𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐑𝐚𝐢𝐧

𝐅𝐨𝐮𝐫: 𝐊𝐢𝐬𝐬

En la sala solo se escuchaban las pisadas de ambos chicos, crujiendo el piso de la sala de prácticas. Sus respiraciones agitadas y sus miradas fijas en el espejo.

—Tome un descanso—el staff les indicó dejando a ambos jóvenes solos en la sala.

Hannah tomó su celular y volvió a repasar todo con música, buscando un final perfecto para la coreografía, algo incómoda ante la intensa mirada de Heeseung.

—Si quieres un autógrafo solo dilo—dijo rompiendo la tensión. Heeseung soltó una risa seca y se levantó.

—Puedes darme algo mejor que un autógrafo.

—¿Un golpe? Suena bien.

—Realmente eres agresiva—Heeseung se hizo el ofendido.

—No soy agresiva —la chica dejó el celular—solo no soporto idiotas infieles estúpidos como tú.

Él soltó una carcajada, negando con la cabeza ante la actitud tan fría de la joven.

—¿Qué tanto te ríes?—preguntó molesta y al ver que él seguía sin decir nada bufó—no dije ningún chiste solo la verdad.

—¿Infiel?—el chico la miró curioso—No se puede ser infiel en una relación que no existe.

—Bueno, para ella están a punto de casarse.

—YoungMi está obsesionada—le restó importancia—ella sabe lo que pienso y sabe que no pienso tomar la "relación" de verdad.

Heeseung se volvió a sentar en el piso, echando su cabeza hacia atrás. Hanna imitó su acción y lo miró.

—YoungMi te ama—dijo haciendo que Heeseung volteara la cabeza ligeramente para verla—daría todo por mantenerte lejos mío, el otro día vino a pedirme que "no fuera entrometida" , técnicamente me llamó zorra rompe relaciones—hizo un gesto de indignación que causó la risa del chico.

—Razón número uno por lo que no quiero estar con ella, desde pequeños hace eso; nunca pude mantener una sola amiga porque ella llegaba para alejarlas—miró al piso, como si eso fuera lo más interesante del Mundo —ella no me ama, solo ama a la persona que cree que soy.

La sala de quedó en silencio y solo se podía escuchar, ahora sus calmadas y lentas respiración. Ya no era tan incómodo, pero seguía siendo extraño.

—Vaya—dijo Hannah rompiendo la incomodidad—dijiste más de dos frases sin decir idioteces.

Ambos rieron antes que el staff volviera a entrar y tuvieran que ensayar de nuevo. El día transcurrió con normalidad, fotos por ahí, baile por aquí, risas, quejas, burlas.

Llegó la noche y los llevaron al lugar dónde sería la competencia. Rápidamente se cambiaron y los prepararon para salir al escenario.

Minutos antes Hannah se acercó para ver a los otros participantes.

—Hola—una linda chica de cabello rojo la saludó—Chaeryeong.

—Oh, claro la compañera de Yuna—Hannah sonrió—No sabía que vendrías aquí.

—Vine con Hyunjin de invitados ¿Tú?

—Con Heeseung—bufó, claro se fijó como Chaeryeong trató de aguantarse la risa—¿Tú también?

—Muchos vieron como se besaron en medio de la fiesta—se excusó riendo—no me culpes.

Hannah bufó algo divertida ante la situación. Se alistó y miró a Heeseung.

—Te ves hermosa.

—Lo sé—acomodó su cabello—tú te ves...decente.

El joven ocultó una sonrisa antes que el baile comenzara. Y sí, aunque entre ambos haya alguna clase de "odio" la química al bailar era innegable.

Cualquier diría que eran el uno para el otro. Encajaban a la perfección, sus sonrisas, sus mirada, el ritmo de sus pies, sus latidos del corazón.

Era posible ver el brillo que Heeseung desprendía al bailar junto a ella. Era posible ver en cámara lenta cada cruze de miradas, cada risa ocultada.

Al terminar, ambos se miraron fijo a los ojos, ambos de color caramelo.

Hannah frunció el ceño confundida sin poder descifrar la mirada del chico, era tan mezclada de sentimientos que ni ella misma podía entender. Cuando pudieron se separaron y se alejaron. Bajaron del escenario con un sentimiento extraño a su alrededor.

Cuando volvieron a la empresa se acercaron con intención de hablar pero algo evitó que lo hicieran.

—veinte wones a que Hannah le gusta Heeseung—susurró Sejun, el manager del chico a Suki.

—Cuarenta y al revés.

—Veinte mil—susurró el CEO.

Eso iba a ser muy divertido.

En el camerino de Hannah se miró al espejo quitándose los aretes y soltando su largo cabello. Sí era bonita. Era más que bonita.

Ojos caramelo, piel suave, cabello brillante, labios pomposos y ni hablar de su figura. Delgada y esbelta, con una silueta que no pasaba por desapercibido.

Su puerta fue tocada sacándola de su trance. Abrió y su sorpresa fue grande al ver a Heeseung ahí. Sin pedir permiso el chico pasó y comenzó a caminar de lado a otro.

—Hee—lo llamó—¿Qué pasa? Dime al..

La joven soltó un jadeo, dejando la frase a medio terminar. Heeseung la había tomado por las mejillas, besándola de manera intensa, queriando demostrar toda la necesidad y deseo que tenía por ella.

Era una mezcla de sentimientos para ambos. Sentimientos tan hermosos y confusos al mismo tiempo. Sentimientos que ninguno podía entender.

Hannah enrolló sus brazos por el cuello de Heeseung, pegándolo a ella, abrazándolo con fuerza cómo si se lo fueran a quitar.

Con los labios hinchados, las mejillas tenidas de un color carmesí se miraron fijamente.

—Te odio.