Intento y búsqueda

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Mirabel se limpió las lágrimas al recordar ese fatídico momento, Daniel y Camilo se levantaron de golpe pues se preocuparon por ella, tocaron la puerta y Mirabel se levantó.

—Cariño mi linda mariposa soy yo papá.

Mirabel fue a abrirle y Pedro y Agustin entraron.

—Mi vida te trajimos galletas y tú te—Pedro puso el té en la mesa de la habitación.

—Gracias papi, abuelito—Mirabel abrazo a Pedro.

Agustin puso las galletas en la mesa y recibió un abrazo de Mirabel.

—mi niña, nos tardaremos 6 horas, descansa—Agustin le dio un beso en la frente.

—Muchas muchas gracias papi eres mi caballero—Mirabel lo lleno de besos.

—Jejeje mi niña.

—Y para el abuelo no hay nada—Pedro la miro.

—Claro abuelito—Mirabel igual lo lleno de besos.

—Daniel, Camilo, cuiden a mi niña y dejen que sea ella misma—Pedro los miro.

—Si abuelo—Dijeron ambos.

Agustin y Pedro se fueron y dejaron a los trillizos de meses diferentes y padres diferentes solos.

—Y que quieres hacer Chaparra—Daniel miro como Mirabel comía tranquilamente sus galletas y tomaba su té.

—Esperemos un momento—Camilo lo miro.

—Tienes razón—Daniel fue a la biblioteca a ver qué libro agarrar.

—Ni siquiera se te ocurra—Mirabel lo miro de reojo.

—Ay por favor Chaparra déjame agarrar un libro—Daniel la mira.

—Bien.

Daniel tomó un libro pero no lo puso sacar la biblioteca ahora era una habitación de costura, entró y Mirabel se levantó de golpe.

—Wow que hermosos vestidos—Daniel miraba todo con atención.

Camilo lo siguió y miró dos capas una amarilla y la otra turquesa—Y esto mariposa.

—Maldición ya no tengo regalo para mis príncipes—Mirabel dio un golpe en el piso.

Daniel y Camilo la voltearon a ver, Mirabel caminaba escondiendo todo los dibujos de ropa para ellos mientras estaban distraídos.

—MARIPOSA MARIPOSA—Santiago entro.

Mirabel dio un brinco y se rió—Mi velocista.

Santiago miro al cuarto de costura y negó—ya ni puedes tener regalos para esos idiotas curiosos.

—Ya se ya se, es lo mismo que yo me digo—Camina hacia su cama.

—Mas respeto para tu hermano mayor—Daniel lo miro molesto.

Santiago gruño y miro a Mirabel y se arrodilló enfrente de ella—Ya tengo tu regalo.

—En serio yo pensaba que te tardarías más —Mirabel sonrío.

—Está vez no, Antonio pasa pasa—Santiago se levantó.

—Uu Santi a Toñito ya me lo regalaron.

—Espera quien—Camilo la miro.

—Dolores me lo regalo y el bien dejado.

—Qué suertudo es Antonio—Dijo Camilo sin pensar.

Todos rieron por lo que dijo Camilo.

La hija del jefe en el ReinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora