Quiero ser escarcha

Trabajo, o la mejor forma de huir del dolor

Antonio llega siempre a tiempo a su oficina. Aún no ha amanecido, pero el alba repunta. Por hoy será suficiente, pensó.

Antonio se sienta en su escritorio, enciende el ordenador y empieza a organizar sus tareas del día.

Luego comienza a trabajar. Trabaja sin descanso. Trabaja con rapidez, casi desesperado, como si le faltara tiempo, como si tuviese que quitarse las cosas de encima. Los informes, las tareas, los recuerdos, o el vacío creciente de su pecho.

Trabaja para calmarse. Trabaja para olvidar. Trabaja para sentirse mejor. Y día tras día, comprende que su método no funciona. Pero sigue trabajando.

Sus compañeros no son como él. Ellos conversan alegres, cuentan chistes y se ayudan en los proyectos. Él es incapaz de ser alegre. Es incapaz de conversar o contar chistes. Tal vez por eso tampoco es capaz de ayudar directamente. Tal vez eso sea otra cosa que quiere olvidar.

Antonio siempre come sólo. Normalmente se compra algo barato en el McDonald's de la esquina o en la máquina expendedora, y le sobra mucho tiempo, pero él lo usa para trabajar, porque no quiere quedarse a solas con sus pensamientos.

Hay una compañera, Ángela. Lo cierto es quea Antonio le gusta mucho. Pero él siempre ha sido un cobarde. No ha sabido acercarse a ella. No trata de impresionarla, sólo trabaja para olvidarlo.

Sólo trabaja y trabaja.