Ardor

20 0 0
                                    

Sábado, 12 de Noviembre de 2016

Los segundos más largos que he vivido últimamente. Lo cogerá? Nunca habíamos hecho videollamada y no se como va a reaccionar, me siento en la silla del ordenador en cuanto le doy a la videollamada y espero.

De repente deja de sonar el tono, y veo en la pantalla al mismo chico de las fotos mirándome y sonriendo, tiene una sonrisa preciosa, no me había dado cuenta antes porque en las fotos no salía sonriendo, se ríe, no sé si de mí o de la vergüenza pero se me contagia la risa y empezamos a reírnos, creo que estamos tan nerviosos que no sabemos ni por que nos estamos riendo.

-Pensaba que me ibas a enviar una foto sin más... No sabía que eras tan valiente como para hacerme una videollamada- Me dice sonriendo aun y algo rojo, supongo que por la situación inesperada.

Creo que he hecho lo mejor, nunca sabes quien hay al otro lado de la pantalla cuando conoces a gente por internet, asique antes de enviarle cualquier cosa por muy inofensiva que sea, es preferible verle aunque sea por videollamada, también cabe decir que las personas malas suelen estar preparadas para estas cosas, y que nunca te debes fiar de nadie del todo.

-Te has puesto rojo eh - Me rio cuando se lo digo para que vea que no tiene porque estar nervioso, realmente yo también estoy algo roja.

-Y tú también niñata- Se ríe y me señala con el dedo.- Bueno me vas a enseñar el vestido? Hoy te hago de estilista para que ligues.-Se echa hacia delante acercándose ala cámara como si así me viera mejor, me hace sonreír y asiento con la cabeza.

Me levanto del asiento y retiro la silla para que se me vea perfectamente delante del espejo, llevo el vestido puesto y voy descalza, por un segundo me invade la inseguridad de mi cuerpo y empiezo a pensar en que ahora mismo me esta viendo con un vestido ajustado y no sé lo que se le esta pasando por la cabeza, asique me giro hacia el teléfono y lo veo en silencio mirándome... Se esta mordiendo el labio? Sonrió para mi, creo que lo hace sin darse cuenta, pero ese gesto hace que mi inseguridad desaparezca y se transforme en ardor, una sensación que no había sentido antes, pero se perfectamente lo que significa, ojalá fuera yo la que mordiera ese labio.

-Y? Tan mal me queda que te has quedado mudo?- Le digo incorporándome a la pantalla del teléfono y mirándolo fijamente.

-Por lo visto un poco mudo si me he quedado, me has dejado sin palabras, y mira que eso es difícil.- Me dice sonriendo, y me doy cuenta que cada vez mi ardor va aumentando a medida que veo que no me quita la mirada de encima, me muerdo el labio inconscientemente y se da cuenta, me niega con la cabeza en silencio, piensa lo mismo que yo, esto no esta bien, demasiada distancia por medio para toda la tensión que hay ahora mismo entre nosotros.

Me alejo un poco de la pantalla, le quito la mirada e intento hacer como que esto no esta pasando, creo que es lo mejor con los kilómetros que nos separan.

-Bueno te enseño el otro a ver si es mejor que este.- Le digo levantándome y cogiendo el otro vestido de encima de la cama.

- Mejor que este? Lo dudo mucho pero bueno vamos a ver que tienes ahí.-Me contesta riendo.

En los pocos minutos que llevamos de llamada me doy cuenta que le odio cuando se ríe o me sonríe, hace que mi cabeza se descontrole y empiece a pensar fuertemente en la idea de poder tenerlo cerca, en lo que pasaría si no estuviera lejos, si al menos estuviera en la misma isla...

Recojo el vestido y los tacones que he comprado y le hago una señal con el dedo haciéndole entender que ahora vuelvo, me voy al baño que esta justo enfrente de mi habitación y ahí me visto. Es un vestido rojo intenso a modo de corsé con dos tirantes entrelazados ala espalda descubierta que terminan en un lazo caído hacia el trasero, este es con falda de volante aunque igual de corto que el anterior, me pongo los tacones, son altos y negros a modo de sandalia con tacón grueso. Cuando ya he terminado de vestirme me miro en el espejo del baño y me sonrió, me siento poderosa ahora mismo, y me gusta.

Por Tierra, Mar Y AireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora