Insurrecciones

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Neji sabía que algún día tendría que contraer matrimonio con alguna mujer de su clan.

Él nunca tuvo algún problema con ello. El matrimonio no entraba en las prioridades de sus planes, pero siendo él un miembro de un clan tradicional y noble la posibilidad nunca estuvo completamente descartada del todo.

De cualquier forma, siempre se sintió inconscientemente aliviado de que su futura esposa sería una Hyuga quien comprendería el peso de las jerarquías, la elegancia y la fuerza de su clan, a diferencia de cualquier mujer civil ajena al significado de pertenecer a una de las familias fundadoras de la aldea.

El clan es familia.

El clan es tu apellido.

El clan es tu orgullo e identidad.

Neji está orgulloso de su apellido contradictoriamente a lo que muchos piensan, la sangre de antiguas generaciones de guerreros corre por sus venas, como corrió por las venas de sus padres. Es difícil verse con alguien quien no entendería esto.

Además de que las parejas mestizas eran un tabú dentro de los clanes. Las parejas muy difícilmente podían concebir hijos por las dificultades que suponía a las mujeres civiles soportar la genética de niños con dojutsus o técnicas familiares.

Existían casos de niños Hyūgas con problemas de visión, mutaciones o afectados por la ceguera.

Niños Uchiha que nunca pudieron despertar el Sharingan, con problemas de visión o trastornos mentales.

Niños Aburame que no pudieron aceptar los insectos en sus cuerpos y murieron por la falta de estos.

En general, muchos miembros de los clanes declinaban a este tipo de uniones.

Sin embargo, Neji nunca creyó que la esposa a la que siempre estuvo destino a tener sería Hinata o su prima menor Hanabi. Un miembro de la rama secundaria nunca sería el prospecto correcto para desposar a una señorita de la rama principal, por más fuerte que este fuese, era como unir a un sirviente con su dama.

Era equivocado.

Incorrecto.

Denigrante.

¿Hinata alguna vez lo supo? ¿Es por eso que lo trataba con tanta amabilidad y respeto? ¿Siempre estuvo maltratando e ignorando a su prometida?

Las edades no son muy separadas, solo es mayor por seis años a Hanabi, y no existe chico más prodigioso que él dentro de la rama principal o secundaria.

El Daimyō lo observa de pies a cabeza haciendo una evaluación superficial de su aspecto, no es raro que algunos clientes intenten evaluar a sus ninjas según su aspecto físico; es lo más común cuando se desconfía de sus habilidades y aptitudes prometidas. Especialmente cuando Neji aun se encuentra en desarrollo y su cuerpo no es exactamente el de un soldado. — Entonces participará en los exámenes Chunnin ¿No es así?

Los líderes Hyuga asienten.

—Creo que podríamos sellar un acuerdo después de verlo participar con mis propios ojos en el torneo. Respeto mucho sus opiniones, pero quisiera cerciorarme que los futuros líderes de mi guardia sean todo lo que han prometido.

Hiashi y el viejo Hyuga no pueden declinar a la petición de su cliente y socio, simplemente aceptan antes de continuar con la cena y hablar de más temas competentes con la alianza de los Hyuga con la figura del Daimyō. Después de algunas horas ambas partes dan la orden de que las guardias pueden ir por fin a descansar a sus aposentos.

En el camino por el pasillo a sus habitaciones, Tokuma lo detiene tomándolo del brazo antes de que él pueda ingresar en su habitación. — Lo que acaba de suceder... ¿Entiendes que no puedes decírselo a nadie? No es aún información pública, revelarlo podría poner en peligro tu seguridad.

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