito.
-adivino: me extrañaste- susurro con ese característico tinte de burla, Steve sonrió, fue una sonrisa demasiado grande y visible, aquel gesto demostraba todo su sentir, porque después de todo estaba más que alegre; estaba vivo otra vez, porque Eddie lo hacía sentir vivo como nadie más podía hacerlo.
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-podrias mostrarme tu nueva casa? Asi al menos se dónde vives- fue una petición razonable, Edward solo asintió eufóricamente ante lo dicho por el contrario.
-si claro, además vivo cerca de un lugar bastante nostálgico, realmente quiero que vayamos juntos- y con lo último dicho la mano del rizado atrapó cariñosamente la de su compañero, saliendo del local y con ello haciendo sonar la molesta campanilla.
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{°Sus ojos corrían por todo el lugar, como si estuvieran ansiosos de encontrar algo, pero de nuevo; solo había un inhabitable fondo negro, que así como los días anteriores lo obligaba a despertar al momento de desaparecer, era un estresante bucle qué parecía no querer detenerse jamás, quería soñar algo, deseaba soñar algo y lo necesitaba, tal vez podría sentirse un poco más cerca de ellos al verlos en un sueño, que por más falso e irreal que fuera podría reconfortarlo por lo menos un poco.°}
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La casa gritaba naranja por todos los rincones visibles; el naranja es un color cálido, pero no como el rojo el cual te genera inmediatamente un estado de alerta, el naranja es paz, calidez, calma, serenidad. Cómo los atardeceres; que cuando el brillante sol penetra las nubes estás sueltan destellos naranjas, que manera dulce logran decorar el basto cielo de ese tinte tan acogedor. Pues para Steve Eddie era como el naranja.
Sus manos se saludaban de forma lenta y ciertamente torpe; roces suaves, como si la mano del contrario estuviese hecha de blanca y frágil porcelana, roces dulces, que por más delicados que fueran derrochaban un inmenso amor en cada choque. Sus ojos; cerrados, tapados por cortinas de largas pestañas que caían de forma deslumbrante, sus ojeras eran el precio a pagar por la falta de sueño. Según Steve las ojeras de Eddie se veían como una gran sombra debajo de un gigantesco cielo estrellado, su iris jugaba el papel de la generosa luna; todo parecía ser hermoso ante sus enamorados faroles, no había error que sus ojos pudieran encontrar en el rizado de gustos extravagantes, porque después de todo para el no había cosa más bella que la luna llena y si cada que veía los luceros ajenos sentía como si viera aquel simbólico astro otra vez, como podría no sentirse encantado por aquel chico?.
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Aprovechen este cap que quizás no actualize nunca más👹🦖
