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Afrodita había hecho sufrir a Sunoo de todas las formas que se le habían ocurrido, lo había sometido a tortuosas tareas, tres para ser exactos, lo había hecho suplicar, llorar, quería que le suplicara que le quitase su belleza, pero Sunoo no parecía siquiera estar enterado de lo que había hecho mal a ojos de la diosa, por lo que había decidido darle un último castigo que no pensó que lograría realizar

—Irás al inframundo a buscar algo para mí —le informó la diosa, mientras el chico reposaba aturdido en el suelo, agotado —Evadirás a Hades y le pedirás a Perséfone que te de una caja negra que contiene la hermosura del inframundo

El chico asintió, incapaz de negarse, pues pensaba que aquella sería la solución definitiva para recuperar a su amor

—Por ninguna razón abras la caja, mortal, no tengo la obligación de darte explicaciones así que no lo haré, así que espero que te baste mi palabra. No lo abras

Y aquel día, un par de horas después, Sunoo había descendido al inframundo en busca de lo que Afrodita necesitaba. En un principio había pensado que morir sería la forma más eficiente de llegar al inframundo, pero una voz le había susurrado un camino menos mortal, y fue ese el que siguió, un camino para valientes

Perséfone, quien había visto todo lo que había hecho solo por recuperar a Sunghoon, se sintió conmovida y accedió a ayudarlo tan pronto como llegó

 Pero otra vez la curiosidad parecía ser el inicio de cada una de sus condenas, pues cuando estaba por regresar a Afrodita no pudo evitar ser aturdido por la curiosidad, abriendo por ella la caja, cayendo en un profundo sueño al ser tocado por el sueño estigio, aquel sueño que recibían los muertos al llegar al inframundo, quedando ahí atrapado

EROS'S TRUE LOVE - SUNGSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora