Un amor que vino y se fue

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Era el día siguiente todos habían disfrutando de la fiesta de Mirabel, en el desayuno.

—Agustin hijo iremos a otro reino a ver si podemos unirnos en agricultura—Pedro miro a su hijo.

—Claro padre.

—Cariño lleva a Mirabel, para que dé una vez valla entrando a lo de los reinos—Alma le sonrío.

Mirabel rápidamente miro a Agustin y le decía que no con la mirada sin que Alma la viera.

—Lo lamentó madre pero Mirabel tiene clases de lectura con Bruno.

—Ya veo bueno, yo los acompaño y así le explico a Mirabel —Dijo Alma.

—Claro amor mío.

Mirabel jugaba con la comida mientras que Camilo y Daniel la miraban.

—Hermana estas bien—Isabela la miro.

—Creo que me cayó mal la comida—Mirabel levantó la mirada—Me puedo retirar a mis aposentos.

—Claro mi ángel, si te sientes mal solo dilo si para hacerte un té—Dijo Pedro.

—Muchas gracias abuelito—Mirabel se acercó y le dio un beso en la frente para después irse.

Daniel miro a su padre y después a Pedro.

—Anda ve a cuidar pero más tarde comerás bien—Dijo Pedro.

—Muchas gracias abuelo—Daniel se levantó y la siguió.

—El la quiere mucho—Dijo Felix.

—Claro hermano son como "hermanos"—Bruno lo miro.

—Jejeje solo porque usted se casó con mi hermana—Julieta lo miro—por esa razón se llevan muy bien, se sienten gemelos.

—Tienes razón amor mío—Agustin le dio un beso en la mano provocando que ella se sonrojara.

Camilo se levantó de golpe y siguió a Daniel.

—CAMILO—Gritó Felix.

—Déjalo hijo está preocupado por Mirabel, todo lo estamos ya que ella nunca se enferma—Dijo Pedro.

—Pero padre debe pedir permiso así como lo hizo Daniel.

—Ay hijo una vez que no diga nada ni hace daño, antes de irnos amor, hijo le haré su té a mi mariposa.

—Si padre—Dijo Agustin—yo te ayudo con unas galletas.

—Excelente.

—Yo esperare afuera—Dijo Alma.

—Muy bien amada mía—Pedro le dio un beso es la mano y se retiro a la cocina.

—Madre—Agustín hizo una reverencia y siguió a su padre.

Alma se levanto de su asiento y empezo a caminar hacia la salida del castillo donde la esperaba el carruaje.

Con Mirabel.

Mirabel estaba sentada es una de las sillas de su balcón, estaba disfrutando de la gran vista que tenía era muy hermosa pero no tan hermosa como la vista de su jardín secreto.

—Mariposita ¿Puedo pasar?—Pregunto Daniel afuera de la habitación.

—Claro Dani pasa—Dijo Mirabel.

Daniel abrio la puerta y entro a la habitación pero cuando estaba apunto de cerrarla fue interrumpido por Camilo.

—Oh Camilo ¿Qué haces aqui?—Pregunto Daniel.

La hija del jefe en el ReinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora