LIMERENCIA [MARKHYUCK x 2CHAN]

Six: Devotion

Donghyuck pensó que el único momento de su vida en el que recibiría tantas flores sería en su propia muerte, no podría decir que es algo con lo que se siente en plena comodidad, a pesar de las sonrisas dulces que brotan de sus labios conforme Sungchan nombra a cada florecita con apodos tiernos.

Y luego piensa en lo agradable que hubiera sido entablar una conversación normal con Mark para ese punto. Estaba decidido a contraer matrimonio con ese hombre acaudalado a pesar de no conocer por lo menos su rostro hasta ese día, porque le ofrecieron dinero a cambio de verse bien.

Terminó viéndose mal y está seguro de que con tales modales y torpeza por apellido, sus padres deben estarlo re considerando para ese momento; en cambio, media hora de conversación con Sungchan ha bastado para reconocer que podrían ser muy afines, hay gustos similares y parece que realmente le importa su opinión.

—Por supuesto que lo leí, era un niño (sigo siéndolo) devoto al amor, no siempre puede ser el libro más adecuado, a pesar de que tomé varios de sus consejos cuando estuve enamorado y, sé que suena absurdo, pero te da un poco de esperanza.

—La esperanza es como una vela, puedes apagarla cuando quieras, es una ilusión personal, para este punto, creo que puedo apagar la mía, —quita las hojas en los tallos y los acumula junto a él con cuidado—no sé cómo funcione esto, no espero nada a cambio, no mucho, en realidad, sólo quiero pedir un favor, ¿eso te parece bien?

—Por supuesto—acepta tomando su mano, ojalá deje de hacerlo, lo pone más nervioso porque no sabe cómo negarse, lo compromete profundamente y eso lo aterroriza, Sungchan parece tan devoto, como si viera un santo, uno que apenas le presta atención.

—Cuando regresemos a la vida, no quiero ver a nadie que haya sido parte de la mía hasta este momento, yo no puedo ofrecerte nada, así que no sé a dónde iremos, entonces quiero pedirle disculpas formales a mi ex prometido y a mis padres, necesito arreglar lo que arruiné antes de irme para siempre.

Escucha la barca detenerse, ha sido un camino breve hasta lo que le parece una iglesia, es más como una casa gigante al borde del mar, Sungchan no responde de inmediato, simplemente se para y extiende su mano para ayudarlo a bajar sin tener dificultad alguna.

¿Habrá alguna manera de que lo haya re considerado? ¿Se está dando cuenta de que lo que ofrece no es digno? Las personas no viven de amor por muy encantador que suene, si a los humanos menos evolucionados les cuesta alejarse del mundo capitalista, eso no significa que a los nacidos de las flores les será más fácil, Donghyuck sabe que necesita un hogar para vivir, lo demás se puede obtener con el tiempo, pero ¿qué posee un muerto por cincuenta años?

—Creo que podemos hacer eso.

El amor son sólo un grupo de palabras bonitas adornadas con flores muertas y Donghyuck comienza a comprender por qué todos los buscan, porque eso los lleva a morir, así que no tiene de otra, ¿qué importa ser amado si no puedes amar a quien te ama?

El estómago se le revuelve de sólo pensarlo, es abominable que lo trate con tanta delicadeza, que pretenda que es copioso, cuando su avaricia rebasa su cabeza, las gipsofilias son deseosas y nada les satisface, por eso crecen en donde sea, porque quieren cubrir todo con amor, porque se aman cuando aman, aman amar, no aman al otro, sino eso cómo los hace sentir; pero en todo esto, Donghyuck es el que pierde más, casarse no es así de fácil.

¿Cómo va a satisfacer sus propias necesidades?

Ese niño de cinco años que sonreía ante el espejo cuando su madre le ponía un bonito vestido, cuando jugaban a que Donghyuck era un princesa bonita que se iba a casar con un apuesto heredero al trono y, entonces, podrían comprar abundantes telas para que no sólo Donghyuck luciera hermoso, sino que su madre igual, y ella estaría muy contenta de vivir en un castillo y cuidar de su afortunado hijo. ¿Cómo va a darle a ese niño la felicidad de que una madre lo quisiera con tanto cariño?