La hija del jefe en el Reinado

La boda desastrosa

Había pasado un mes desde lo sucedido con Camilo y Dolores, todos corrían de un lado a otro pues la hija del medio del rey al fin se casaba con el amor de su vida.

—Por primera vez me arrepiento de decir esto—Dijo Mirabel mirando a Daniel.

—Ay Chaparra.

—VAMOS VAMOS TODO DEBE SALIR PERFECTO—Mirabel camina por el gran salón creando las flores favoritas de Isabela.

Alma y Pedro se miraron para después mirar a Mirabel, Agustin se acercó a Mirabel y le acaricio el hombro.

—Mi niña y si vas a calmarte un poquito, estás más alterada que Isabela y eso que es la novia.

—Ay papá, la boda de Isabela debe salir perfecta y no lo es, en tres horas debemos ir a la iglesia y no estamos listos, el salón aún no está, los invitados no tardan en llegar.

—Anda mi niña—Agustin miro a Daniel—Hijo llévate a tu prima a dar un paseo.

—Si tio—Daniel se acercó a Mirabel y le tomó la mano.

Después del paseo Mirabel y Daniel llegaron a arreglarse para la ceremonia, todo estaba perfecto, el salón estaba adornado con hermosas flores y la iglesia estaba perfecta.

En la iglesia

Mirabel estaba mirando que todo estuviera perfecto cuando alguien se acercó a ella

—Mirabel... ¿Podemos hablar?—Pregunto Camilo con tono bajo.

—No tengo nada de que hablar contigo—Dijo Mirabel para después irse pero Camilo agarro su mano par evitar que se fuera.

—Mirabel... Se que lo que hice estuvo muy mal, siempre me han enseñado a qué a una mujer se le debe tratar con respeto y jamás ponerle una mano encima pero Dolores hizo cosas que lastimaron a gente inocente—Dijo Camilo mirando los ojos de Mirabel fijamente.

—Camilo eso no es un escusa para golpear a una mujer —Dijo Mirabel aún enojada.

—Lo sé y te pido perdón por comportarme como un patán, podría soportar que cualquier persona me odie pero no tu Mirabel, tu eres la única persona que le da sentido a mi vida, estoy a tu merced Mirabel, mi mente no puede escapar de ti y yo tampoco lo quiero.—Dijo Camilo acercándose a Mirabel.

Mirabel estaba sorprendida, su corazón latía muy rápido y sus mejillas estaban rojas.

—Contigo Mirabel está involucrados mi cuerpo, mi mente, mi alma y mi corazón. Nunca dudes que daría mi vida por tí, caería primero por ti para bloquear tu dolor—Dijo Camilo mientras le daba un beso cerca del labio para después mancharse dejando a Mirabel con un huracán de emociones.

Camilo fue a dónde estaba Daniel sentado.

—¿Cómo te fue?—Pregunto Daniel.

—Creo que bien—Respondió Camilo.

—¿Crees?—Pregunto Daniel.

—Si.

Después de un par de minutos llegó Mirabel muy nerviosa, lo que daba inicio a la ceremonia.

—Mirabel...—Dijo Daniel.

—¿Qué pasa Dani?—Pregunto Mirabel sin dejar de ver la ceremonia.

—Quédate con quién te acaricie el alma porque son las únicas caricias que llegan a ser eternas—Dijo Daniel mientras miraba a Camilo.

Mirabel volteo a ver a Camilo y se dió cuenta de algo diferente... Camilo la hacia sentir mariposas en el estómago pero no solo eso también le hacía sentir luciérnagas en la mente, desde hace un tiempo luchaba contra ese sentimiento pero ahora estaba dejando de luchar, había tomado la decisión de dejarlo fluir.