...
- Joven Satou ¿Cree usted que puedo entregar esto para el proyecto final? -el hombre robusto agitaba el conjunto de papeles debilmente agarrados por un clip metalico.
- Pero hice lo que usted me pidió.
Las venas del que, por su vestimenta, parecía un supervisor de empresa estaban por estallar.
- ¿Acaso yo te pedí que hicieras esta mierda? ¿Ah?
Esputo furioso al momento que lanzó las hojas al suelo, dispersandose.
El chico, al borde de las lágrimas, bajo la cabeza y en silencio recogió los papeles.
- No te creas demasiado solo por ser el integrante más joven en ser admitido. Así que has el trabajo correctamente y lárgate.
El chico, ya lagrimenando un poco y con los labios temblorosos, salió de la oficina y camino decaído hacia su escritorio.
- ¿Él novato volvió a embarrarla? Que decepción.
- Seh... no entiendo por qué le dan un trato especial si el igual de inutil que todos los demás.
Mas no fue una marcha tranquila, todos los demás ofinistas se juntaban a comentar entre ellos lo ocurrido y burlarse
- Según dicen, saco 131 en su IQ.
- Yo creo que hizo trampa, es imposible ser tan listo y que cometas errores tan evidentes.
- Cierto, no es más que un sujetado sin ningún mérito.
La marcha del joven no se interrumpió por los comentarios... solo los guardo en él mientras pensaba:
"En verdad soy un mediocre... ¿Cómo me pasa esto a mí?
XXX
*ploc ploc ploc*
Aquel de todo esos funestos recuerdos llegó a mi en el momento en que cerré la llave del pilón.
- Que mal que creí en Liam... Otra vez soy un esclavo de otro.
Mi mirada triste decayó sobre mi pecho delgado donde una marca de color púrpura se había formado semanas atrás.
Era una marca de cumplimiento.
Aquella que, por no saber leer, acepte en ese contrato maldito.
Esta marca me comprometía a cumplirlo sin falta, causandome un dolor indescriptible si me oponía.
Lo descubrí al día siguiente de mi primera misión. Después de mi primer encuentro con un sapo gigante Liam me trató con amabilidad y me acompaño durante la comida, contándome aventuras fantásticas y mitos legendarios, tras lo cual me condujó a una posada cercana en la que pude descansar. Era genial.
Pero...
- Aaaah!!!
... a la mañana siguiente mi sueño de una aventura tranquila fue penetrado por la marca que me dolió hasta que me levante. Liam ya me esperaba sentado al pie de la cama y me explico la situación.
Quise atacarlo por la falacia, pero la marca me detuvo con una eléctrica magia que me hizo retorcerse hasta caer.
Entonce me dijo las reglas para que esto no se activará:
1) no debía agradirlo de ninguna manera
2) debía completar las misiones que había pedido a Liam lo antes posible, solo habiendo espacio para dormir 6 horas, comer y hacer mis necesidades personales.
3) no debía pedir ayuda a nadie o acercarme a algún responsable del gremio que no sea él.
Y con eso se marchó y la marca empezó a dolerme de nuevo.
Desde entonces no ha dejado de levantarme demasiado temprano e ir inmediatamente a cazar sapos.
No era tan malo, por que después de todo recibí muchos conocimientos de los sapos con ayuda de mi habilidad, como el hecho de que su estómago es azulado por el interior y que tienen un musculo en la lengua que funciona de resorte para lanzar su lengua.
Hoy era una ocasión especial. Por motivo de mi reciente subida al nivel 7 los sapos ya no eran una opción viable si quería mejorar; aunque Liam era el principal interesado, ya que ganaría más si las misiones que cumplia era de mayor valor.
*zas*
El molesto signo chiporoteo en mi pecho para avisarme que estaba tardando, por lo que me apresura a salir al gremio.
XXX
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Konosuba - El mejor aprendiz
RandomEsta es una nueva historia interesante que se me ocurrio... Disfrutenla, tendra a un kazuma timido, que se explicara mas adelante, un grupo de inútiles no tan inutiles y mucho mas... No poseo los derechos de konosuba, ni nimguna de las imágenes que...