Por Tierra, Mar Y Aire

Distancia

Lunes, 05 de mayo de 2014

No me puedo creer lo que acabo de escuchar, sé que podría llegar a ser algo impulsiva a la hora de hablar, y que a veces dice cosas fuera de lugar, pero esto... Esto es demasiado ya.

Bea se la queda mirando frunciendo el ceño y suspira.

-Como dices? Que acabas de decirle? Tu te escuchas cuando hablas?- Le bombardea Bea elevando el tono cada vez más a medida que iba hablando.

Yo aún sigo en shock y sé muy bien lo que me toca hacer ahora, esto si que no me lo esperaba, pero no me pienso quedar callada como piensa que haré, no pienso pasarle ni una más, me ha hecho más de una así, ridiculizándome delante de gente como la vez en el autobús, donde me dijo que si fuera a América allí sería una de las menos gordas ya que lo están mucho más en esa zona, jamás había escuchado semejante barbaridad, pero me callé mientras oía como se reían de mí, al igual que muchas otras veces lo hice, he sido como una olla exprés con ella, y al final ha hecho que estalle, la conoceré de toda la vida, pero no me voy a dejar humillar por nadie nunca más, no creo que lo merezca.

-Mira eres libre de pensar lo que quieras, pero me parece increíble la tranquilidad mental que demuestras después de haberle dicho a una de las que supuestamente era tu mejor amiga, que es una guarra por hablar con un chico, que pasa que tu si lo puedes hacer siempre que quieras, pero cuando lo hacemos los demás esta mal, eso es de ser muy hipócrita, ¿no crees?.-Le suelto sin dejar siquiera que se defienda, esta callada y observándonos alas dos con los ojos muy abiertos, sé de sobra que no se lo esperaba, pensaría que dejaría que Bea me defendiera como siempre y creo que aunque la dejáramos hablar no sabría ni como defenderse.

-Te recuerdo que empezaste a salir con Mario, mientras estabas con él te acostabas con Daniel, una vez los dos te dejaron porque no te soportaban, empezaste a liarte con desconocidos en fiestas porque sí, echabas la culpa al alcohol, pero todos sabíamos que no habías bebido tanto, y ahora estas liada con Alex, aunque no lo vayas a reconocer, ¿Y la guarra soy yo?-Le hablo mirándole directamente a los ojos con Bea en medio, escuchando atentamente, nunca me habían visto así, y saben que he llegado a mi limite con Noelia.

-No...No me dejaron porque no me soportaran... No estoy liada con Alex, ni siquiera me cae bien, solo sabes decir mentiras.- Me recrimina Noelia, le tiembla la voz un poco al hablar, y se nota que no sabe muy bien como contestar, a empezado a mirar el teléfono como queriendo pasar del tema, pero no se lo pienso permitir, yo ya he llegado hasta aquí.

- Nada de lo que ha dicho es mentira Noe, sabes perfectamente que tiene razón, por una vez en tu vida admite que te has equivocado, pide perdón, es lo mínimo que puedes hacer.- Le dice Bea tranquilamente, intenta calmar el ambiente.

No sé si es por el enfado que llevo ahora mismo encima o porque esta situación a sido la que me ha abierto los ojos, pero creo que acabo de decidir que mi relación con Noelia no pasa de hoy, me he cansado, a sido la gota que a colmado el vaso.

-Mira, no voy a discutir contigo de quien miente y quien no, yo tengo la conciencia muy tranquila, y por si en todos estos años no te has dado cuenta, siempre he querido que tengas lo mejor, de eso se trata la amistad aunque a ti te cueste comprenderlo, asique no quiero que tengas una amistad con una mentirosa como yo como tu dices.-Le digo mirándole a los ojos mientras me empiezo a vestir y recoger mis cosas, ya no me dan ganas de gritarle, se que no serviría de nada, solo quiero irme de ahí, quiero alejarme de ella y no verla nunca más, para mí esta fuera de mi vida.

- Luego hablamos.- Me dice Bea, me da un beso en la mejilla y me despido de ella.

En cuanto salgo de la arena y empiezo a caminar por el paseo marítimo, recuerdo que todo esto lo a encadenado un mensaje, mensaje el cual no he respondido.