Capítulo 10

38 3 1
                                    

Los amarillos ojos de Thiago se clavan en los mios. Una sensación de miedo se mezcla con una de curiosidad causando en mí el deseo de correr.
Desde que le conocí se ha estado portando de una forma extraña, como si mis ojos estuvieran cubiertos por un velo que me impidiera ver su personalidad o incluso a él, pero ha habido momentos que me han parecido reales, como cuando me salvó de aquel balón en la librería.
- El caso es que... estás en peligro, Abby- su voz me despierta, y hasta el momento me había olvidado de que estaba ahí.
- ¿A qué te refieres? Sé qué eres.. -digo, intentando esconder el miedo que mi voz refleja, aunque por la expresión de su rostro, sé que no lo he conseguido.
- Mira... No sé qué crees haber visto, pero estoy seguro de que no sabes nada- en su tono de voz no hay enfado, sólo tranquilidad quizá mezclada con curiosidad.
- Sé que eres un vampiro, que te torturaron y- Thiago me corta antes de que pueda seguir.
- Creía que no creías en cosas paranormales.- dice cómico. - Tranquila, no soy un vampiro. Hace siglos que no viven. Están extintos desde, por lo menos, la Edad Media.
- Pero te vi alimentarte de un líquido rojizo... Y los colmillos de todas mis visiones...
- Osea que era verdad... -murmura tan bajo que es apenas audible- has estado teniendo visiones, así que eres tú de verdad.
- ¿Cómo que soy yo?
De repente Thiago parece un niño en el día de navidad.
- Quiero explicaciones -exijo, ya que él parece estar absorto en sus pensamientos.
- Vale. Lo que has estado viendo han sido korais- son como demonios, pero más bruscos-. Explica con un brillo mágico en sus ojos.- Y tú eres la razón por la cual no pueden ser más poderosos.
Me paro a examinarle. Tiene el pelo alborotado y una expresión completamente diferente a la que tenía hace unos segundos, parece que le ha tocado la lotería. Es una persona tan diferente al chico que conocí una vez...
- Yo no quiero que sean más poderosos, por eso intento protejerte, aunque me lo pones bastante difícil.
Nada de esto tiene sentido.
Parece leerme el pensamiento cuando añade:
- Sé que al principio es muy confuso pero, has empezado a tener visiones de korais ¿verdad? Y seguro que han ido evolucionando.- su voz es cálida y está sonriendo, emocionado por algo que desconozco.- es que te he estado buscando tanto tiempo...
Suelta una carcajada sin ánimo y mientras, yo intento procesar toda la información.
- Pero ¿Cómo es que me han localizado ahora y no antes? -formulo una de las miles dudas que inundan mi cabeza.
- ¿ Se ha muerto alguien de tu familia recientemente? -inmediatamente pienso en mamá, que padeció hace dos años.
Asiento como respuesta.- Mi madre, pero fue hace tiempo.
- Entonces ella era quien te protegía de ellos, no importa si no ha sido reciente, un conjuro bien hecho dura bastante.
¿ Está diciendo que mi madre era una bruja? Al formular esta pregunta, él me contesta con una mirada dulce.
- Seguramente te llevara a una para que te eliminara el rastro y así ningún korai te encontrara. Pero algo debió fallar y te localizaron hasta aquí. Tu "especie" es muy antigua, tanto que sólo quedas tú en el mundo.- automáticamente pienso en mi hermano.

- Tengo un hermano- digo, incapaz de siquiera pensar en esos monstruos arruinando su infancia.

- Por suerte o desgracia, siempre es el primer descendiente el que obtiene todos los poderes.- Dios, este chico parece una Wikipedia andante. Por suerte, tengo muchas preguntas.

- Pero ¿ Cómo es que no han atacado antes? A otras generaciones, quiero decir

- Ya han ido matando a lo largo de los siglos a los demás de tu especie, localizar a uno de los tuyos les gasta por dentro, tanto que seguramente antes el mundo era muy variado, no como nos enseñan en los libros de texto.

Me muerdo el labio y pienso en todas las cosas extrañas que he experimentado en los últimos meses... Me cuesta creer que todo esto sea verdad. Thiago tiene los ojos clavados en mí, dándome tiempo para reaccionar.

- Entonces... ¿Tú qué eres? Siempre que has hablado de los Korais lo dices en tercera persona, así que debo suponer que no eres uno de ellos.- digo, con una sensación no muy agradable en el estómago. Miedo.

-¿ Yo?- tras hacer una pausa que hace que esa presión aumente, prosigue- soy el resultado de un Korai y de un humano.

Estoy segura de que mi cara parece un poema ahora mismo. Demasiada información que asimilar.

-Resulta que hay una especie de demonios que se alimentan de sangre que me quieren matar para así dominar el mundo ¿No?- Él se limita a asentir mientras añado- pero tú no estás solo... He visto a un hombre que se encontraba contigo en la librería....
- Ese es mi padre- contesta secamente. Sus ojos se posan en diferentes objetos a nuestro alrededor, parece como si algo le inquietara sobre el tema. Decido investigar, pues dice saber las respuestas al sinfín de extraños sucesos que me rodean.
- ¿Por qué, si es tu padre, tiene el aspecto de un anciano? Además, carecía de cariño en su voz.
- Fui criado por brujas, recientemente le encontré vivo. Al parecer los humanos envejecen más rápido que nosotros.

Me sento exhausta mientras Thiago me acompaña a casa. Han pasado demasiadas cosas hoy, y mi cerebro parece haberse desconectado temporalmente debido a la sobrecarga de información. Estoy hablando de algo relacionado con mi madre cuando todo se vuelve borroso a mi alrededor. La familiar sensación me recorre, llenándome por dentro. Esta vez veo flashes de imágenes, fugaces, pero lo suficientemente claras como para comprenderlas. Veo korais por todos los lados; haciendo planes, entrenando... ¿ Estarán planeando una guerra? La siguiente imagen me aclara todas las dudas como si de agua fresca en mi cara se tratara. Hay un muchacho de apenas 7 años de edad concentrado en una imagen: la mia. Ahora soy capaz de escuchar voces: "Dile que estamos planeando una guerra" o "Niño, concéntrate si no quieres que le hagamos daño". La escena se va disipando y me doy cuenta de que no soy la única de mi especie. Ese niño me está mandando una señal de ayuda. A continuación veo una casa que reconozco a pesar de mi corta estancia en el lugar.
Cuando la visión cesa, me encuentro con un Thiago deshubicado, confundido seguramente por la determinación de mi mirada.
- Hay otro niño como yo. Estamos en guerra.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora