35 - Te extrañamos

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Pasaron casi dos semanas completas sin que Amelia y Luisita se vieran. Luisita se vio abrumada por el trabajo, ya que tenía varias sesiones fotográficas de primavera consecutivos para organizar, y Amelia estaba hasta el cuello en las últimas clases y exámenes. La separación les afectaba a ambas, pero lo soportaron lo mejor que pudieron. Llenaron los espacios con mensajes de texto y llamadas telefónicas, hablando tan a menudo como pudieron. Sus conversaciones iban de lo tonto a lo serio, pero cada una las acercaba más y más.


Amelia:

Esta clase es muy aburrida.


Luisita:

¿Qué clase? Amor


Amelia:

Es uno de mis cursos de literatura, y no es el tema

muy interesante.

Son las opciones de libros del profesor.

En serio, no puedo seguir con cosas tan clásicas

que apenas son comprensibles.


Luisita:

Alguna literatura clásica es maravillosa,

pero sé lo que quieres decir.


Amelia:

Sí, cariño y la voz de mi profesor es muuuy monótona, por lo que es aún peor.

En serio, si tuviera un cincel o, demonios, una maldita CUCHARA en este

momento, estaría cavando un agujero en este muro al estilo de

una prisión y escapando.


Luisita:

Amor, solo te quedan unos

días de clases.


Amelia:

Buen punto, pero luego comenzaré

de nuevo con nuevas clases para mi maestro.


Luisita:

Bueno, esa fue tu elección,

mi amor.


Amelia:

Sabes, quejarse conmigo es mucho más

excitante que jugar al abogado del diablo.


Luisita:

Ya veo. En ese caso, lo que quise escribir fue

que esa clase suena horrible, y ciertamente te ayudaría

Luimelia Amor y palomitas de maízDonde viven las historias. Descúbrelo ahora