Brave. || Larry Stylinson.

d o s.

Desperté malhumorado, sabiendo que tendría que salir con Eleanor por un par de horas.

Miré el reloj digital que descansaba sobre mi mesita de noche: 7:18AM. Mi cita para almorzar con Eleanor era hasta las 10:30, así que podría permitirme dormir un par de horas más si quería. Me había desvelado un poco dándole vueltas a la pequeña discusión con Harry.

La noche anterior, después de haberme quedado sentado en el sillón durante un rato, subí hasta la recámara donde Harry estaba para hablar con él, pero nunca me abrió la puerta. Supuse que estaba realmente molesto.

Escondí mi cabeza bajo la almohada, haciendo un esfuerzo por volver a dormir, pero de ninguna manera lo conseguí. Terminé resignándome a no conciliar el sueño y me levanté malhumorado para después obligarme a entrar a la regadera para tomar un baño y despertar completamente.

Me tomé el tiempo necesario para asearme como era debido y salí de inmediato para ponerme unos jeans sencillos con una camiseta blanca. Me puse mis vans negros y acomodé un beanie oscuro sobre mi cabello todavía húmedo, demasiado desanimado para esforzarme en arreglarlo.

En la parte de debajo de la casa ya había ruido, por lo que supuse que alguno de los chicos todavía estaría despierto. Bajé tranquilamente, sin molestarme en llamar a la puerta de Harry para hablar con él.

Liam estaba en la cocina, esforzándose en preparar el desayuno y cortando un montón de naranjas con una sonrisa tonta en el rostro.

—Buenos días, Lou. —Me saludó con voz cantarina y desesperantemente animada. Me sonrío sinceramente, sin quitar su atención de la naranja que estaba cortando por la mitad—. ¿Qué tal dormiste?

—Tuve una noche difícil. —No pude retener el profundo suspiro que se me escapó—. Pero he descansado lo suficiente. ¿Qué tal tú?

—En realidad, tuve una noche maravillosa. —Su sonrisa se hizo todavía más amplia y alegre, sincera. Me sentí demasiado incómodo al pensar que ese gesto en su rostro podría deberse a que él y Niall habían estado teniendo sexo en la habitación que estaba junto a la mía.

—Genial. —Me acerqué hasta uno de los variados platos con fruta que Liam ya había preparado y tomé algo de kiwi entre mis dedos para después llevarlo a mi boca. Liam soltó lo que estaba sosteniendo y me dio un manotazo poco amable.

— ¡No, Louis! —Exclamó, suaves arrugas surcaban su frente y estaba haciendo un puchero infantil—. Esto es para Niall. —Me  reí cuando vi cómo se sonrojó y me las ingenié para tomar un trozo de manzana de otro plato.

—Oh Dios, eres demasiado cursi.

Liam se sonrojó más, pero algo en su rostro se iluminó ante mi comentario, casi como si estuviera orgulloso de ello.

—Cierra la boca.

—Niall va a terminarse esto en un abrir y cerrar de ojos, ¿lo sabes? Todo tu esfuerzo se irá al demonio en segundos.