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- buenos días. - dije saliendo de mi habitación, aún en pijama y toda despeinada pero aún con el mismo enojo que le tenia a Pietro desde anoche. - te despertaste temprano.
- no podía dormir. - dice mientras se servía una taza de café. Que me pregunto de donde lo ha sacado ya que yo no tengo pero se agradece que haya comprado. - ¿gustas?
- no gracias. - dije muy segura y tratando de mostrar que no me importa y fui al refrigerador. - supongo que no podías dormir pensando en Mónica.
- Amelia, literalmente tu me invitaste a esa fiesta con la intención de que lograra a salir con ella ¿cómo eso puede llegar a molestarte? En serio no te entiendo.
- no me molesta que salgas con ella. - aclaré.
- no estoy saliendo con ella. - el me interrumpe y se toma la taza de café de un solo trago. - necesitaba yo también aclarar eso.
- basta de cafeína para ti. - dije retirándole la cafetera. - lo que me molestó fue toda esa... esa despedida entre todos al final. Tu tampoco te veías brincando de la emoción por mi cuando la persona de mis sueños me había invitado a salir.
- odio el sushi.
- ¿esa es tu razón? ¿Lo que no te dejo estar feliz por mi fue que no disfrutas de esa comida? ¿Es en serio?
- espero que tengas la mejor cita de todas, lo digo de corazón. Mereces ser feliz y estar con el chico Perfecto que tanto has buscado y que lo peor de todo, es que ya tiene nombre y apellido para ti. - se acerca a mi y pasa mi cabello por detrás de la oreja. - solo que el héroe de la nación no es mi persona favorita en el mundo.
- entonces ¿con quien debería salir, según tu? - el abre la boca, listo para contestar, pero se arrepiente y no dice nada más. Pero Wanda sale de su habitación y su comentario es lo más sorprendente de la mañana.
- buenos días a ambos. - se recarga en la barra de la cocina y no deja de mirarme. - Amelia.
- ¿si?
- necesito que me ayudes con algo lo cual solamente tú podrías... Pietro no. - su hermano la mira con el ceño fruncido.
- ¿problemas de chicas dices? - pregunté.
- ¿que son los problemas de chicas? - esté pregunta y eso me hace pensar que ni siquiera tiene el más mínimo conocimiento de lo que es la menstruación. O quizás si, pero no asimila que su hermana también pasa por ello. Wanda asiente con la cabeza y me hago a un lado para separarme del contacto visual con el y voy directo a mi habitación, donde ella me sigue.
Cerré la puerta detrás nuestro.
- Mira, tengo... - saqué una caja con varias cosas que podían servirle. - tengo tampones, tengo toallas sanitarias... inclusive tengo la copa menstrual.
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WILDEST DREAMS | PIETRO MAXIMOFF
AléatoireAmelia Duncan empieza una pasantía con Stark recién terminando la escuela, esperando de esa manera ganar un poco dinero y por supuesto, y convivir con los vengadores que es básicamente el sueño de ella y de todos sus amigos. Pero que pasaba cuando t...