𝓡𝓾𝓷𝓷𝓲𝓷𝓰 𝓫𝓪𝓬𝓴 𝓽𝓸 𝔂𝓸𝓾| Max Mayfield y tú

Sólo amigas

T/N al escuchar como susurraban su nombre se giró. Viendo como la puerta de la caravana de Eddie se abría.

-Ey, chicos.

Al volver a girarse. Se dio cuenta de que no había nadie.

-¿Chicos?-preguntó más asustada.

Escuchó varios rayos provenientes de fuera. Asustándola cada vez que sonaban.

-T/n...-volvió a escuchar.

Miró de nuevo la puerta cuando se escuchó la bocina de un camión seguido de un fuerte golpe y lentamente se acercó. Al salir se dió cuenta de que no estaban en el barrio de las caravanas.

Vió un coche boca abajo fuera de la carretera. Inconscientemente se seguía acercando notando a alguien dentro del coche. Sabía perfectamente quien era.

Cuando vió a su hermana cubierta de sangre ahogó un pequeño chillido. Sabía lo que estaba pasando y si no fuera porque estaba dentro de su mente, le estaría dando un ataque de asma de los duros.

-¿Recuerdas lo que hiciste, T/n?-preguntó la voz-¿O ya lo has olvidado? Cuando mato a alguien... Nunca se me olvida.

La carretera comenzó a llenarse de la sangre que estaba saliendo del propio suelo. La chica corrió de vuelta a la caravana pero la puerta se había cerrado.

Después de dar varios golpes se abrió, dejando ver otro sitio. Pasó a través de la puerta.

El rojo reinaba por todo el lugar. Veía flotando partes de una casa. Como Max lo dibujaba.

Empezó a bajar las escaleras con miedo. Escuchando los rayos y el reloj sonando a su alrededor.

-Sé que me estás buscando, T/n. Has estado muy cerca. Muy cerca de la verdad. Tanto como Nancy, ¿Por qué no le preguntas como está Víctor, ese vejestorio ciego? ¿Si me echa de menos? Quería volver a hacerle una visita, pero he estado ocupado.

T/n mientras lo escuchaba había estado bajando el resto de la escalera. Hasta estar al lado del cuerpo de Chrissy totalmente destrozado.

Mientras la miraba, una lágrima caía por su mejilla y de nuevo ahogó un grito.

-Muy ocupado.

-¿Qué te dije?

T/n se giró al escuchar esa voz desconocida. Ahora estaba en una casa que rápidamente reconoció. La casa creel.

-Caray. Es increíble.

Una familia aparentemente feliz entró.

-Es como un cuento de hadas. Un sueño.-dijo felizmente una pequeña chica rubia.

La chica comenzó a subir las escaleras.

-Alice, no corras.

-¡Es enorme!

-Está muy bien.-dijo el padre de la familia.

Vió como el chico de la familia solo se quedaba ahí. Sin mostrar ninguna emoción.

Cuando él se movió, T/n lo siguió. Viendo como las luces del baño parpadeaban. Al mirar lo vió agachándose y abriendo una rejilla del suelo.

Metió la mano dentro y al sacarla llevaba una reconocible viuda negra corriendo en su mano.

La chica sintió como corrían detrás suya. Se giró y volvió a seguir al chico quien corría a otra habitación. Subió hasta el desván y lo vio sentado.

Tenía un montón de frascos con arañas alrededor de él junto a otro montón de velas encendidas.

Al acercarse le pudo ver dibujando a una de las arañas.