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El peli-negro se puso muy nervioso, eso confundió y preocupó demasiado al mayor. ¿Qué era lo que tenía que decirle? ¿Por qué estaba tan nervioso? ¿Había pasado algo y él no lo sabía?

— Kook… tengo algo que contarte — mordió su labio con fuerza un poco nervioso.

El peli-negro pensó muy bien en lo que tenía pensado decir, se acercó al rostro del mayor y lo miró fijamente, sintiéndose aún más nervioso.

— Tranquilo, Mimi, solo dime lo que me tengas que decir. Sabes que no importa que sea, no te voy a juzgar y te voy a apoyar sin importar que sea — dijo tratando de tranquilizar al menor.

Jimim sonrió, no sabía si después decirle lo que pensaba sobre el, tendría la misma respuesta y tenía miedo.

Había descubierto que no solo veía a Jeon como su profesor o amigo, sino que algo más o al menos eso creía y tenía en mente confesar esos sentimientos que estaban creciendo dentro de él.

Pero ¿Y si lo rechazaba?

¿Y si no sentía lo mismo?

¿Y si lo alejaba de él?

No podía soportar ninguna de esas cosas por parte del profesor.

Lo miró y un suspiro largo salió de sus labios. Lo mejor sería no decirle nada y callar eso que estaba sintiendo.

—¿Me dice cuándo es el próximo examen, por favor? — inventó lo primero que le vino a la mente.

Jeon negó divertido y suspiró aliviado al ver que no era nada grave.

— No te puedo decir, eso sería fraude.

— ¡Ohhh…! — hizo un pequeño, y muy tierno puchero — Eres malo, no es para nada grave que me lo digas, además solo te estoy preguntando el día, no las preguntas o algo parecido.

— Bueno… Tienes un poco de razón, así que te diré: es él…

Jimin lo mira confundido, al ver que su profesor se había quedado callado cuando iba a decir el día.

— ¡No te quedes callado y dime! — lo regaño y le pego en el brazo.

El profesor Jeon suelta una risita y abraza los hombros del peli-negro.

— No te diré, y por tu bien, espero que tu nota sea la más alta, o te irá muy mal conmigo, jovencito.

El menor soltó una carcajada, lo abrazó, viéndolo a los ojos. Sintiéndose feliz al estar entre los brazos de Jungkook.

— Tomaré eso en cuenta, mi malo y bonito profesor — sonrió, viéndolo.

Jungkook lo miró nervioso y besó su frente.

— Espero que así sea — dijo en un susurro, viendo sus hermosos ojos, hipnotizado.

>>>

Estaba anocheciendo y Jeon decidió que era hora de llevar a su hermoso ángel a casa.

— Mimi, ya es hora de que te llevé a casa.

El menor hizo un puchero, él no quería irse, él quería seguir sentado en el césped viendo el hermoso atardecer junto a Jungkook.

— Un ratito más, por favor — miro a su mayor y trato de poner su mejor puchero y ojitos, para conversarlo.

Y le hubiera funcionado, si no fuera, porque Jeon recordó que la madre de Jimin le había dicho que su pequeño hijo no podía llegar tarde debido a que tenían una cena importante.

Jeon trató de no mirar aquella hermosa carita que tenía el peli-negro y sobre todo aquel hermoso puchero que lo estaba haciendo pensar en quedarse un poco más.

Es que él haría lo que fuera por su pequeño chico y sobre todo si tenía un tierno puchero en sus labios.

— Tu madre me dijo que no podías llegar tarde hoy, Mimi.

Jimin lo miró confundido.

¿En qué momento había hablado con su madre?

¿Por qué últimamente su profesor estaba tan cerca de su madre?

¿Por qué tenía que venir su abuela justo hoy?

¿Por qué su profesor simplemente no le hacía caso y se quedaban ahí?

Eso y muchas cosas se preguntaba, mientras tenía su ceño fruncido.

¿Por qué Jungkook se estaba volviendo tan cercano a su madre y por qué siempre trataba de darle una buena impresión?

¿Acaso a su profesor le atraía o le gustaba su madre?

Pensar aquello lo puso triste y sintió un fuerte dolor en su pecho. Miró a Jeon con sus ojitos llorosos.

— S-si vamos — se puso de pie, pero Jeon lo tomó de la mano y lo hizo sentarse otra vez, solo que por el jalón cayó sobre su regazo.

— ¿Qué pasa, Mimi? — preguntó preocupado, tomando sus mejillas entre sus manos — ¿Por qué parece que vas a llorar?...

— N-nada solo recordé algo q-que me puso algo triste — sonrió para calmar un poco a su mayor — Ahora vamos, tengo ganas de llegar, seguro ya mi abue me está esperando con galletas.

— Está bien, vamos.

Los dos se pusieron de pie y fueron hacia el auto de Jeon.

Los dos se pusieron de pie y fueron hacia el auto de Jeon

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🪼 | ¿que tal les esta pareciendo la historia?


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