GODMOTHER

560 14 25
                                    

En este One Shot, Max y Lucas acaban de tener a su bebé y Mike y Once van a visitarlos al hospital. Los nuevos padres se sienten en una inmensa nube de felicidad, y recuerdan que sin Once, nada de esto hubiera sido posible y las cosas ahora serían muy diferentes.

///////////////////////////////////////////////////

In this One Shot, Max and Lucas have just had their baby and Mike and Once are going to visit them at the hospital. The new parents sit in an immense cloud of happiness, and remember that without Eleven, none of this would have been possible and things would now be very different.

——————————————————————————

- Buenos días, ¿qué desean?

La pareja se miró, nerviosa, y muy emocionada. Al fin estaba pasando. A ella ni siquiera le salía la voz por los nervios, así que tuvo que ser él quien respondiera.

- Buenas tardes. Venimos a visitar a Maxine Sinclair, en el ala de maternidad.
- Veamos... - la recepcionista revisó su ordenador - Habitación número once.
- Está bien, muchísimas gracias.

Los dos se cogieron de la mano y caminaron hacia el ala de maternidad del hospital de Hawkins. El corazón de los dos latía fuertemente, pero sobre todo el de ella. Su mejor amiga del alma se había convertido en madre, y le parecía increíble.

- Habitación número once - le dijo él -. Que casualidad, ¿no crees, Ce?
- Dios, tienes razón - respondió ella sonriendo -. Mira, es aquí...

Ella señaló una puerta en el pasillo de maternidad. La habitación número once. Allí estaban. Respiró profundamente, y él tocó la puerta. A los pocos segundos, la abrieron.

- Lucas...
- Once, Mike...

Ella y su pareja distinguieron en Lucas un gesto de felicidad mayor al que había podido tener nunca, y ella le abrazó fuertemente, y luego Mike hizo lo mismo.

- Pasad, pasad - les dijo Lucas -. La pequeña acaba de despertarse.

Ambos se miraron emocionados y caminaron detrás de Lucas adentro de la habitación. Los ojos de Once se llenaron de lágrimas al entrar y ver a su mejor amiga. Ella estaba tumbada en la camilla, con una coleta mal hecha y unas ojeras muy pronunciadas, pero con una gran sonrisa de oreja a oreja. Entre sus brazos, el pequeño bebé de apenas dos días de vida.

- Hola Ce... - suspiró ella, mirándola, feliz.
- Max... - Once se acercó a ella, con los ojos llenos de lágrimas - No me lo puedo creer...

Las dos amigas se abrazaron y luego miraron al bebé, que tenía los ojos entrecerrados y una mano puesta sobre el pecho de su madre.

- Te presento a Kate... - dijo Max sonriendo - Katie, esta es Ce... - Max puso con cuidado a la pequeña sobre los brazos de su mejor amiga.

Once observó a la pequeña, entre sus brazos. Su piel era una mezcla entre la de sus padres; su pelo, oscuro, y sus ojos eran azules grisáceos, propios de todos los recién nacidos. Sin duda alguna, era preciosa. Mike se acercó a ella y miró a la recién nacida, sonriendo.

- Lucas, Max, es perfecta - dijo él.
- Hola, Kate... Eres preciosa, pequeña... - susurró Ce sentándose en una silla al lado de la camilla de Max.
- Qué nos vais a decir a nosotros... - respondió Lucas con una amplia sonrisa - Es un sueño echo realidad - añadió sentándose en la camilla al lado de Max, y dándole un beso en la frente, mientras esta miraba a su hija y a su mejor amiga, enternecida.
- ¿Qué tal fue todo? - preguntó Once acariciando la diminuta mano de Kate.
- Bueno... - suspiró Max - Horrible, para que mentir. Un día entero de parto, con unos dolores horribles.
- ¿No te pusieron epidural?
- Sí, me la pusieron al principio, y pude estar bien las primeras ocho horas, pero luego se me pasó el efecto, y cuando me pusieron una dosis más alta...
- Le dio fiebre y se puso a temblar. Incluso vomitó - añadió Lucas -. Me dio un susto de muerte. Nos dijeron que su cuerpo no aceptaba la dosis tan alta de anestesia.
- Así que tuve que aguantarlo absolutamente todo. Cuando creía que una contracción era la peor que había tenido, luego venía otra aún peor - explicó la pelirroja, angustiada al recordar todo el dolor del parto -. Pero sin duda valió la pena... Cuando la vi... Dios mío, nunca pensé que podría sentir algo así. Fue inexplicable. Como ha dicho Lucas, es un sueño hecho realidad - los ojos de Max se llenaron de lágrimas de felicidad y Lucas la agarró de la mano.
- Y todo es gracias a ti, Ce - dijo Lucas, sonriendo -. Sin ti... Todo esto no habría sido posible.

ONE SHOTS: LUMAXWhere stories live. Discover now