El susurro

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Todos se acercaron a la barca que había a pocos metros de ellos y entre Eddie y Steve la metieron al agua.

-Con cuidado, tío.-se quejó Steve.

-Perdona.

-Adelante.

-Sí, ya voy.

Robin agarró de la cabeza a los dos chicos para ayudarse a entrar.

-Gracias.-dijo divertida la chica.

-Sí, no te cortes.-respondió Steve.

Luego entró Eddie quien ayudó a Nancy a subir.

Dustin iba a subir también pero Eddie lo frenó.

-Oye, ¿quieres que nos hundamos? Es para tres personas como máximo.

-Es mejor así.-apoyó Nancy-Quedaos con Max. Tened cuidado.

-Ten cuidado tú.-respondió Dustin algo molesto-Es mi teoría.

-Aquí manda Nance.-cortó Robin.

-¿Quién lo dice?

-Yo.-le volvió a responder.

Dustin se calló y miró de nuevo a Nancy.

-La brújula.-le dijo la chica extendiendo la mano.

Dustin aún sin estar convencido se la entregó y se alejó de la barca para acercarse a los demás.

-Toma, ahí va.

Steve le lanzó la mochila a Dustin, quien por suerte la atrapó.

Steve empujó la barca y se subió en ella.

-¡Dijiste tres como máximo!-gritó Dustin.

-Lo siento.

-A las 21:00 a la cama, niños.-les gritó Robin alejándose-Ya os echo de menos.

Dustin le sacó el dedo medio lo más alto que podía para que la rubia lo viera.

-Siempre igual, ya no somos niños.-se quejó el chico.

-Venga Dustin, tío. Tranquilo.

-Pero es que. Siempre es lo mismo.

T/n se sentó en el suelo, un poco alejada de la conversación. Al hacerlo suspiró de cansancio. Ya ni sabía los días que llevaban sin apenas descansar.

Apoyó su codo en sus rodillas y la cabeza sobre su mano. Cerró los ojos y suspiró.

Max no quería seguir escuchando a Dustin quejarse y a Lucas calmándolo. Pensó que hablar con T/n sería bastante más entretenido. Pero cuando miró a su lado no la encontró.

Empezó a buscar con la mirada hasta que la vió en aquella posición.

-Hey.-dijo la pelirroja sentándose a su lado y acariciando su espalda-¿Estás bien?

T/n le sonrió cansada y asintió.

-Es solo que apenas y hemos parado en estos últimos días, casi no doy más.

-¿Quieres descansar un poco?

T/n asintió.

Max se sentó mejor y se dió varias palmadas en las piernas. Dando a entender que se acostara sobre ella.

-No te acostumbres. Es solo porque me das pena.

T/n rió y se acostó. Colocando su cabeza sobre las piernas de la pelirroja.

Max la empezó a acariciar. El pelo. Las mejillas. La nariz. La boca.

T/n disfrutaba del tacto y del poco descanso que estaba teniendo.

𝓡𝓾𝓷𝓷𝓲𝓷𝓰 𝓫𝓪𝓬𝓴 𝓽𝓸 𝔂𝓸𝓾| Max Mayfield y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora