VII

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—Esta tardando mucho ¿No crees? —preguntó Sunghoon algo preocupado.

—La verdad si —respondió Jake — Lo que más me intriga es que hace poco ví a la reina y me preguntó donde estaban Sunoo y el rey.

—¡Ey, tú! ¿¡Donde esta el príncipe!?

Jake se dió la vuelta al escuchar eso, lo que no se esperaba era que una gran cantidad de princesas estuvieran con el ceño fruncido esperando una respuesta.

—¡Vendrá en un momento! Esperen por favor, agradecemos su paciencia.

—¡Ya pasó una hora! —exclamó Haewon ya harta de esperar.

—Lo sé, pero tenemos que darle su espacio, ¿Esta bien? El vendrá cuando se sienta listo para hacerlo y nosotros debemos respetar eso ya que es su decisión —vociferó Jake firmemente, ya cansado del tema. Pero en el fondo, sí le preocupaba lo que pudiera estar pasando con Sunoo.

Por otro lado, el pequeño príncipe estaba en uno de los lugares más recónditos del castillo. Estaba amarrado a una silla, con muy poca ropa y una mordaza que callaba sus lastimeros alaridos de dolor.

Luego del breve encuentro con Jake, su padre había entrado otra vez en la habitación, pero no venía solo, habían 2 hombres con él a los que Sunoo no pudo reconocer ya que traían capuchas que escondían sus caras. La persona que anteriormente había detenido a Sunoo de irse fue la encargada de colocarle la mordaza, mientras que los demás le quitaban su ropa sin cuidado, se detuvieron cuando estuvo en ropa interior y lo encadenaron a la silla.

—Ustedes hagan lo que sea necesario —dijo el rey mientras se sentaba en el mueble más cómodo del lugar, justo en frente de Sunoo —Yo solo les diré cuando parar.

Al escuchar eso, el menor de todos solo pudo gritar y llorar, mientras intentaba desesperadamente zafarse de los sucios toques de aquellos desconocidos. Conectó miradas con su padre solo para recibir una malévola sonrisa de este, dándole a entender que el asunto solo lo divertía.

Mientras que dos de los hombres tocaban a Sunoo morbosamente, el tercero se alejó a un lugar que estaba fuera de su campo visual, para luego regresar con un látigo en sus manos.

—Golpealo en lugares que la ropa pueda ocultar. No queremos causar escándalo. Lo mismo para ustedes —el rey apuntó a los hombres que toqueteaban a su hijo —No quiero marcas visibles.

—Si, señor —respondieron al unísono.

Sin esperar mucho el hombre más corpulento comenzó a dar latigazos por su espalda mientras los otros empezaban a dar besos por su cuello y pecho. Sunoo no podía hacer más que removerse con desesperación e incomodidad, sintiendo como gruesas lágrimas de impotencia bajaban por sus mejillas.

Duraron de esa manera por bastante tiempo, hasta que uno de los hombres que estaba por el pecho empezó a morder la pálida piel de Sunoo dejando varias marcas y haciendo que la sangre emanara de algunas.

—Eres hermoso, Kim —dijo, mientras probaba la sangre del muchacho —Y también sabe delicioso.

Esas palabras fueron detonantes para los otros dos hombres, ya que hicieron heridas, en otras partes de su cuerpo, para probar la sangre del más pálido.

El rey solo observaba el rostro de su hijo y cuando vió que este abrió grandemente sus ojos y dejó de gritar, exclamó:

—¡Ya es suficiente! —ante el grito los hombres se alejaron inmediatamente —¿Entendiste ya el punto Kim Sunoo? ¿Te quedaron ganas de seguir siendo un maricón? —Sunoo movía su cabeza frenéticamente en negación.

Antes de volver a hablar, el rey le quitó la mordaza al menor y pregunto: — ¿Que es lo que vas a hacer cuando vayamos al salón?

—Voy a-a eleg-gir a la p-princesa heredera K-karina c-como mi esp-posa —el príncipe sentía tanto dolor en todo el cuerpo que ni siquiera podía hablar sin que su voz se quebrara.

—Deja ya de llorar, no seas un marica —dicho eso su padre se retiró, no sin antes enviar a personas de la servidumbre a volver a arreglar a Sunoo.
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Jake estaba a punto de explotar, ahora no sólo las princesas lo llenaban de preguntas, sino que los reyes de otros reinos también estaban empezando a quejarse.

—¡Por favor ya calmense! El príncipe vendrá en el momento que el considere indicado.

—¡Ya pasó más de una hora! ¡Exigimos respuestas!

—¡No importa el tiempo que haya pasado! Sunoo hará acto de presencia en el momento adecuado, por favor esperen un poco más.

Con muecas de insatisfacción, dejaron de hacerle comentarios a Jake y se alejaron de el para cada quien enfocarse en sus cosas.

—Creo que están algo alterados —comentó Sunghoon cuando vio a Jake llegar a su lado.

—Si, a veces se pasan —respondió riendo —Aunque de verdad me preocupa que haya tardado tanto, iré a buscarlo de nuevo.

—Bien, mucha suerte.

Jake se fue, otra vez, en busca del pequeño príncipe y para su sorpresa estaba en la habitación donde se suponía que debió estar todo el tiempo. Pero Jake sabe que no es así, ya que cuando lo busco por primera vez, pasó por allí y no había rastro del príncipe.

—¿Donde estabas? ¡Me tenias muy preocupado! —el castaño no podía estar más feliz —La gente me tenía vuelto loco, no dejaban de gritarme. Que bien que apareciste....... ¿Se puede saber dónde estabas metido?

—Estaba en mis propios asuntos, Jake —respondió en un tono seco, dejando a Jake confundido.

—¿Por que estas molesto? ¿Estabas con el rey?

Al escuchar la mención del rey, Sunoo sintió como se erizaba su piel y trago grueso antes de contestar:

—No estoy molesto, solo frustrado por no llegar a tiempo, sabes que me gusta ser muy puntual.

—Como digas. Cuéntame lo que pasa cuando te sientas listo, sabes que puedes contar conmigo para todo.

Antes de irse, le dio una pequeña sonrisa que Sunoo no respondió.

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Perdón por el cringe que puede dar la escena más fuerte. Para mi fue muy difícil escribirla y aunque quería ser más explícita no pude porque no me gusta mucho escribir cosas así.

Intento mejorar cada día, gracias por su apoyo 💕💕

—strawbericakesito

𝘳𝘶𝘯𝘢𝘸𝘢𝘺 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘮𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora