02 Cambio.

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Misaki caminaba tranquilo, iba hacia su propio departamento, si bien no era grande, estaba en una buena ubicación y tenía muchas ventajas estar ahí, aunque prefería vivir en un mejor lugar, no quería marcarle a su hermano y pedirle ayuda.

Él podía sólo y su hermano tenía muchos problemas. Sin embargo, justo cuando iba a entrar a su departamento, vio como un hombre intentaba entrar al pequeño edificio.

¿Buscabas a alguien? —Habló tranquilo, a decir verdad sentía calma y en caso de ser necesario, podría defenderse.-

Ahh vengo a entregar un paquete, para… —Mostró una caja y checo el nombre- Mmm Albe.. rik? Ichirou-Sama.

Ahh sí, yo lo recibo por él. —Observó atentamente y aunque no portaba la ropa de un mensajero, creía que era un mensajero privado o alguien enviado por su hermano.-

Gracias —Se inclinó con respeto. Y se fue.-

Mmm, no confiar en extraños. Quizá sería buena idea ir para allá. —Misaki tomó el paquete, se metió a su departamento y se cambió. Se puso un pantalón de mezclilla, una sudadera negra, lentes oscuros y una gabardina que tenía un código de acceso.-

Mientras tanto, Asami Ryuichi estaba en el hospital. La noticia le había golpeado más de lo que pudiera haber pensado, pero por ahora tenía cosas en qué distraerse. El sabe que sus hombres se harán cargo de que pareciera que Takaba Akihito jamás existió en su vida.

¿Por qué hiciste eso? Supongo que hay cosas que jamás logré entender, si, sentía atracción, pero no algo importante como para que fuera suficiente. Aunque jamás te engañé, desfilaron frente a mis ojos las mujeres más hermosas y los hombres más guapos. Pero jamás volveré a verlos por respeto a ti.

Misaki mientras tanto, se encontraba en uno de los edificios más seguros de Japón. Estaba en el consorcio Asami, pues le habló a su amigo Tōdo para comentarle que necesitaba cambiar de residencia, algo no le gustaba en el paquete, por lo que lo puso en una caja de seguridad y lo dejó en el departamento. Había salido con un paquete de iguales dimensiones, pero con otro contenido dentro, como dinero en efectivo, algunos documentos que no podría perder o reemplazar, un par de mudas de ropa y las llaves de acceso. Dejó también el adelanto de dos meses a su arrendador, para tener ese tiempo, si no pasa nada, hasta algo, y si pasa algo, al menos nadie morirá. Ya que el edificio sólo es ocupado por él.

Misa-Chan… —La voz amable de Tōdo hizo tranquilizar a Misaki. Pues realmente tenía que moverse. Y por ahí supo que el edificio donde se hospedaba Asami Ryuichi era de su propiedad, hasta arriba estaba su residencia, pero cualquier persona podría conseguir una habitación para vivir o para quedarse un tiempo como un hotel, aunque claro, cualquiera que pudiera cubrir los altos costos de vivir o de dormir ahí por unas noches. Pero la seguridad era la mejor y su parte favorita, era qué quizá podría ver aunque fuese una vez a ese hombre.- Es bueno saber que viniste. Creo que se acerca tu oportunidad. - Comentó recibiendo una mirada extraña de su amigo.-

¿No entiendo? - Arqueo la ceja para recalcar su duda. -

Te explico. —Jaló a su amigo para que platicaban amenamente y no bajo la mirada fija de los guardias de la entrada.- Resulta que están buscando a un economista para abrir nuevas rutas y revisar las cuentas, se escucha el rumor que un intento de fraude de parte de uno de los empleados del departamento de contabilidad y finanzas.
Pero yo creo que más bien es un grupo, pues la empresa es muy grande. —Tōdo siguió explicando lo que sabía. Y le tenía que dar detalles a su amigo para que logre entrar y demostrar sus grandes habilidades.-

Ambos jóvenes siguieron caminando por un rato más. Hasta que se detuvieron frente a una cafetería, ese pequeño lugar es de Alberik, el hermano mayor de Misaki. Por lo que entraron y fueron atendidos en el acto. Mientras tanto Misaki seguía pensando en la oportunidad, claro que él tiene dinero, pero no le gusta usar lo que sus padres hicieron con trabajo y esfuerzo. Su hermano y él tiene un  capital considerable, pero si usa ese dinero para estar en el hotel y aparte amueblarlo y quizá comprarse ropa nueva y cosas extras, usaría más del 60% del dinero.
Además tenía que informarle a su hermano sobre el extraño paquete, por lo que para estar más tranquilo debería ir ocasionalmente a ese lugar, aparentando seguir viviendo ahí. Aunque actuaría dependiendo las acciones de los demás, fingir ser un joven normal, lo estresa a veces. Y otras le daban la paz necesaria.

Mientras tanto en Estados Unidos, Alberik, el líder de la seguridad secreta del país, estaba atendiendo un negocio, supo que habían atacado a Asami Ryuichi y sabe que eso les dará muchos problemas. Asami Ryuichi era conocido en el bajo mundo por ser alguien sanguinario y muy vengativo, aparte de ser un excelente estratega y un hombre de carácter. Cualquier persona temblará al verlo enojado. Ahora tenía más miedo por su hermano.

Mientras tanto Kirishima iba al departamento del jefe, pues uno de los muchachos dijo que habían visto a alguien extraño, apariencia frágil, pero que ellos no conocían. Y al entrar al edificio, vio cómo un joven leía unos documentos, el joven, efectivamente de apariencia frágil, estaba en el mostrador. Mientras otro joven estaba cerca de él.

Misaki leía con calma el contrato, el pago era alto, pero él podría pagarlo, aunque sí necesitaría un trabajo con un mejor sueldo. Al trabajar en las empresas de su familia, podría disponer de todo el efectivo necesario o del dinero de las bóvedas, pero no, él quiere ser independiente como su hermano, siguiendo la regla de su familia, a los 33 años la fortuna, propiedades y todo lo recaudado se divide en partes iguales. Y por fortuna, ni él, ni su hermano requieren de ese dinero por ahora.

¿Estás seguro? Puedes vivir en el departamento conmigo, está en una buena ubicación. —Le dijo Tōdo a su amigo, antes vivía con su hermano, después comenzó a vivir sólo de la nada y ahora se cambiaba, pero después de haber dejado un depósito adelantado al arrendador.-

Ichirou sabe, él pidió que hiciera las cosas de esa forma. Así que por ello ahora estoy aquí. El enganche es alto, pero lo puedo pagar. Además si entro a la empresa, me gustaría competir dignamente. —Explicó Misaki mientras buscaba su pluma y sello para cerrar el contrato.-

Kirishima-Sama. —La voz de la recepcionista alertó a los jóvenes, quienes se quedaron en blanco.-

Kirishima Kei, el negociador y estratega. Mano derecha de Asami Ryuichi. —Pensó Misaki mientras sentía que los dioses se ponían de su lado.-

Ramé. Pacto Etéreo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora