Capítulo 7

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La noche está oscura y noto la pesada respiración de Kara, aun ella estando a metros de la cama del hospital. Una luz tenue alumbra al libro que sostengo entre mis manos. Soy incapaz de dormir, y leer me tranquiliza muchas veces, aunque en este caso, está haciendo todo lo contrario.

Consumo las páginas de uno de los mayores clásicos de la literatura que, hasta hace unas semanas, pensaba que era ficticio, pero ahora considero la posibilidad de que la historia esté basada en hechos reales.

A las 3 de la mañana me acabo el libro, y he de decir que me ha impresionado. Drácula, de Bram Stoker, me ha proporcionado la información que necesitaba para conectarme más con el mundo de los vampiros.

Mis pensamientos le dan vueltas a esto mientras que caigo en un profundo sueño.


Es Kara quien me despierta a las once de la mañana sin ningún tipo de restricción; abre las ventanas, dejando pasar la escasa luz proveniente de fuera; el cielo está nublado y los rayos de sol se escapan entre los huecos de las nubes. Es un paisaje precioso.

- El desayuno está aquí, y créeme cuando te digo que voy a hacer que te comas hasta la última miga.- me dice en tono amenazador, pero con el rostro lleno de alegría.

Mientras que me pasa una galleta, se sienta en la cama y empieza a reír.

- ¿Qué pasa?- pregunto, realmente intrigada ante la situación.

- Hace unas horas, vino Thiago. Pero todavía no estabas despierta. Le dije que esperara fuera.- su rostro se vuelve más serio y cruza la habitación para cerrar la puerta. Una vez que se sienta de vuelta, baja su tono de voz.- cuéntame que tal es.Te gusta, ¿verdad?

Su pregunta me pilla fuera de guardia. ¿Realmente siento algo por él?

- Sé como le miras,-continúa- y cada vez que hablo de él, algo parece encenderse en tu rostro. Tendría que estar ciega para no darme cuenta.

Noto como mi cara se va encendiendo poco a poco, hasta que estoy segura de que parezco un tomate viviente.

- Supongo...-contesto, bastante bajo.-Nunca había pensado en ello.

Y en verdad, era así. Desde que me mudé a Woodburn han pasado tantas cosas, que ya me resulta imposible pensar como una adolescente normal.

Mi amiga empieza a dar gritos de alegría como una loca y le tengo que recordar que estamos en un hospital.

Continuamos hablando de Thiago y, una presión se empieza a extender por mi pecho hasta que me doy cuenta de lo que me estoy olvidando.

- Kara. He tenido visiones de él, y en una pactaba con un señor para matarme.-digo, mirándola fijamente a los ojos.

Ella se estremece, mientras, su cara cambia totalmente.

-¿Cómo no me lo has contado?- pregunta, en su tono de voz noto que está molesta.

- Es que últimamente están pasando tantas cosas, que mi cabeza es un hervidero de misterios. Además, tengo un presentimiento sobre él, creo que no es tan malo como aparenta.

-¿ Un chico que quiere matarte? ¿Cómo te puede gustar? Porque yo creo que si lo es.- exclama, olvidándose de susurrar .Cuando se da cuenta, baja la voz.- Mira, yo digo que nos alejemos lo que podamos de él.

-Necesito descubrir los misterios de este pueblo, y creo que él es la respuesta para estos. Cada vez que le toco, tengo visiones. Cuanto más me acerque, más fácil va a ser descubrir sus secretos.

- No quiero que te pase nada malo.

Se oyen dos ligeros golpes en la entrada de la habitación poniendo fin a la conversación.

Mi luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora