🍧🍨!! no soy gordito ¡¡🍨🍧kakairu

🍨~11:disappointment and brightnes

---papá, yo, mh, no quiero ir.

---ya no puedo cancelar, bebe ---oh ese pucherito de su cachorro pudo convencerlo lo suficiente, ikkaku apreto de forma suave la mejilla del menor, dándole un besito en aquel lugar ---estáre esperando abajo, ¿mh?

Iruka puchereo bajo las sábanas de su cama, escuchando las pisadas de su padre cada vez más lejos y el cilensio no tardo en llegar a su habitación.

Había llegado a casa lo más pronto posible, sin embargo tuvo su dificultad cuando noto que kakashi estaba buscandolo en la institución, recordó que tuvo que esconderse en la habitación del conserje y mirando por el rabillo de la puerta, esperando que Kakashi se fuera.

quizás fue infantil e inmaduro de su parte, Iruka lo tenía en mente. Pero a veces esa cierta molestia que sintió lo cegó, ni quería intercambiar palabras con kakashi. Y la desilusión que fue extraña, incremento en todo su pecho manteniendo cabizbajo a su omega.

Su padre le había preguntado aquel malestar, y notar los ojos de su hijo un poquito hinchados.

Obviamente, el adulto Umino sospechaba, sin embargo no había dicho nada...

Iruka por primera vez, mintió que fallo en un materia. A un cuando era el mejor del salón. El alfa mayor lo consolo, mimandolo y tratara de hacer un soporte para su cachorro.

Iruka en serio aceptaba tener el mejor papá del mundo.

---... No voy a ser un tonto omega al llorarle a un alfa ---susurro para si mismo, se sentó correctamente en la cama, abrazo sus piernas cubiertas a un con las sábanas y suspirar, odiaba sentirse de aquella manera.

Odiaba aceptar que... Kakashi estuviera en una cita con cho Haaso. ¡Esa omega era de la peor mujer que pudo cruzar en su vida! ¡Lo vivía insultando! ¡Había planeado tirarle esas pinturas aquella vez!

¿Como Kakashi pudo salir con ella?. ¡Era un monstruo! ¡No, no, no! ¡Peor que eso!

Haaso era bonito, Iruka lo entendía... Pero ¡esa actitud irritante, esa voz chillona que era tan insoportable! Iruka quería golpearla en ese momento.

---¿papá me castigará si quiero pegar a mi compañera?

Su bien, lastimar sus delicadas y hermosas manos nunca cruzó por su mente. Tampoco, manchar el apellido umino. Recuerda haber sufrido en la escuela primaria, en el jardín... Todo porque lo consideraban "feo", el lo creyó por un momento. Pero su padre le había aconsejado hablar con él... Y Iruka siempre encontraba el refugio en los brazos de papá, contándole todas las burlas que recibía... Pensó que su padre explotara e iría hablar con la maestra. No fue así.

Recuerda recibir un besito en la frente, antes de ver a su padre abandonar la habitación y de la casa. Lo último, fue que a la mañana siguiente... Nadie volvío a molestarlo. Nadie volvió a mirarlo de esa mala forma. Menos algunos maestros.

Era como si en chasquear de dedos, las cosas habían cambiado. Y así fue los siguientes años.

Ikkaku siempre protegería a sus hijos, él se los repetía cada día.

Entonces, Iruka seco aquellas lágrimas inútiles. ¿Como desirle a papá que un chico lo estaba poniendo extraño? ¿Que volvía raro su corazón? ¿Como explicarle que estaba llorando por un chico? No, además, su bonito crush era aquel desconocido cantando, no podía olvidarlo de un día para otro. De sólo tenerlo en mente, su omega chilló.

---no me tiene que importar.

Escuchando el llamado de su papá, mando todo al carajito y vestirse rápidamente. Abrió las puertas de su armario, el mantenía los colores de sus prendas por división; pastel, colores oscuros, tenía otro armario donde guardaba su colección de ropas negras, botas y ciertos detalles más.

Eligió un contraste de diferente rosa, corrió a su set de maquillaje, era solo un adorno ya que su carita no era de pintar demasiado. Solo un rubor. Una bonito tiara estuvo en sus manos.

Hoy sería el omega más bonito de todo el mundo, haría oídos sordos al murmullo de las personas.

Solo era el, Iruka umino.

Aún cuando sentía a su omega decaído, no lo mostraría. Era una estrella brillante y demasiado orgulloso.